La Justicia de Colonia imputó con prisión al chofer personal del jefe de Policía del departamento, Jhonny Diego, por haber robado un equipo de audio que estaba en el interior de un auto incautado en un procedimiento de la Brigada Antidrogas local.
La investigación comenzó el 19 de mayo de este año, cuando un funcionario policial detectó que un vehículo Volkswagen Gol, que estaba estacionado dentro del predio de la seccional 15º de Colonia, tenía roto uno de sus vidrios. Además, el agente observó que en el vehículo había un "manojo de cables" sueltos, según consta en el dictamen de la fiscal Eliana Travers, quien logró que la Justicia imputara al indagado de un hurto especialmente agravado por su condición de funcionario policial.
La fiscal Travers estableció que lo robado por el policía ascendía al entorno de US$ 3000, y que entre las pruebas con que contó para solicitar la formalización de la investigación penal hay un video grabado por una mujer policía de Montevideo, que lo subió a la red social de Tik Tok.
En las imágenes registradas por esta persona –amiga del imputado, quien desconocía el delito–, aparece el vehículo del chofer de Diego estacionado en la puerta de la seccional, con "la valija abierta, (y) los equipos de música en su interior en funcionamiento". El auto estaba en ese lugar porque el imputado vivía en una vivienda del Ministerio del Interior ubicada exactamente al lado de la comisaría.
Otro de los elementos recabados por Travers es una conversación a través de un chat que mantuvo el indagado con otro funcionario policial, un integrante de la Guardia Republicana, a quien –sin que tampoco supieras del ilícito– le terminó vendiendo los equipos robados. En ese diálogo, el policía imputado reconoció que el equipo, que tenía instalado en su coche, estaba en realidad diseñado para otro modelo de auto.
Diego, el máximo jerarca policial de Colonia, dijo a El Observador que el agente había sido durante tres años el chofer del jefe anterior, Robert Yroa, y que este le había pedido que lo conservara en su puesto porque era alguien en quien podía confiar. "A Yroa lo conozco de toda la vida por haber trabajo juntos. Y cuando lo fui a relevar (en marzo), me pidió dijo que me quedara con el chofer, porque era de su confianza", dijo el actual jefe policial. "Y esto me sorprendió, porque en general los choferes de los jefes tienen un alto grado de confianza: andan todo el día con nosotros, escuchan nuestras conversaciones. Nunca pensé que podía pasa algo así", agregó.
El hombre, a quien la Justicia envió la cárcel este viernes durante 90 días como medida cautelar mientras la fiscalía avanza con su investigación, había tenido hasta el momento un buen desempeño policial. El funcionario estaba propuesto para ascender al grado de cabo, en parte por los méritos cosechados en procedimientos de narcotráfico. "Como policía era bueno, pero en algún momento perdió el norte", afirmó Diego, quien agregó que todo el asunto todavía le resulta "inexplicable".
"Era una persona que además conocía la interna de una investigación. Lamentablemente existe en la mentalidad del policía que el delincuente siempre es el otro, y en este caso, como los parlantes robados eran de un delincuente, habrá pensado: 'Ta, los puedo usar'. Pero es increíble que no se haya dado cuenta que lo que estaba cometiendo era un delito", añadió el jerarca.
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