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A la caza de los indecisos: estrategias para su conquista

El número de indefinidos sigue siendo alto y su voto definitorio
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31 de marzo de 2019 a las 05:00

Faltan menos de siete menos para las elecciones nacionales y muchos uruguayos siguen sin tener definido a quién votarán. Según las últimas encuestas, aproximadamente dos de cada diez electores tienen su voto indefinido o piensan votar en blanco o anulado y su decisión será fundamental a la hora de pensar en resultados. 

A grandes rasgos, los indefinidos suelen ser quienes más están desinteresados en los temas políticos. Así lo estableció, por ejemplo, un estudio de la consultora Opción que concluyó que a siete de cada diez le interesa poco o nada la política. Eso implica que los partidos políticos deberán buscar estrategias particulares para contar con su atención. La manera de hacerlo varía de acuerdo al precandidato del que se trate pese a que el objetivo es siempre el mismo: pasar de tener su atención a contar con el voto. 

“Estamos preparados para gobernar”, suele repetir en sus discursos el precandidato nacionalista y líder del sector Todos, Luis Lacalle Pou. Si bien esas cuatro palabras apuntan a todo el electorado, en la mente del precandidato están más presentes aquellos que todavía no tienen definido a quién votarán. Es que para Lacalle Pou, la estrategia para convencer a los indecisos es transmitir confianza. “Tenemos que ser confiables, dar certezas y ser coherentes”, dijo a El Observador

En su caso, esa estrategia se puede dividir en tres aspectos. Por un lado, con la cabeza puesta en quienes se inclinan más que nada por partidos de la oposición, el precandidato insiste con la necesidad de una “coalición multicolor”, es decir que esté formada por blancos, colorados, independientes y el Partido de la Gente. En tanto, pensando más que nada en los llamados frenteamplistas desencantados, Lacalle Pou suele insistir con la idea de “tender puentes” para  quienes quieran pasarse de un lado al otro. En eso pensaba cuando incorporó a sus filas al exdiputado frenteamplista Gonzalo Mujica. 

Por último, apunta a quienes creen que a Uruguay “no lo cambia nadie” y se enfoca en mostrar que existen “oportunidades” en el país para poder gobernar. “Empiezo a creer que hay un interés detrás de decir que vamos a jugar al achique. Me niego rotundamente a pensar que los cinco años que vienen van a ser chauchas”, dijo durante el congreso de su sector en La Paloma (Rocha) a fines de enero y agregó:  “Obviamente hay debilidades y están a la vista, pero hay fortalezas históricas”, mencionó. 

72% de los indecisos dice tener poco o nada de interés en la política, según un estudio de la consultora Opción que analizó el perfil de quienes no tienen definido su voto para las elecciones nacionales.

La estrategia de Verónica Alonso se centra en cuestiones concretas de su programa. Según dijo el diputado y dirigente de su sector Álvaro Dastugue a El Observador, la primera propuesta pensada para quienes no tienen definido su voto tiene que ver con mejorar el empleo, fomentar inversiones y bajar la carga tributaria y el gasto social. 

Por otro lado, Dastugue destacó que apuntan a los indecisos con propuestas sobre seguridad como cambiar el Miniterio del Interior por una persona que se haya dedicado a temas policiales –como un policía retirado-, volver a las comisarías de barrio, reforzar la Guardia Republicana y aplicar propuestas similares a las que aplica el Ministerio de Seguridad de Argentina.

En el Partido Colorado, en cambio, apuntan a dos polos. El que persigue Ernesto Talvi (Ciudadanos) implica destacar la renovación, el dejar atrás la vieja forma de hacer política y el haber formado una organización moderna. Ese polo toma en cuenta más que nada la poca vinculación con la política que sienten los indecisos. El director de Opinión Pública y Estudios Sociales de Opción consultores, Rafael Porzecanski, explicó a El Observador que precisamente los indecisos se pueden dividir entre quienes buscan la experiencia previa o la renovación. 

Los que buscan esa “experiencia previa” están dentro del radar del dos veces presidente y ahora precandidato también colorado Julio María Sanguinetti, que buscará el polo de los que se fueron y piensan en volver. “Encuentro colorados hasta debajo de las piedras”, dice frecuentemente en sus discursos para afirmar que su regreso tiene mucho que ver con  que miles de exvotantes colorados vuelvan a sus orígenes. 

Dos de cada diez encuestados por Opción en marzo de este año afirmó que votará en blanco, anulado o que no tiene definido por quién se inclinará en octubre. 

Algunos de esos que solían votar al Partido Colorado le confesaron al precandidato que votaron al Frente Amplio. Muchos de ellos también encajan dentro de los desencantados, a quienes los precandidatos oficialistas miran  de cerca. 

Mario Bergara, por ejemplo, los tiene totalmente definidos. Para el expresidente del Banco Central hay tres tipos: un grupo que pensaba que los cambios sociales y económicos se iban a ir dando de forma más acelerada. Un segundo grupo que no están conformes tienen la sensación que se les exige un aporte sustancial en el terreno tributario y que los resultados del gasto público no son los esperados y un tercer grupo que le demanda al Frente Amplio una postura más contundente en los temas de ética y corrupción. Así lo definió a El Observador en una entrevista en noviembre, en la que afirmó que el partido de gobierno debe dar debates sobre esos temas que “molestan” a los desencantados para intentar volver a conquistarlos. 

“Nosotros les hablamos a los frenteamplistas en general. A los independientes, a los sectorizados, y también a los llamados desencantados. Primero, por la convicción de que son frenteamplistas y quieren seguir siéndolo. Y en estos meses de campaña, en los que uno va a comités y otras instancias de diálogo con compañeros y compañeras, siempre hay frenteamplistas desencantados”, dijo cuatro meses después en otra entrevista con El Observador.

En tanto, para el precandidato Daniel Martínez “a la gente la enamora la coherencia, mirar a los ojos”. “La austeridad en la vida personal y colectiva y en el manejo de los fondos públicos; no tener soberbia; la humildad y el tener capacidad de interrelacionar con la sociedad es parte”, dijo a  El Observador en una entrevista hace menos de una semana. 

La relación con el votante es un punto importante en la estrategia para captar a los indecisos porque más allá del partido, esos futuros votantes se fijan más que nada en el candidato. 

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