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Antía: “Hay una contradicción del gobierno en el mensaje general” hacia los extranjeros 

El intendente de Maldonado analizó la marcha de la temporada en pandemia, y dijo que insistirá al gobierno para que deje ingresar extranjeros en febrero
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09 de enero de 2021 a las 05:04

El intendente Enrique Antía va por su segundo mandato consecutivo en Maldonado. En medio de una temporada atípica, golpeada por la pandemia, el dirigente nacionalista ha hecho intentos para que el gobierno habilitara el ingreso de extranjeros a partir de la segunda quincena de enero, a quienes dice que podrá controlar durante la cuarentena. Ahora insistirá para que se abran las fronteras en febrero.

Para Antía, “es de justicia” que quienes “creyeron en el país e invirtieron en él” puedan volver a sus casas o comercios y es una “contradicción” que el gobierno fomente que inversores extranjeros se instalen, pero no los deje ingresar. 

A continuación, un resumen de la entrevista con El Observador. 

¿Cuál es la primera impresión de lo que va de la temporada? 

Que van a faltar los extranjeros. Es un dato de la realidad. Basta con ir a la costa, mirar un estacionamiento de vehículos y reparar en las chapas. Y cada 20 hay una extranjera, de gente que vino antes de la prohibición o que vive acá. Pero básicamente falta todo el turismo histórico de Punta del Este de argentinos, brasileños y paraguayos. 

¿Cuánto va a pegar eso en las arcas del departamento y de la intendencia?

Va a pegar mucho. La temporada, mirando el fin de semana, olfateando lo que puede pasar el próximo y sabiendo hasta dónde se va con los uruguayos, va a estar como máximo al 50% de una temporada normal. Es una temporada por la mitad, pero es mejor que nada. 

Tampoco es suficiente

Tampoco es suficiente para la cantidad de gente que hoy vive en Maldonado y que precisa del turismo. Tenemos dos principales rubros que son la construcción y el turismo. Y nos faltó el turismo. Dentro de ese sector algunos están horribles. El Enjoy, Solanas, Gran Hotel… Todos están trabajando a pérdida. Y el golpe fue muy grande. Por otro lado, el otro elemento importante y básico es la construcción, que está marchando. 

¿Se refiere a los emprendimientos que estaban encaminados y que por ahora no hay indicios de que se vayan a cancelar? 

Claro. (Muestra una serie de gráficas) En Maldonado entre 2016 y 2020 se habilitaron 1.800.000 metros cuadrados de obra. ¡Es un disparate! La construcción viene respondiendo porque incluso algunas de las obras que se empezaron, como proyectos especiales, se están terminando ahora. Eso nos va defendiendo y es otro rubro importante para la economía de Maldonado.

Mencionaba el proyecto de San Rafael, medios locales informaron que Cipriani tiene la intención de reducir su inversión y modificar el proyecto original. 

Acá no presentó nada. 

¿Pero lo ha escuchado?

He escuchado sí. Una señal positiva es que pagó otra de las cuotas de la compra del terreno, una cifra muy grande, como de US$ 8 millones. Hubo un paréntesis porque estaba pendiente la aprobación del casino, que el gobierno habilitó. Pero tiene un período de 45 días aún para depositar una cifra de garantía, que todavía no se ha hecho. Sentí sí que iban a hacer un replanteo de la obra donde mantendría la reestructuración total del San Rafael, que es condición sine qua non. Lo que cambiaría es un poco los edificios de atrás. Pero acá todavía no se presentó nada y si hay alguna modificación del plan original tiene que ir a la junta. Lo importante es la percepción de que va a seguir adelante. Yo estaba preocupado porque toda el área de hotelería de la empresa de Cipriani está cerrada en el mundo, solo hay dos o tres abiertos. Y eran parte del flujo económico para hacer esto, pero por ahora parecería que sigue. 

"Es de justicia que aquellos (extranjeros) que creyeron en el país e invirtieron en él pueden venir a sus casas o a sus comercios. Y, sin embargo,  puede venir cualquiera de Montevideo, sin hisoparse, y desparramar todo el virus. Porque no hay control en ese sentido" 

Decía que se nota la falta de extranjeros y ha declarado que tiene la expectativa de que, con un plan estructurado, los extranjeros propietarios de inmuebles en el departamento ingresen. ¿Llegó a plantearlo formalmente? 

