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Paula Narváez: "La política es un terreno plagado de micro y macro machismos"

La asesora regional de Gobernanza y Participación Política de ONU Mujeres, ex jefa de gabinete de Bachelet, cree que ya es no se trata de "repartir la torta, sino de hacer la torta de nuevo"
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26 de marzo de 2019 a las 05:02

Paula Narváez recorre América con un mantra que repite y explica: es tiempo de democracia paritaria en una región que puede liderar porque están dadas las condiciones, aunque falta mucho para lograr no tropezar más en "pisos pegajosos o escaleras que se quiebran" a la hora de permitir que las mujeres y la diversidad acceda igualitariamente a puestos de responsabilidad pública. Actualmente es asesora regional de Gobernanza y Participación Política de ONU Mujeres y antes Narváez fue jefa de gabinete y luego ministra de la presidenta chilena Michele Bachelet. A su formación académica en Ciencias Políticas agregó así una sólida capa de experiencia de primera mano de "cómo el hombre acepta -o no-la forma de ejercer el poder de la mujer".

"No se trata de dividir la torta", dijo la experta chilena, en una conferencia que dio en el Palacio Legislativo y ante la mirada en primera fila de cuatro precandidatos presidenciales (Martínez, Lacalle Pou, Cosse y Sartori), refiriéndose a las leyes de cuotas. "Se trata de hacer la torta de nuevo". Esa nueva torta es para ella la democracia paritaria que, por ahora, es una aspiración y que traduce en una pregunta constante y sonante: "¿Por qué las democracias no representan a la mitad o más de la población?".

¿Qué es la democracia paritaria? ¿Hay algún país que la haya alcanzado?

La democracia paritaria es aún una aspiración. América Latina es la región que más ha desarrollado este concepto que es transformador y catalizador, porque mira nuestro sistema democrático y lo deconstruye (de cómo ha estado construido desde un orden social, cultural, patriarcal) para construirlo desde una mirada paritaria.

¿Paritario son números; es decir, en un país con un 52% de población femenina el 52% de las bancas de legisladores y cargos de gobierno, por ejemplo, son ocupados por mujeres?

Paritario es algo numérico, pero no son solo números. Una democracia paritaria implica una representación acorde a la diversidad de la población pero también una transformación política y cultural. En la política se define al final qué tipo de sociedad queremos construir. Por eso es tan importante que el sistema político sea el propulsor de las transformaciones sociales.

¿Por qué el énfasis de este concepto desde América Latina cuando hay otras democracias (pienso en las de países nórdicos) más avanzadas en esta materia?

Justamente, si nos comparamos con el mundo -luego de las sociedad nórdicas- América Latina es la región mejor posicionada al respecto. Ya estamos en una cifra en torno al 30% de mujeres, aunque claro que luego debemos tener en cuenta un montón de consideraciones, como cuáles son las mujeres que llegan, qué diversidad tienen...porque siguen siendo una élite.

Uruguay lideró los cambios que permitieron a las mujeres acceder a sus derechos políticos, sobre todo a principios del siglo XX. Pero luego ese impulso se estancó y ni siquiera la ley de cuotas logró mejorar demasiado la representación femenina (en 2014 un 19,4% de los candidatos electos fueron mujeres y en 2009 eran el 14.7%). ¿A qué se debe ese freno o al menos esa evolución tan lenta en un país donde la democracia es sólida según índices internacionales?

Uruguay baja, como baja Chile también, cuando se cruzan los indicadores tradicionales para medir estado y calidad de la democracia con la variable participación de las mujeres. Las explicaciones habría que buscarlas en función de los propios actores. Creo que la lógica y la estructura de los partidos políticos sigue siendo un escollo muy relevante para la promoción de más mujeres.

En Uruguay aumentó el número de mujeres en el Parlamento, pero los datos demuestran que suelen estar en dos espectros de edad: jóvenes y por arriba de 50 años. Las mujeres con hijos chicos no están en el Parlamento. ¿Por qué sucede esto allí pero no en otras ramas del trabajo, incluso en cargos que exigen muchas horas?

La dinámica laboral general es muy distinta de la política, aunque la maternidad sigue siendo un factor restrictivo en el trabajo y lo seguirá siendo mientras estén asociadas estas tareas casi exclusivamente a la mujer. Pero hay otra barrera de la cual se habla poco y que tiene que ver con la hostilidad de la política. Por eso me gustaría tener el dato de cuánto entra y salen las mujeres, sobre todo las jóvenes. Tal vez entran una vez, están un período o dos, pero no se si se quedan como sí sucede con los hombres, que tienen todo un entramado para hacerlo.

