El bochorno del superclásico argentino entre River Plate y Boca Juniors que comenzó con una pedrea infernal al ómnibus que llevaba a los futbolistas boquenses hasta el Monumental de Núñez para disputar el encuentro, derivó en que este no solo no se disputara el sábado, sino tampoco el domingo.
Uno de los primeros en bajar fue Carlos Tevez, visiblemente consternado por los gases y con la cabeza gacha. Así llegó al vestuario visitante.
Detrás suyo iba el uruguayo Nahitan Nández, a quien el momento vivido le hizo subir la adrenalina al máximo.
Bajó del bus con cara de pocos amigos y gritó a voz en cuello: "¡Qué cagazo que tienen!", dirigiéndose a los hinchas de River que habían comenzado todo el bochorno que derivó en la suspensión.
Luego, al llegar al vestuario, también insultó en voz alta lo que ya fue mostrado por la transmisión oficial de la televisión.
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