Sí. Nosotros fuimos a plantearlo en nombre de Maldonado junto con el sector privado. Una propuesta que consiste en un control directo a aquellos que son propietarios y que ingresen al país. 

¿Dónde la planteó?

Por escrito, se la dejamos al gobierno en una reunión al más alto nivel que tuvimos con el secretario de la Presidencia (Álvaro Delgado), el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (Isaac Alfie) y el ministro de Salud (Daniel Salinas). Pero fue el día en el que se tomó la decisión del cierre de fronteras, el 16 de diciembre. Ahora con la extensión del cierre de fronteras quedará a nivel de estudio del gobierno. Más allá de eso, somos optimistas. Creo que fue muy buena la posición de preservar en las fiestas lo que podía haber sido una gran fuente de contagios si venían los brasileños, que en números importantes vienen en verano, así como los argentinos, más de 100 mil. Eso era un riesgo terrible y el gobierno tomó una medida firme, dura,  pero correcta para aguantar esta instancia. Analizar la posibilidad de traer a los propietarios quedó fuera de lugar.

¿Le parece que las condiciones sanitarias en las que está el país lo permiten? Maldonado en particular está en un nivel amarillo. 

Maldonado se había cuidado mucho y teníamos niveles de muy poca circulación del virus. Nos cuidamos en extremo durante muchos meses con parques cerrados. En el departamento casi todo el mundo usaba tapabocas. 

Pero también hubo varios ejemplos de extranjeros que violaron la cuarentena y de argentinos que llegaron

No, no. Hubo algún ejemplo, pero no varios, que jugó en contra. Nuestro objetivo era llegar lo más sanos posibles para la temporada, porque la precisamos para el trabajo de nuestra gente. Por eso tantas medidas de precaución, a sabiendas de que en la temporada iba a venir el 70% o 80% del turismo del Uruguay que iba a salir de Montevideo rumbo a Canelones, Maldonado y Rocha. Teníamos que cubrirnos en eso. Hoy tenemos entre 15 y 20 casos nuevos todos los días. Está circulando el virus en Maldonado pero en menor proporción que en otros lugares. Lo que también muestra que las medidas en primera instancia que se tomaron de prevención están ayudando a que esto no explote a nivel país. Dentro de ese marco es que hay que empezar a analizar de vuelta la propuesta que hicimos porque es de justicia que aquellos que creyeron en el país e invirtieron en él pueden venir a sus casas o a sus comercios. Y, sin embargo,  puede venir cualquiera de Montevideo, sin hisoparse, y desparramar todo el virus. Porque no hay control en ese sentido. Lo que planteábamos es un hisopado, por supuesto, y cuarentena controlada por nosotros. Nos hacíamos cargo del control. Además, son propietarios, así que no habría mayores inconvenientes. Porque si usted entra a cualquier edificio de Punta del Este y habla con los porteros o con los garajistas le van a decir que hay un control en los edificios cuando hay una cuarentena. También incluía la instrumentación de una tasa para cubrir los costos del segundo hisopado, con garantía y seguro médico en caso de que hubieran internaciones. Había toda una escalera de propuestas muy estudiadas que podían garantizarnos que no se fuera de las manos. Yo tengo la expectativa de que pueda tener validez ese proyecto y le pueda significar a Maldonado que febrero y marzo tenga una mejoría en la temporada.

Decía que consideraba de justicia tener esa excepción con los propietarios y que en el caso de los montevideanos no hay ninguna restricción. ¿Es una especie de discriminación? 

No, por supuesto que no es una discriminación. Lo que pasa es que hay una contradicción del propio gobierno que por un lado está invitando a la radicación –con una inversión de x millones de dólares– y ese puede venir. Lo habían autorizado en Cancillería haciendo los trámites correspondientes. ¿Pero el que invirtió por tantos años y que tiene capital acá y paga sus impuestos? Ese no. Hay una contradicción en el mensaje general. Y esto ayuda a destrabar esa situación. Nos vamos a alinear sí o sí con lo que haga el gobierno nacional, no pretendemos hacer ninguna cosa que no esté en eso. 

¿Cómo es su diálogo con el presidente? 

Es un vínculo normal y bueno. No hay nada que objetar de ese relacionamiento. Hice unos comentarios en un canal de televisión sobre la posibilidad de extender el horario nocturno, hasta la 01:00, y recibí un mensaje al poco rato del presidente preguntándome si eso lo iba a plantear formalmente. De hecho, ya estaba planteado en Presidencia. Yo no hice más que hacerlo público. Porque es de sentido común. Hoy se hace de noche a las 20:30, entre que vas a tu casa, te pegás un baño, te acomodás, salís a las 21:30 o 21:45. Hay posibilidades de un solo turno en un restaurante, porque tienen menos mesas y prácticamente un solo turno. Si el cierre lo hacés a la una, entra otro turno y los restaurantes tienen un poco más de trabajo, también los mozos. Y no cambia en la ecuación de control. Es más, creo que es mejor que la gente esté desparramada en lugares controlados y no que se aglomere en la costa porque no puede estar en ningún lado. Es una medida de sentido común, de ajuste, de una medida que fue muy buena para el país. Yo le contesté en el mensaje que íbamos a insistir con esto a partir del 10. Antes, violín en bolsa y esperar. No es Antía el que tiene que decidir, es el gobierno nacional y sus asesores. El diálogo existe y la comunicación existe. Lo que yo no me ando sacando fotos todos los días con el presidente. Porque yo tengo que trabajar acá y él allá. 

¿Eso es una indirecta para algunos? 

(Risas) No, no sé. Hay algunos que les encanta. 

¿Por qué en Maldonado no se hizo algo similar a lo que aplicó Rocha en el caso de los alquileres de casas, que en el contrato incluyen un tope de 10 personas? ¿Se consideró?

No. Nosotros dejamos en libertad al sector privado. No tiene nada que ver con los alquileres. Si son catorce en una familia, no van a partir la familia. En la mía somos 16. Yo tuve que hacer Navidad el 24 y el 25, dividir la familia en dos. No está fácil para una familia, pero lo hicimos, respetando el aforo. En los alquileres el propio tamaño de la casa marca el aforo. El primero que a nivel público habló que 10 personas era un límite fuimos nosotros. En el Congreso de Intendentes fuimos los primeros. 

Quedó dividido el Congreso en ese sentido. Al no haber referencia numérica en la reglamentación del derecho de reunión algunos optaron por la cifra de 10 personas pero otros no. 

Era como se interpretara. Y a nosotros nos pareció que un número de 10 personas era razonable como para que no hubiera montonera. Y eso fue lo que resolvió el Cecoed. Nos pusimos de acuerdo con la Policía, la Prefectura… 

Decía que en el departamento la gente se está cuidando. Pero hay algunas voces que apuntan en un sentido contrario. Por ejemplo, la médica Ana Bernengo, de la Unión Médica de Maldonado, fue muy crítica. 

Sí, que lloró y todo. Hay un grupito de médicos que planteó algunas cosas que son imposibles de llevar adelante. Tomar temperatura en los peajes… ¿De qué te vale? Tomaste la temperatura, encontraste a uno con fiebre… ¿Y qué hacés? ¿Lo obligás a dar vuelta para atrás? No podés obligarlo. Es lo que se hace ahora cuando entrás a un local y te toman la temperatura. El control se hace en la etapa final. La propuesta no fue lo suficientemente analizada por ese grupo de médicos, porque hicieron una cosa que es impracticable. Está bien, es una actitud de “cuidense”. Pero uno cuando llega el momento tiene que ver qué puede llevar adelante y qué no. 

Pero más allá de los grupos de médicos, en las playas durante varios días se tuvo que poner la bandera de aglomeraciones… 

Sí, pero eso es prevención. 

Y en la noche se ve que hay lugares con mucha gente 

Es muy sencillo. Nosotros hace varios meses que prohibimos las fiestas. No dimos ningún permiso en los últimos cuatro meses. Y cuando aparece una fiesta clandestina, caemos. Se nos podrá escapar alguna, pero el 95% de las fiestas clandestinas han sido disueltas. Ya hay una costumbre, hay un equipo en la intendencia reforzado por el Cecoed que está todas las noches saliendo a controlar. Pasa que también... Saben que está eso, entonces se autoconvocan por Whatsapp y aparece una fiesta de abajo de un monte. 

