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A un año de la caída, investigación acusa a prorrusos de derribar avión
Persisten los cruces de acusaciones por el misil que tiró abajo un aeronave con 298 pasajeros
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17 de julio de 2015 a las 05:00
Hoy se cumple un año de la caída del vuelo MH17 de Malaysian Airlines que hacía la ruta Kuala Lumpur-Amsterdam y cayó en el este de Ucrania con 298 personas a bordo. Ayer se filtró el informe de los investigadores holandeses, que inculpan a los separatistas ucranianos.
El Consejo de Seguridad de Holanda, que dirige la investigación, distribuyó su informe a los organismos homólogos de los otros países que participan en las pesquisas, así como a la empresa aeronáutica Boeing, fabricante del aparato. CNN accedió a ese documento, cuya publicación oficial se espera para octubre y que contiene detalles sobre la caída de la aeronave el 17 de julio de 2014, en plena guerra entre las fuerzas oficiales ucranianas y los rebeldes prorrusos del este del país.
Según las fuentes citadas por el medio estadounidense, en el borrador del informe redactado por la agencia holandesa "se señala desde dónde fue disparado el misil e identifica quién controlaba el territorio" y se acusa a "rebeldes prorrusos del derribo del MH17". Asimismo agrega que "el informe indica que se utilizó un misil ruso Buk tierra-aire, que se lanzó desde un pueblo controlado por los rebeldes prorrusos", Torez.
La prensa holandesa también se hace eco de que, en ese informe, se critica también a la aerolínea comercial malaya por no haber calibrado el riesgo de sobrevolar Ucrania oriental, una zona de conflicto.
Holanda pidió a Naciones Unidas la creación de un tribunal internacional para juzgar a los responsables del derribo de ese avión en el que, además de las 193 víctimas holandesas, viajaban 44 malasios, entre otros. Malasia, Bélgica, Australia y Ucrania respaldaron esta propuesta de investigación. Pero Rusia se niega y, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene derecho de veto.
"Putin explicó con detalle la posición rusa de que es prematura y contraproducente la iniciativa de algunos países, incluida Holanda, de crear un tribunal internacional que juzgue a las personas responsables del derribo del avión malasio", según un comunicado del Kremlin divulgado ayer después de que tuviera lugar una conversación telefónica entre el jefe de Estado ruso y el primer ministro holandés, Mark Rutte.
La misma postura había defendido el día anterior el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, quien en declaraciones a medios rusos dijo que "para investigar crímenes penales no es necesario crear un tribunal internacional". Se trata de un nuevo intento de Moscú por desmarcarse del hecho, al que es vinculado por el apoyo que siempre ha dado a los separatistas ucranianos, pese a que lo ha negado varias veces.
En cambio, el Consejo de Seguridad holandés no hizo comentarios hasta el momento.
Según la demanda planteada en Chicago, Strelkov está acusado de haber "ordenado, ayudado y/o motivar este acto y/o conspirar junto con las personas que lanzaron el misil" contra el Boeing 777. El planteo es de 17 víctimas, que exigen US$ 50 millones cada una. En su mayoría son holandeses y británico.
En su blog, el separatista respondió al planteo judicial: es "el síntoma profundo de que la vida de las víctimas no vale más que dinero" para sus familiares, denunció.
En la red social VK.com el líder rebelde prorruso Igor Girkin publicó minutos después de la caída: “Acaba de ser derribado un avión en algún lugar cerca de Torez. Les hemos advertido que no volaran nuestro cielo”.
Los ucranianos divulgaron el registro de una conversación telefónica entre Alexander Khodakovsky, comandante rebelde, y uno de sus subordinados. Le pide que se haga con las cajas negras del avión, que son reclamadas por Moscú. Los rebeldes entregaron las cajas negras tres días después del incidente.
Rusia también denunció que, pese a que se sabía de los riesgos en el aire del área de combates, Ucrania no cerró el espacio aéreo sobre la región convulsiva y así permitió los hechos. “Obviamente, Ucrania no quiso perder dinero debido al cierre del espacio aéreo y el resultado de esta avidez fueron las 298 víctimas”, denunció el agente.
