Uruguay tapó la derrota con aplausos

El Palacio Peñarol estaba hermoso. El público aplaudió uno por uno a los jugadores de Estados Unidos y escuchó con solemne respeto su himno nacional. Fue a vivir una auténtica fiesta deportiva y se terminó deleitando con un gran partido de básquetbol. El festejo, al final, fue para Estados Unidos. Pero volver a tener a la Celeste en casa y ver a un grupo de jugadores comprometidos con una idea pinta al futuro con ilusión.

Perdió Uruguay 74-66. Pero jugó un partido para aplaudir. De igual a igual contra un equipo que se formó hace un par de semanas con jugadores de la NBA G League (la liga de desarrollo del mejor torneo de básquetbol del mundo), dos de la mismísima NBA y otros que militan en ligas europeas.

No vinieron jugadores de talento individual superlativo, es cierto. Tampoco se enfrentó a un equipo con ensamble y memoria colectiva.

Pero así y todo es Estados Unidos que cuando se trata de básquetbol son los mejores del mundo. Y Uruguay le planteó batalla. Con un primer cuarto espectacular donde la intensidad defensiva que puso el equipo de Marcelo Signorelli en cancha fue emocionante.

Bruno Fitipaldo fue el abanderado de esa defensa y le permitió a Uruguay correr la cancha y mostrar un amplio repertorio de vías para canalizar sus ataques.

Esteban Batista le hizo mucho daño a Marshall Plumlee, el pívot que jugó la temporada 2016-2017 en los New York Knicks.

Jayson Granger impuso ritmo y condiciones con penetraciones, asistencias y tiros bien tomados.

Fitipaldo y Sebastián Izaguirre calentaron el perímetro y el Pelado Vázquez cargó la tabla y aportó también una cuota de gol.

Pero así como le pasó en el primer partido ante República Dominicana, Uruguay tuvo que soportar la reacción rival en el segundo cuarto.

El pívot Jamaal Warney le dio otra consistencia a la pintura visitante (bajó 14 rebotes). Dio goles, los hizo y se emparejó con más éxito que Plumlee con Batista.

A su vez, el entrenador Jeff Van Gundy comenzó una rotación destinada a desgastar a las mejores piezas de Uruguay. Redobló el tono defensivo del equipo y la capacidad atlética de sus piezas le permitieron correr la cancha y encontrar tiros cómodos para pasar a ganar (34-32).

Pero lejos de verse superado y tirar la toalla, Uruguay salió a vender cara su derrota. A dejar en la cancha hasta la última gota de esfuerzo y carácter.

Batista jugó un partidazo con el que rememoró sus mejores épocas con la Celeste. Terminó con 22 puntos y 14 rebotes jugando desde la recta final del tercer cuarto con cuatro faltas encima. Su único punto débil de la noche fue que apenas metió dos de nueve libres.

Granger (17 puntos, seis asistencias y cuatro rebotes) y Fitipaldo (15 tantos y ocho rebotes)dieron una enorme demostración de clase y respondieron a las ovaciones con las que el público los regó apenas pisaron la cancha.

Cerró mejor el partido Estados Unidos. Desgastó a los uruguayos y encontró un variado abanico de respuestas desde el banco: 16 puntos de Wendell Williams y 15 de Reggie Hearn, por ejemplo.

La única chance para que Uruguay clasifique al Final 4 de Córdoba pasa porque República Dominicana le gane hoy a primera hora a Estados Unidos y que los celestes venzan a Panamá a las 20.30.

En tal caso se produciría un triple empate en el primer puesto y el mismo se define por la diferencia de puntos entre los equipos implicados. Uruguay tiene una exigua diferencia a favor: +1.

Si Uruguay termina segundo se clasificará a los Juegos Panamericanos de Lima 2019, evento al que faltó en Toronto 2015.

Estados Unidos 97-56 Panamá

Uruguay 66-57 República Dominicana

República Dominicana 86-64 Panamá

Uruguay 66-74 Estados Unidos

Hora 18, Estados Unidos-República Dominicana

Hora 20.30, Uruguay-Panamá