Un ejemplo de eso son las fiestas clandestinas en las chacras privadas, de difícil acceso

Pero no se ha escapado ni una. Porque, además, lo que estamos haciendo es multar al padrón. Ayer hubo una y lo que hicimos fue multar al padrón, hubo otra en José Ignacio en Navidad y se disolvió la fiesta. Esa multa al padrón le va a quitar las ganas de hacer fiestas. 

¿Usted puede asegurar entonces que el 95% de las fiestas clandestinas fueron controladas?

Sí, sí. Fueron controladas. Lo dicen quienes están al frente del servicio. Cada tanto aparece alguna que no la ves. 

También pasa que se dispersa la aglomeración pero a los pocos minutos esa misma gente se juntó en otro lado

Sí, puede ocurrir, pero ya no en los volúmenes del principio. Cuando ingresé al gobierno de Maldonado (2016) había un gran problema con las casitas de La Barra. Coordinamos con la Policía y con todas las fuerzas de Maldonado y se terminó. ¿Cómo? Con controles y multas. Establecimos un sistema en el que la multa era casi confiscatoria entonces el que alquilaba, que antes se lavaba las manos, dijo: “No, no corre más”. Siempre está ese elemento desafiante en los jóvenes de creer que no va a pasar nada. La verdad que eso muestra una falta de conciencia solidaria en la formación de muchos uruguayos, que sabiendo que esto genera problemas de enfermedad a los más veteranos, les importa un pito. La falta de formación en valores, desde la familia, hasta la falta de educación, es lo que permite este tipo de actitudes que no son buenas para la comunidad.

Ha dicho que cree que una vez que llegue la vacuna al país el escenario para el departamento va a ser otro totalmente distinto. ¿Cómo evalúa la gestión del gobierno en ese sentido? El Frente Amplio ha sido muy crítico y argumenta que se demoró mucho. 

El Frente Amplio en vez de jugarse por el país en este momento no se dio cuenta que perdió las elecciones. Hay diversos operadores del Frente Amplio que le erraron y el pueblo con el tiempo lo va a juzgar. Yo creo que aquellas convocatorias a cacerolazos y marchas que se hicieron eran desafiantes para el gobierno y generaron una actitud, no digo beligerante, pero sí de disconformidad, que hoy sigue cosechando y está en esa misma línea. Cuando se cerraron las fronteras era la oportunidad para que se congraciaran y no lo hicieron, jugaron en la cancha chica. Por eso están disconformes. Porque tienen que seguir en esa cancha que eligieron. Y no es una que al país le haga bien. 

Pero más allá de ese juego, que también es parte del rol opositor, ¿cómo lo evalúa usted? 

No tengo elementos para decirlo. Sería un atrevido si me pusiera a opinar en cosas que no me corresponden. Interpreto que confiaron en que el mecanismo del Covax iba a ser más eficiente y que tampoco se iba a acelerar tanto el ritmo de contagios. También pasó otra cosa: nadie en el mundo pensaba que iban a estar prontas las vacunas tan pronto. Como que de golpe estuvieron prontas y todo el mundo salió a pelear por ellas. Que opinen los técnicos de eso. Lo que veo es que en el horizonte hay una vacuna y que en la pos-vacuna, que acá va a llevar un tiempo largo –porque se podrán empezar a vacunar pero para llegar a la inmunidad de la comunidad van a ser unos cuantos meses– va a haber otro Maldonado. Porque muchísima gente ha venido al departamento en la pandemia y probó vivir el invierno acá y le encantó. Y hay un llamador sobrevolando que es la posibilidad de que en Maldonado se instalen varias zonas francas tecnológicas que permitan trabajar desde este lugar hermoso. 

¿En qué etapa están esas propuestas? 

Hay varias, diferentes. Pero puedo decir que en una reunión que tuve con el presidente de la República hace unos meses, después de haber sido electo intendente, el presidente me autorizó a decir públicamente que va a haber una autorización para instalar una zona franca tecnológica para el departamento. Algunas de las propuestas que están en la vuelta se van a terminar de concretar. 

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