Delgado dijo que es esperable que una startup cierre, y que a pesar de ser una decisión dolorosa y que muchas veces no se prevé o se dilata en el tiempo, hay que tener capacidad de gestión. "Es una decisión muy difícil. Hay empresas que permanecen en una modalidad "walking dead" en la que no logran despegar y solo subsisten y eso es contraproducente", manifestó el director de la incubadora.
Por su parte, el director del Centro de Innovación y Emprendimientos de la Universidad ORT, Enrique Topolansky, comentó que generalmente, el cierre de una startup se produce por algunos de los siguientes problemas: "Por un lado está la problemática entre socios, con los clientes o compromisos financieros de la empresa, y con los inversores".
En el caso de problemas entre los socios, para Topolansky el secreto está en que haya un buen contrato de sociedad. "En general cuando las startups cuando tienen problemas y están cerrando, enseguida aparecen los problemas entre los socios de cuánto debe cada uno. Si la startup nació con un buen contrato entre socios, eso está estipulado en una cláusula llamada qué pasa si, por ejemplo, si alguno de los socios fallece", explicó.
El segundo motivo por el que puede cerrar una startup es por problemas con clientes, que derivan en compromisos financieros. "En general depende mucho del tipo de startup de la que hablemos. Si tienen que ver con productos, por lo general se cumple con el cliente, porque terminan con la entrega antes del cierre. De hecho, muchas startups cierran porque no tienen clientes suficientes", indicó.
Lea también: Sillicon Valley se cuela en la educación con Lumineer Academy
Para Topolansky lo más complicado es el problema con los inversores. "Hay gente que pone mucho dinero, que asume riesgos. Lo que nosotros vemos es que hay personas que no respetan los contratos y terminan metidos en problemas serios, o muchas veces los inversores son personas allegadas. En esos casos, terminan con problemas mayores", que perjudican incluso la relación interpersonal.
La asesora de la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinapyme), María Inés Rodríguez, que asesora y diagnostica a pequeñas y medianas empresas, advirtió que en ocasiones el diagnóstico que se realiza muestra que la empresa debe cerrar pero puede tener oportunidades de abrir otra compañía o cambiar de giro de negocio. "En el sector de Emprendedores de la Dinapyme lo pueden guiar sobre los negocios que podrían ser viables en ese momento", dijo.
Después del cierre, no significa que ese emprendedor no pueda involucrarse en la creación de otra empresa, ya sea con el mismo equipo o con otras personas. Sin embargo, para la docente de Comportamiento Humano en la Organización en el IEEM, Valeria Fratocchi, aquellos que fracasan en una startup no vuelven a reunirse para el siguiente emprendimiento, porque "quedan marcados".
Respecto a volver a emprender con el mismo equipo, hay una disyuntiva entre la teoría y la práctica. "La teoría dice que lo vuelvas a hacer con los que ya lo hiciste, porque ahora estas más hábil y te va a ir mejor, pero es tan duro el fracaso que uno no se quiere volver a reunir con las personas con las que ya fracasó", indicó.
Trabajar sobre el aprendizaje de ese fracaso es una forma para llegar al éxito. "Cuantas más veces te equivocas, más cerca estas de dar el golpe magistral. Las startups tienen que elaborar el duelo, pero seguir intentándolo después", aseguró Fratocchi.
Para la docente, la gestión de la comunicación en las startups al momento del cierre se maneja de forma distinta a una organización grande, ya que es más personal. "Hay ilusiones, largas jornadas de trabajo. Hay que tratar de contener mucho el lado personal, porque la gente que acompañó lo hizo porque creían en ellos y en el proyecto. Hay que ser genuino en la comunicación y tratar los aspectos vinculares como en cualquier grupo cercano", recomendó Fratocchi.
Sus recomendaciones sobre cómo actuar en caso de incumplimiento, son varias. Primero, tratar de hablar con la empresa. En el caso de que la empresa no responda, la vía más indicada es la legal a través de un abogado. Aunque en este caso, es posible que si la empresa debe montos relativamente pequeños, sea más costoso recurrir a un profesional. "Se podrían juntar los damnificados y contratar a un abogado para que haga algo por todos juntos", presentó como otra opción Quesada de Lideco.
"La otra alternativa es registrar el incumplimiento en alguna de las Agencias de Información Comercial que hay en el país (incluida Lideco), para que el resto del mercado sepa que esa empresa no está pagando", indicó.
Para empresas que manejan su estrategia de ventas a través de internet, muchas veces la denuncia se hace en su ámbito, a través de las redes sociales, en donde la reputación es un factor fundamental.
Los acreedores, sean particulares o una empresa, pueden pedir el concurso si demuestran insolvencia o presunciones absolutas o relativas de que la empresa no puede cumplir con los pagos. "La misma ley de concurso lo establece", dijo.
Fuentes de la Cámara de la Economía Digital del Uruguay (CEDU), indicaron que en Uruguay no se creó ningún organismo específico para atender los reclamos por compras digitales. Cuando el cliente está desconforme, el camino a seguir es presentar la queja ante el Área de Defensa del Consumidor del Ministerio de Economía y Finanzas.
Para empezar con el proceso de liquidación se debe contar con una sociedad jurídica "prolija y al día", siendo ese uno de los problemas que se visualizan en las startups y pymes locales, según el socio de Ferrere experto en procesos de adquisición y fusión de empresas y litigios y conflictos societarios, Manuel Lecuona. "La parte formal de la sociedad va quedando para atrás y cuando el negocio no funciona y se decide cerrar, empiezan a aparecer este tipo de problemas", sintetizó.
"Hoy este proceso lleva entre 1 y 2 años. Las normas que hay aplican para todas las empresas por igual, no hay normativa específica para pymes o startups. Sí hay unos buenos proyectos de ley presentados, y que buscan tener respaldo en alguna norma que los ampare, pero hoy no tenemos eso", agregó Lecuona.
Para la gerenta senior del Departamento de Asesoramiento Tributario y Legal de KPMG, Giovanna Lorenzi, lo primero que debe realizar la startup que va a cerrar es frenar la operativa, no seguir asumiendo pasivos ni compromisos. "De lo contrario, entran en un circuito de financiamiento que llega a un punto que ya no tiene solución amigable", resumió.
En el caso de una unipersonal, el emprendedor responde con todo su patrimonio, y si no tiene, se embargará."Ahí es donde se ven las consecuencias de haber elegido determinado vehículo. Es más severo el régimen de responsabilidad para las unipersonales y para las sociedades de hecho que para una sociedad anónima o sociedad de responsabilidad limitada", explicó.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá