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Abascal de volante: una vieja historia que tiene ensayo y error en el Capurro
La primera formación de Mario Saralegui en Los Aromos, para preparar el equipo que este sábado jugará ante Liverpool por la décima fecha del Apertura, generó la pregunta. ¿Abascal de volante central? Sí. Los que menos se sorprendieron con la novedad del nuevo técnico aurinegro fueron los hinchas de Fénix, el club que formó al futbolista a partir de Sexta división, que luego lanzó al profesionalismo. Ya lo vieron jugar como volante tapón.
Transcurría el año 2015 y el entrenador Rosario Martínez no daba crédito a lo que veía. Se había ido en 2012 del club, encantado con un defensa juvenil, sobrino de Amaranto Abascal (ex volante central que fue figura en Nacional), con un físico privilegiado y unas condiciones técnicas que lo hacían destacarse entre sus pares, pero aún no había debutado aunque ya tenía 21 años. Así que, según recordó el DT a Referí, lo mandó a la cancha aquella tarde del 29 de marzo ante River Plate. Jugó nueve minutos. Quería darle confianza. Después de eso, transcurrieron seis temporadas en el club de Capurro, en medio de ese recorrido un semestre en Juventud, y desde hace dos temporadas está en Peñarol.
Este miércoles, si no se hubiera suspendido la décima fecha, Abascal habría sido la sorpresa táctica de Saralegui, con el defensa como volante central en una prueba que para el nuevo entrenador tiene sus fundamentos.
No es volante. Lo formaron como zaguero, pero sus condiciones le permiten desempeñarse en el medio. Le queda cómodo y lo hace bien. ¿Por qué? Rosario Martínez, quien lo utilizó en ese puesto lo explica: tiene presencia (1,89 metros de altura), marca, pone buenas pelotas a los costados (para la corrida de los punteros) y tiene muy buena pegada desde afuera, algo que aún no intentó debido a que su posición en la cancha no le brinda espacios para desarrollar esa fortalezas. En contra, es muy lento para una posición central en el campo.
Peñarol estrena este sábado a la 17.15 a Mario Saralegui como entrenador, después del impacto mediático que generó el lunes la llegada de un histórico del club y la forzada salida de Diego Forlán, en una movida inesperada en el club que adoptó el presidente.
Como siempre sucede, con los cambios de entrenadores, y en particular por la llegada del DT, el Peñarol de Saralegui saltará al campo con un espíritu renovado, y con la obligación de ganar para encauzar a los aurinegros en la carrera por el título.
Así como Álvaro Gutiérrez sorprendió y ganó todo en 2019 en Nacional con Rafa García, a quien pasó de la defensa al medio con un cambio revulsivo -pero no improvisado, porque conocía muy bien las condiciones del jugador al que había dirigido en juveniles-, ¿la movida de Abascal podrá generar un efecto similar?
