El preparador físico uruguayo Sebastián Avellino, que trabaja en Universitario de Perú, sigue detenido en Brasil desde el martes de noche debido a que en un partido de fútbol de la Copa Sudamericana realizó gestos racistas frente a hinchas de Corinthians.
El episodio ocurrió durante el último minuto del encuentro que disputaron ambos equipos el martes de noche por el encuentro de ida de octavos de final del segundo torneo de Conmebol.
En las imágenes que se circularon en redes recién este jueves se puede ver al uruguayo en el momento que pasa frente a un grupo de hinchas brasileños y fingió ser un mono.
A raíz de esto, fue denunciado y la Policía lo detuvo en el mismo estadio. Desde allí fue llevado al Tribunal de Justicia del Estado de San Pablo, que ordenó prisión preventiva.
A medida que pasan las horas, la situación del preparador físico se complica más en Brasil, debido a que las penas por actos de racismo en ese país son duras y se pagan con prisión, además de multas.
Lo que resuelva la justicia brasileña es independiente a la decisión que podrá adoptar Conmebol, que a partir del camino que marcó el presidente Alejandro Domínguez en la lucha contra el racismo, intentan ser implacables y con sanciones ejemplarizantes.
En Uruguay, Nacional lo está viviendo en carne propia, fue sancionado con US$ 100.000 y se expone a una sanción de hasta US$ 400.000.
Marta Echarte, cónsul general de Uruguay en San Pablo, dijo este viernes que se le negó el recurso de habeas corpus que interpusieron los abogados de Avellino para que pudiera esperar el juicio en libertad.
¿Qué implica esto? Que el preparador físico quedará detenido en Brasil y será trasladado.
A raíz de esto, "Avellino no va a poder testimoniar en libertad, sino que quedará detenido por tiempo que no podemos determinar", expresó Echarte en Sport 890.
El uruguayo se encontraba detenido en Pinheiros, a una hora de San Pablo, pero es probable que lo trasladen a la prisión de Itaí, ubicada a 600 kilómetros.
La prisión de Itaí que a "trasmano, lejos, es problemático para ir, pero desde el punto de vista de seguridad nos sentiríamos más tranquilos porque es un centro de detención de extranjeros.
"En Pinheiros (el lugar en el que fue recluido en primera instancia), está con brasileños y dado el tenor que ha tomado el tema, es riesgoso", señaló.
Medios peruanos informaron este viernes que tres hinchas fueron los que denunciaron a Avellino y que la sanción por el delito de "prácticas, inducir o incitar la discriminación por motivos de raza, color, etnia, religión y origen" incluye penas de uno a tres años de prisión más una multa.
Además de las denuncias de los hinchas y de un Policía que estaba en la cancha custiodiando el sector en el que el uruguayo realizó los gestos, este video que circula en redes compromete al preparador físico de Jorge Fossati.
Antes que se conociera esta imagen, el miércoles Avellino y el club Universitario negaron las acusaciones.
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