Alemania: la inflación y el aumento de las tarifas trajeron de vuelta las “protestas de los lunes”

Pero a diferencia de lo que ocurría antes de la caída del Muro de Berlín, cuando las manifestaciones eran contra el régimen socialista de partido único, el tema es ahora la inflación y en especial el alza de las tarifas de servicios públicos.

Las “protestas de los lunes” han vuelto y ya no son convocadas solamente por fuerzas de izquierda, sino que también la ultraderecha se ha lanzado a disputar la calle. Pero con orden alemán.

Con una inflación anualizada del 7,9 %, Alemania es por ahora uno de los países menos golpeados por este fenómeno “nuevo” gatillado por la guerra en Ucrania desde febrero pasado.

En la Unión Europea, la inflación roza ya el 10% y en los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, las tasas superan ya el 20%.

Pero en el territorio alemán la suba de precios se cruza muy fuertemente con las restricciones energéticas producto del cese del suministro de gas ruso, que obliga a pensar enun inverno con pocacalefacción y acaso una recesión por el cierre de industrias por falta de combustibles.

El foco en Leipzig

El gobierno alemán ya ha dispuesto un paquete de ayuda por€   65.000 millones.  Pero muchos lo ven insuficiente frente a las penurias actuales y las que se avecinan.

Los partidos de izquierda y de derecha en Alemania ya anunciaron un "otoño caliente" con manifestaciones regulares los lunes, que se iniciaron esta semana.

Primero fue la fracción más pequeña de la oposición en el Bundestag, la del Partido La Izquierda, que convocó a realizarla en la ciudad deLeipzig bajo la consigna "Abajo los precios – La energía y la comida se deben poder pagar”.

 En esa misma ciudad, pero en 1989, la gente protestaba los lunes contra el régimen de la ex República Democrática Alemana (RDA), la Alemania Oriental, con el clamor "Nosotros somos el pueblo”.

La convocatoria lanzada por Sören Pellmann, jefe del grupo de diputados izquierdistas en el Bundestad de Leipzig, fue criticada por sus aliados del partido Verde por la resonancia históricas del llamamiento.

Pellmann usó el término "Montagsdemo" (Manifestación de los lunes), claramente evocativa de la revolución pacífica contra el partido comunista de Alemania Oriental, el SED, que algunos ven como un precursor de La Izquierda (Die Linke) actual.

Pero a ellos se sumaron partidos de extrema derecha como AfD y Sajonia Libre, cuyo ideario dista del de La Izquierda pero también creen representar un sentimiento de enojo generalizado por la actual situación.

 Janine Wissler, que comparte el liderazgo de La Izquierda, subrayó que, justamente, no se debía dejar en manos de la extrema derecha las protestas contra las consecuencias económicas y sociales de la guerra rusa en Ucrania, y ratificó el rumbo de las protestas sociales de los lunes.

Sobre todo cuando los de "sajones libres' expresaron conformidad con el lemaizquierdista y convocaron el lunes pasado al mitin en el mismo sitio, en cercanías de la estación de trenes de Leipzig.

Para evitar confusiones, La Izquierda presentó una demanda legal, y ganó la preferencia, pero sin evitar que las protestas de los lunes se generalicen en toda Alemania y con convocatorias de extrema derecha además de los autores de la iniciativa.

Durante la pandemia habían reaparecido como las “caminatas de los lunes”, que reunían a los opositores a las medidas sanitarias restrictivas y cuando Angela Merkel autorizó el ingreso de inmigrantes sirios y de otros países en guerra.Pero la tradición viene de más lejos, de la ex República Democrática Alemana en tiempos previos a la caída del Muro de Berlín.

Sin otro punto en común que no sea planificar ordenadamente cuándo y cómo protestar, el alza de los precios y en especial de las tarifas de los servicios públicos han vuelto a ponera las “protestas de los lunes” en el orden del día.

El peso de la historia

El grito “Somos el pueblo” fue retomado en el 2014 por los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA), un grupo xenófobo que comenzó a manifestarse los lunes contra el aumento de la inmigración.

Primero en el estado federado de Sajonia, y luego en toda Alemania, el movimiento alcanzó su punto máximo cuando la canciller demócrata cristiana Angela Merkel abrió, en 2015, las fronteras a alrededor de un millón de refugiados, principalmente de países en guerra civil como Siria, Afganistán e Irak.

Con el lema "Somos el pueblo", trataron de vincular esas protestas con la revolución pacífica contra la dictadura socialista en la ex RDA.

Mas recientemente y disfrazada de “paseo” contra medidas de restricción sanitaria durante la pandemia, la protesta de los lunes tuvo un nuevo apogeo en el 2020.

Las protestas contra la política del gobierno federal para contener el virus, fueron conocidas como "caminatas" que se realizaron los lunes.

Pero con el descenso del número de contagios y la abolición de casi todas las restricciones, incluida la obligación de llevar mascarilla en comercios, cines o salas de conciertos, la variante de las manifestaciones de los lunes terminó diluyéndose.

Pero ahora las protestas tienen nuevamente base firme, ya que nada hace prever por el momento que cesen las restricciones energéticas ni que la inflación descienda.

Un otoño boreal que pronostican no muy frio parece ser la mejor garantía de que las “protestas de los lunes” seguirán de modo regular mientras el termómetro lo permita.

(con información de DW)