Hay quienes se preguntan por qué las mujeres que trabajan en política permiten que sus propios compañeros les hagan trampa a la hora de conformar las listas o incluso luego de que las incluyen pero terminan saliendo para dejar a un hombre ¿Qué actitud deben tomar cuando se dan estas situaciones?

Sigue siendo mejor que esa mujer permanezca en política, porque el cambio se produce desde adentro, desde esas mujeres que son conscientes de esa dinámica y que van a luchar desde adentro y que van a estrategizar con otras mujeres para lograr solucionar los desvíos.

Hay otra barrera de la cual se habla poco y que tiene que ver con la hostilidad de la política. 

Como jefa de gabinete y luego ministra de la presidenta Michelle Bachelet, en posiciones de máximo poder y responsabilidad, ¿se sintió discriminada y en tal caso, de qué manera?

Incluso teniendo una presidenta con conciencia de género, siempre noté diferencias. La discriminación del entorno, de compañeros y compañeras. La política es un terreno plagado de micro y macro machismos, en la cotidianeidad, en el lenguaje, en las conversaciones, en los silencios, en las apreciaciones, en las expectativas. El comentario acerca de cómo uno se ve, es algo muy chocante para la mujer. Que antes que cualquier otra cosa el comentario sea sobre tu aspecto, te pega. Antes de decir algo o después de haberlo dicho, que siga siendo lo más importante lo que vistes, por qué no te has maquillado, por qué saliste así de despeinada. O la pregunta acerca de los hijos y las hijas, que no se le hace a tus colegas hombres.

En este camino de evoluciones pero también de muchas involuciones ¿qué recomendaciones se pueden hacer desde su experiencia para lograr más y mejores avances?

En el caso de las mujeres el llamado es a perseverar, sin desmotivarse, y que esa perseveración tenga que ver con la unión en la estrategia. Hay que estrategizar la acción política de las mujeres, que trasciende las legítimas fronteras ideológicas que pueda tener cada una. Es una acción fundamental.

También es importante la formación de las mujeres y no porque los hombres no se tengan que formar, pero la socialización de ellos los hace llegar a los espacios sintiendo que tienen todas las herramientas. Las mujeres en cambio siempre sienten que deben formarse más. Conversemos sobre eso, integremos a otras mujeres y es muy importante que nos reconozcamos en nuestra diversidad, porque desde ahí podemos hacer distintos aportes, Y ayudémonos unas a otras, hagamos mentoring, algo que sigue costando mucho porque el propio sistema cultural nos divide. Esto de que las mujeres critican a las mujeres en algunos casos es real, porque hay un orden social que nos divide, que no nos une ni nos colectiviza.

Creo que la lógica y la estructura de los partidos políticos sigue siendo un escollo muy relevante para la promoción de más mujeres

En la eventualidad de que una mujer tuviera chances de ser la presidenta de Uruguay y presentara un plan de gobierno basado en este concepto de democracia paritaria, ¿esto le jugaría en contra o a favor entre el electorado general de un país como Uruguay?

Tiendo a pensar que las condiciones actuales de nuestra sociedad son cada vez más proclives a apoyar este tipo de decisiones paritarias. Creo que será una propuesta que sintoniza muy bien con un electorado que cada vez se siente más distante de lo que se propone en política.

¿Por qué se ha logrado lo más parecido al concepto de democracia paritaria en países nórdicos?

En esos países el rol de la mujer en lo público ha cambiado radicalmente, y eso ha ido acompañado de una masculinidad que se ha revisado también en el mundo de lo privado. Sin este cambio en lo privado, lo público no avanza. Esto es como cuando uno cría a los hijos en una igualdad desde el punto de vista del desarrollo de sus identidades, en lo referente a los juegos o a las tareas de la casa, pero llegan a la escuela o al espacio de lo público y las cosas aún están ancladas en un orden muy conservador. Cuando se produce el choque es probable que tu como madre o padre no logres ganar la partida, porque el flujo cultural es muy fuerte. Esos países han logrado ir haciendo esos cambios quizás más acompasadamente que otras sociedades.

 

 

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