América Latina y el Caribe: menos crecimiento económico y más pobreza e indigencia

Según el documento difundido en Santiago de Chile, titulado “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?”, la situación derivará en que 7 millones 800 mil latinoamericanos se sumarán a los 86 millones 400 mil cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo.

El estudio indica que después de la expansión del 6,3% del PBI regional en 2021, la zona alcanzará este año un crecimiento anual promedio del 1,8% -tal como informó el organismo el 27 de abril pasado- y tenderá a regresar al lento patrón de crecimiento del período 2014-2019 con promedio anual de solo el 0,3%.

El informe, que fue presentado en una conferencia de prensa por el Secretario Ejecutivo Interino de la Comisión, Mario Cimoli, subraya que la presente coyuntura “no debe ser vista como un fenómeno aislado pues sus efectos se combinan con los causados por más de un decenio de crisis financieras internacionales, tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia”.

Con relación a la evolución de los precios, la CEPAL señala que “las economías de la región comenzaron a experimentar un incremento en 2021, que finalizó con una inflación anualizada que alcanzó el 6,6 por ciento, aumentó al 8,1 por ciento en abril pasado y se mantendrá elevada durante el resto de este año”.

Teniendo en cuenta los efectos del lento crecimiento y la aceleración de la inflación, la CEPAL prevé que la pobreza y la indigencia se elevarán por sobre los niveles de 2021. La incidencia de la pobreza regional alcanzaría el 33,7 por ciento -1,6 puntos porcentuales más que el valor de 2021-, mientras que la indigencia alcanzaría el 14,9 por ciento -1,1 puntos porcentuales más- como reflejo del fuerte aumento de los precios de los alimentos. “Niveles notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia y que implican un nuevo retroceso en la lucha contra la pobreza”, destaca el informe. 

Propuestas

“Para responder a la coyuntura y dinamizar un crecimiento sostenible e inclusivo se requerirán políticas fiscales y monetarias procrecimiento”, afirma el estudio. En este sentido, el documento enfatiza “la necesidad de seguir utilizando la política fiscal como elemento central de la política de desarrollo, lo que requiere fortalecer los ingresos públicos para ampliar el espacio fiscal, reducir la evasión, reorientar los gastos tributarios y fortalecer la progresividad de la estructura tributaria”.

Con relación a la inflación, puntualiza que la dinámica obedece a factores por el lado de la oferta y que para contenerla “es necesario utilizar el más amplio espectro de herramientas disponibles, combinando el uso de la tasa de política monetaria con instrumentos macroprudenciales y cambiarios a fin de enfrentar la inflación y minimizar los efectos negativos sobre el crecimiento y la inversión”.

Cimoli concluyó afirmando que América Latina y el Caribe enfrenta nuevos escenarios geopolíticos: “La ruptura de la globalización puede llevar a diferentes configuraciones regionales, que determinarán sus políticas con base en objetivos de soberanía en defensa, energía, alimentos y sectores industriales clave, desde los de alta tecnología hasta algunos de insumos de amplio uso, como los fertilizantes”. En ese contexto, Cimoli advirtió que “la región no puede continuar actuando de manera fragmentada” y que los desafíos “requieren formular e implementar respuestas en conjunto, o bien desde los diferentes bloques de integración”.