Nacional > Al rescate de la comida
¿Qué pasa con los alimentos que no se venden a pesar de estar en buen estado?
Un cajón de boniatos listos para cocinar, uno de mandarinas de las que solo unas pocas que están en mal estado o incluso espinacas y acelgas con solo un par de hojas feas son apenas algunas de las tantas frutas y hortalizas que quedan sin venderse en el Mercado Modelo. ¿A dónde va esa comida?
Según la Organización Mundial de la Salud, la mitad de los alimentos que se producen en el planeta se desperdicia. En Uruguay, 94 personas de cada 1.000 no superan el ingreso mínimo para cubrir las necesidades básicas alimentarias, según los datos de 2016 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El Mercado Modelo es uno de los centros en donde se mueve más alimento en el país. La institución de compra y venta de frutas y hortalizas está en un gran terreno en el que se puede ver un movimiento constante de camiones, personas y maquinaria que lleva y trae mercadería. Quien va por primera vez puede tener la sensación de caos constante, aunque para los locales es una tarea bastante organizada.
El centro mueve unas 300 mil toneladas por año entre frutas y verduras, más allá de las ventas que se puedan hacer telefónicamente. Esto equivale a un ingreso de entre US$ 260 millones y US$ 300 millones, según afirmó a El Observador el director del Mercado Modelo, Alfredo Pérez.
En mercado, ubicado en el municipio C, circulan entre tres mil y cinco mil personas a diario. En el total de los 550 puestos que se ubican uno al lado del otro divididos por rejas, se venden entre 800 y 1.000 toneladas diarias.
De esa cifra, según datos brindados por la organización Red de Alimentos Compartidos (Redalco) que trabaja próximo al Mercado Modelo, se tira aproximadamente tres toneladas por día de alimentos en buen estado.
Esta organización sin fines de lucro que está en funcionamiento desde el año pasado concurre al mercado tres veces por semana (lunes, miércoles y viernes) para poder clasificar y luego donar un tercio o más de esa cifra (alrededor de una tonelada de comida por día). Si se tiene en cuenta la cantidad de alimentos que maneja el Mercado a diario, quizá no llame la atención, pero cuando se ven varias filas de cajones con comida en buen estado recolectados por la organización, la visión cambia.
Redalco trabaja todas las semanas con 55 organizaciones a las que les donan frutas y verduras. Su jornada consiste en tres fases: la de recolección, clasificación y posterior envío mediante un flete a las distintas ONG.
Algunos voluntarios de la organización recorren el mercado puesto por puesto (algunos vendedores ya los conocen y les apartan frutas y verduras de antemano) para poder conseguir la mayor cantidad posible de alimento rescatado. Luego, lo recolectado va hacia un descampado para poder ser clasificado en el estacionamiento de la calle Madre Selva que es un espacio cedido por el Mercado Modelo. Allí, los distintos voluntarios ordenan y limpian las frutas y verduras para que luego sean llevadas por un flete o que sean retiradas por las ONG beneficiadas.
La forma que tienen de subsistir es cobrando a cada ONG un monto de dinero que cubra el alquiler del flete y de algunos otros materiales.
Actualmente, el Mercado Modelo se encuentra en medio de la ciudad y tiene el 95% de sus instalaciones ocupadas. "No hay lugar para expandirse", aseguró Pérez. La idea es que se traslade a la zona de La Tablada, en la ruta 5 y camino Eduardo Pérez, en un plazo de tres a cuatro años, cuando se inaugure la Unidad Agroalimentaria de Montevideo. Se planea hacer un polo agroalimentario, que no solamente sea venta mayorista de frutas y hortalizas sino que tenga una zona de actividades, un pabellón logístico y un pabellón polivalente (venta de queso artesanal, pescado, flores), informó Alfredo Pérez.
¿Qué otros proyectos de rescate de alimentos hay en Uruguay?
Además de Redalco, existe desde hace cinco años el Banco de Alimentos. ¿Qué es esto? Una fundación que recibe distintos productos de empresas para luego donarlas a ONG con el fin de no tirar comida. Estos alimentos van desde el sobrante de un día en una panadería hasta alimentos envasados que estén cerca de su fecha de vencimiento.
En un principio lograban rescatar hasta 100 mil kilos de comida en un año, y de eso se beneficiaban s más de 150 ONG. Todas las donaciones iban a un depósito tercerizado ubicado en la ruta 101, a la altura del kilómetro 25,5.
Actualmente, la cantidad de comida que donan disminuyó aproximadamente a la mitad de esa cifra debido a que no pudieron seguir pagando el depósito para tanto volumen. La idea para poder continuar fue pedirle a las empresas que pagaran ellos mismos el costo del alquiler. Esto llevó a que no todas estuvieran de acuerdo.
Dolores Battro, encargada del centro, aseguró a El Observador que ellos están "abiertos a encontrar la forma de no tirar alimentos". No es necesario que los alimentos pasen por el depósito, incluso se puede coordinar y que la comida vaya directamente a las ONG, aseguró Battro.
Por su parte, legisladores uruguayos y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) preparan un encuentro en Montevideo de coordinadores regionales del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe los días 25, 26 y 27 de octubre para definir una agenda conjunta que permita avanzar hacia una región donde todos tengan seguridad alimentaria y nutricional.
El Frente Parlamentario contra el Hambre de Uruguay existe desde 2011. Actualmente está compuesto por senadores y diputados de diversas fuerzas políticas.
Desde 2015 también está se formalizó la Comisión Especial por el Derecho a la Alimentación de Uruguay, integrada por 15 senadores y diputados, con representación proporcional de todos los partidos. Su principal tarea es asesorar al Parlamento en el camino hacia la aprobación de una ley marco de derecho a la alimentación.
(Producción: Carolina Mangini)
