Acuerdo a dos velocidades con la UE cuenta con aval de Merkel

La estrategia conjunta de Brasil y Uruguay de avanzar en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea más allá de los obstáculos impuestos por Argentina, recibió ayer el espaldarazo de la principal mandataria del bloque de países del viejo continente. Se trata de la canciller alemana, Angela Merkel, que concedió su aval para un acuerdo "a dos velocidades" acerca el ambicioso objetivo trazado por la presidenta brasileña Dilma Rousseff, de sellar un pacto antes de fin de año.

Ayer dio inicio la segunda cumbre que reúne en Bruselas (Bélgica) a los representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños con los líderes de la Unión Europea, un mojón fundamental para alcanzar avances concretos de cara al acuerdo comercial entre el Mercosur y el bloque europeo.

"Hoy Angela Merkel en su intervención dijo que la Unión Europea está decidida a avanzar con el Mercosur a distintas velocidades si fuera necesario", destacó el vicepresidente Raúl Sendic en diálogo con El Observador. Junto al canciller Rodolfo Nin Novoa, el número dos del gobierno encabeza la delegación uruguaya en la cumbre.

Durante su intervención en la cumbre, Sendic señaló que "Uruguay reafirma su compromiso de fortalecer la alianza Mercosur Unión Europea". El vicepresidente llamó a alcanzar "un plan concreto en los próximos meses para lograr un acuerdo entre las dos regiones". Sostuvo también que hay respeto hacia los procesos internos de los pares de la región. "No somos policías de países hermanos", dijo.

Rousseff aseguró ayer en Bruselas que el Mercosur tiene la intención de hacer una propuesta arancelaria a la Unión Europea (UE) y calificó de "prioridad" las negociaciones con el viejo continente.

"Brasil, mejor dicho, el Mercosur, tiene la intención de hacer su propuesta y queremos saber si la Unión Europea está lista para eso", dijo Rousseff al llegar a la cumbre.

Ambos bloques tenían que haber intercambiado ofertas arancelarias el año pasado, pero esto no sucedió y desde hace meses las negociaciones parecen estancadas.

Hoy, al margen de la cumbre, los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay –los países del Mercosur que participan de esta negociación– se reunirán con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom.

Fuentes conocedoras de las negociaciones indicaron a AFP que participaría también uno de los consejeros de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para "intentar facilitar" la negociación. Tras este encuentro se espera una declaración conjunta.

"El Mercosur quiere consolidar esta relación (con la UE), avanzando en las negociaciones con la Unión Europea. Es una prioridad de la agenda externa del Mercosur y de Brasil", dijo Rousseff en la primera sesión de trabajo ayer con sus homólogos.

"Estamos listos para dar inicio al intercambio simultáneo de ofertas de acceso a los mercados, para que podamos concluir un acuerdo integral y equilibrado en 2015", insistió la mandataria del país que ocupa la presidencia rotativa del bloque regional.

En momentos en los cuales la economía de la región atraviesa su peor momento en más de una década, el gobierno apuesta fuerte a la integración extrarregional para sostener los niveles de crecimiento de la actividad uruguaya. El tratado de libre comercio con la Unión Europea es el norte de la política exterior, al tiempo que tanto el canciller Nin Novoa como el ministro de Economía, Danilo Astori, levantan el tono al referirse al Mercosur y evaluar su desempeño.

"El acuerdo con la UE podría ser un elemento de ayuda imprescindible, en primer lugar para mejorar el propio funcionamiento del Mercosur, que en los últimos tiempos ha dejado mucho que desear", dijo Astori durante una charla en la Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación de Uruguay.

De alcanzarse un tratado de libre comercio (TLC) entre el Mercosur y la UE, eso generaría "el enganche y la articulación con otros mega acuerdos que están desarrollándose en el mundo y que son oportunidades para el país", agregó el titular de Economía.

Astori sostuvo que Uruguay debe formar parte del bloque regional, pero con una visión de "regionalismo abierto".

Fue crítico con cómo ha venido funcionando el Mercosur. "Es una experiencia de integración con problemas últimamente", dijo.

Además, de acuerdo a Astori "ni siquiera" se ha llegado a rozar el objetivo inicial de mercado común con el cuál nació el Mercosur. La unión aduanera "es prácticamente más un obstáculo que una ayuda, está perforada por todos lados", afirmó. Asimismo, añadió que se ha puesto en cuestionamiento la zona de libre comercio, debido a las restricciones arancelarias y para-arancelarias que se han levantado y que han afectado a los socios más pequeños del bloque: Uruguay y Paraguay.

El ministro agregó que si bien es posible contemplar las necesidades que llevaron a Brasil y Argentina a recurrir a la implementación de medidas proteccionistas, el resto de los países del bloque pueden tener a su turno "la flexibilidad necesaria para hacer acuerdos fuera de la región".

Las economías de los socios más grandes del bloque viven momentos complejos. Brasil se encuentra en recesión, y encadena cuatro trimestres consecutivos de caída en su Producto Interno Bruto (PIB). Al mismo tiempo, debe lidiar con un elevado déficit fiscal, una tasa de desempleo que, aunque aún es baja en términos históricos, se encuentra en continuo aumento y una inflación que se acelera, alejándose de la meta del gobierno.

En tanto, en el otro país vecino la situación no es más sencilla. La actividad económica argentina se muestra estancada en la comparación interanual, con un incremento por debajo de 1% desde el primer trimestre del año pasado, una suba de precios de más de 30% anual y un fuerte problema de confianza institucional.

En ese contexto regional, la relación comercial de Uruguay con Brasil y Argentina se vio fuertemente afectada. En el acumulado a mayo las ventas a Brasil cayeron 22%, mientras que las colocaciones a Argentina se estancaron luego de años de caída, de acuerdo a Uruguay XXI.

La combinación de la desaceleración de la economía nacional y de la vulnerabilidad de los socios de la región hace imperiosa la concreción de más acuerdos. "Las dificultades del tipo de las que estamos viviendo no se combaten cerrando la puerta, más bien se agravan cerrándola", graficó Astori. "Uruguay no tiene otro destino estratégico que no sea el de ser un país cada día más abierto al mundo", indicó.

En el año móvil cerrado a mayo Uruguay comerció con 163 países. La UE se llevó el 10,6% de las colocaciones, de acuerdo a datos de la Unión de Exportadores.

En el marco de la cumbre en Bruselas, el canciller argentino Héctor Timerman se reunió con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, según consignó el portal del diario del vecino país, Página 12. En esa reunión, el mandatario griego le preguntó sobre cómo Argentina se repuso a la crisis de principio de siglo, a lo que Timerman le respondió: "La economía no se recupera con planes de austeridad".