Por Bernardo Camou
En los últimos tiempos, tatuarse ha devenido en una moda. Honestamente me pregunto qué es lo interesante en pasar un momento de dolor para que quede una imagen o símbolo en la piel de por vida.
Hay otras modas, como andar con ropa rota o teñirse el pelo de colores extravagantes, que pueden fácilmente cambiarse si uno se arrepiente, pero no sucede así con los tatuajes, que son dibujos irreversibles que incluso con el paso del tiempo se van deteriorando.
No soy xenófobo, racista, homofóbico o fascista y pienso que quien quiera tatuarse es libre de hacerlo. De hecho, tengo amigos y familiares que se han tatuado y este hecho no cambia ni mínimamente mi relación y afecto por ellos. Simplemente quiero entender qué lleva a la gente a tomar esa decisión que, en mi humilde opinión, es desacertada.
La gente es más linda tal cual es.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá