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ANEP discute este miércoles prolongar la suspensión de presencialidad
El plan original era que las escuelas permanecieran abiertas. Luego la cosa se complicó y se definió cerrarlas por unos pocos días. La idea entonces era aprovechar el receso de Semana Santa para luego retornar de forma gradual. Pero la situación no mejoró, y entonces la enseñanza volvió de turismo con cinco días más de clases a distancia.
La situación epidemiológica es dinámica. Y la educación presencial, una de las banderas que enarboló el gobierno de Luis Lacalle Pou como símbolo de la buena gestión sanitaria y un diferencial de Uruguay durante buena parte de la pandemia, es hoy una de las víctimas del aumento de los casos de coronavirus y la tensión sobre el sistema de salud.
Este miércoles, a dos semanas de que entrara en vigencia la suspensión provisoria de la presencialidad en la educación –días antes se había suspendido la obligatoriedad de la presencialidad–, el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se reunirá para discutir una posible prolongación de la medida, ante un escenario que aún no muestra la ansiada desaceleración de contagios e ingresos al CTI por covid-19.
Según contaron fuentes del gobierno, hasta este martes se manejaba la idea de extender la suspensión de la presencialidad para evitar un aumento de la movilidad en un contexto de alta presión sobre el sistema sanitario.
Dentro del Ejecutivo varios consideran que la situación no amerita un afloje de las medidas y por eso es que las autoridades de la educación discutirán la continuidad de las clases a distancia.
La definición, que será del Codicen (órgano autónomo) presidido por el colorado Robert Silva, cuenta con el asesoramiento del Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y Presidencia.
Juan Gabito, consejero de ANEP en representación del oficialismo, dijo a El Observador que si bien hasta este martes no contaban con "el insumo principal", que es el informe del MSP, la "presunción en base al sentido común" es que se extenderá la medida algunas semanas más.
"La lógica indica que si la situación no mejoró probablemente se continúe con la no presencialidad", afirmó Gabito, y señaló que está arriba de la mesa la posibilidad de prolongar durante el mes de abril la suspensión.
El consejero advirtió a su vez que sería "razonable" que las medidas se plantearan por plazos mayores a una semana, para poder adoptar "planificaciones más largas". Gabito mencionó como argumento la "incertidumbre" que implica para las familias, el cuerpo docente e incluso la alimentación escolar el hecho de tomar una decisión "semana a semana".
En declaraciones a radio Uruguay, Gabito agregó que la decisión de suspender la presencialidad "no la tomó la ANEP, sino el gobierno nacional por la situación sanitaria" y que "la determinación de cerrar los centros no previno de los contagios intracentros, sino para frenar la gran movilidad que implica que 700.000 alumnos y más de un millón de funcionarios se trasladen".
Según informó El País a partir de datos del Plan Ceibal, en Uruguay hay unos 25 mil estudiantes que no disponen de conexión a la plataforma: en Primaria son el 5% de los estudiantes; en educación media el 8%.
Robert Silva dijo a radio Universal que "la obligatoriedad está vigente de acuerdo a las posibilidades”, pero que ello no significa estar "de vacaciones".
