A no confundirse: Waters incita al odio abiertamente

Recientemente volvió a hacerlo en Berlín, utilizando una estética similar al del nazismo, estrellas de David, la imagen de Ana Frank y una burda crítica, en ese contexto, al Estado de Israel.

Cabe destacar que en esa ciudad, más de 60.000 judíos fueron deportados a la muerte durante la Segunda Guerra Mundial. También se produjo allí la “Kristallnacht”, en noviembre de 1938, paso previo hacia la aniquilación sistemática de todo un pueblo.

Vemos con consternación como la reiteración de estos obscenos mensajes no conmueva ni genere rechazo en muchos de sus seguidores y de los sponsors que apoyan económicamente esos recitales. ¿Hasta dónde debemos soportar el antisemitismo en el arte y en la cultura?

En plena época de la cancelación, debemos encontrar un punto medio entre la censura y la circulación sin límites de discursos de odio. El de Waters lo es sin duda y por eso es necesario denunciarlo públicamente para que quienes lo escuchan o lo admiran lo sigan haciendo si quieren pero siendo muy conscientes de la violencia que transmite.

Por eso es fundamental que quienes defendemos los valores democráticos denunciemos en cada uno de los lugares en donde Waters se va a presentar el peligro que representa su mensaje lleno de odio. Que sean los tribunales quienes evalúen si el daño que sus palabras y sus acciones deben ser castigados.

Nosotros, desde nuestro lugar de institución que lucha contra el antisemitismo y todo tipo de discriminación, no estamos para censurar a nadie y tampoco estamos de acuerdo con el linchamiento público. Pero si estamos obligados a advertir que el mensaje de Waters es antisemita. Que nadie lo disfrace de otra cosa.        

Dr. Jorge Knoblovits es presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).