El Consejo de Seguridad de Holanda, que dirige la investigación, distribuyó su informe a los organismos homólogos de los otros países que participan en las pesquisas, así como a la empresa aeronáutica Boeing, fabricante del aparato. CNN accedió a ese documento, cuya publicación oficial se espera para octubre y que contiene detalles sobre la caída de la aeronave el 17 de julio de 2014, en plena guerra entre las fuerzas oficiales ucranianas y los rebeldes prorrusos del este del país.
Según las fuentes citadas por el medio estadounidense, en el borrador del informe redactado por la agencia holandesa "se señala desde dónde fue disparado el misil e identifica quién controlaba el territorio" y se acusa a "rebeldes prorrusos del derribo del MH17". Asimismo agrega que "el informe indica que se utilizó un misil ruso Buk tierra-aire, que se lanzó desde un pueblo controlado por los rebeldes prorrusos", Torez.
La prensa holandesa también se hace eco de que, en ese informe, se critica también a la aerolínea comercial malaya por no haber calibrado el riesgo de sobrevolar Ucrania oriental, una zona de conflicto.
Holanda pidió a Naciones Unidas la creación de un tribunal internacional para juzgar a los responsables del derribo de ese avión en el que, además de las 193 víctimas holandesas, viajaban 44 malasios, entre otros. Malasia, Bélgica, Australia y Ucrania respaldaron esta propuesta de investigación. Pero Rusia se niega y, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene derecho de veto.
"Putin explicó con detalle la posición rusa de que es prematura y contraproducente la iniciativa de algunos países, incluida Holanda, de crear un tribunal internacional que juzgue a las personas responsables del derribo del avión malasio", según un comunicado del Kremlin divulgado ayer después de que tuviera lugar una conversación telefónica entre el jefe de Estado ruso y el primer ministro holandés, Mark Rutte.
La misma postura había defendido el día anterior el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, quien en declaraciones a medios rusos dijo que "para investigar crímenes penales no es necesario crear un tribunal internacional". Se trata de un nuevo intento de Moscú por desmarcarse del hecho, al que es vinculado por el apoyo que siempre ha dado a los separatistas ucranianos, pese a que lo ha negado varias veces.
En cambio, el Consejo de Seguridad holandés no hizo comentarios hasta el momento.
Demanda judicial
Por otra parte, ayer trascendió que los familiares de los fallecidos en el vuelo presentaron una demanda en Estados Unidos por casi US$ 850 millones contra el exjefe separatista Igor Strelkov, al que acusan por el derribo. El hombre fue líder de la mayor parte de las fuerzas separatistas durante los primeros meses del conflicto en Kiev, antes de que fuera destituido en agosto de 2014.Según la demanda planteada en Chicago, Strelkov está acusado de haber "ordenado, ayudado y/o motivar este acto y/o conspirar junto con las personas que lanzaron el misil" contra el Boeing 777. El planteo es de 17 víctimas, que exigen US$ 50 millones cada una. En su mayoría son holandeses y británico.
En su blog, el separatista respondió al planteo judicial: es "el síntoma profundo de que la vida de las víctimas no vale más que dinero" para sus familiares, denunció.
Los argumentos contra Rusia
Fotografías y videos de un sistema de misiles Buk tomadas en la zona desde donde se calcula que se lanzó el del ataque. En una imagen del día posterior al incidente se ve que falta un misil.En la red social VK.com el líder rebelde prorruso Igor Girkin publicó minutos después de la caída: “Acaba de ser derribado un avión en algún lugar cerca de Torez. Les hemos advertido que no volaran nuestro cielo”.
Los ucranianos divulgaron el registro de una conversación telefónica entre Alexander Khodakovsky, comandante rebelde, y uno de sus subordinados. Le pide que se haga con las cajas negras del avión, que son reclamadas por Moscú. Los rebeldes entregaron las cajas negras tres días después del incidente.
El Kremlin desmiente
Moscú alega que el misil que derribó el avión aquel 17 de julio de 2014 fue disparado desde posiciones ucranianas. Ayer el vicepresidente de la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia), Oleg Storchevói, indicó que, si un misil Buk hubiera sido lanzado desde el territorio controlado por los rebeldes, este habría sido registrado por los radares que hay en la zona.Rusia también denunció que, pese a que se sabía de los riesgos en el aire del área de combates, Ucrania no cerró el espacio aéreo sobre la región convulsiva y así permitió los hechos. “Obviamente, Ucrania no quiso perder dinero debido al cierre del espacio aéreo y el resultado de esta avidez fueron las 298 víctimas”, denunció el agente.
