Aquel Abrazo tuvo su merecido cierre

En esta segunda versión, el festival consistió en dos escenarios principales, un espacio dedicado a la electrónica, performances callejeras y boliches, cada uno con propuestas diferentes. La grilla, que comenzó a partir de las 20 horas, incluyó a varias de las bandas cuyos shows se vieron suspendidos por la tormenta, pero sus horarios superpuestos hicieron imposible poder ver un set entero si ver todas las bandas era el objetivo.

De esta manera, los escenarios fueron inaugurados por Congo y Vi-Em. Para cuando cayó el sol sobre la rambla fue el turno de Hablan Por La Espalda, que ofreció un ajustado set basado en su último disco, Sangre, más algunas canciones de su trabajo anterior Macumba. Al mismo tiempo y sobre el lago, el colectivo On Fire, liderado por Francisco Fattoruso, hacía lo suyo.

Para cuando llegaron las 22 horas el público comenzó a sentirse en cantidad. En el Escenario Lago se vio repleto con el show de La Triple Nelson que hizo corear al público con sus temas Verde, Para abrazarte, El último blues y su versión de La casa del al lado de Fernando Cabrera, con un derroche de blues y rock.

Con el correr de la noche, las idas y vueltas de escenarios ofrecieron un pantallazo más salpicado: Mateo Moreno, con el bajo a todo volumen, se lució con sus temas Maya y Al amparo con Sapo y Marcelo Gamboa de Contra Las Cuerdas; Loop Lascano tuvo una mini reunión durante el show de Sonia, donde interpretaron junto a Federico Lima el tema Gris; Boomerang con sus temas de Engañamundos y otros más antiguos como Malvado, sonó muy bien e hizo bailar al público; del otro lado Socio acumuló a gran audiencia con su pop y rock y ofreció un gran cierre con Click Click Click y Victoria, de su último disco Mini glorias.

Pasada la medianoche desde detrás del lago el oído unía el beat constante de la electrónica con el acelere punk de Trotsky Vengarán, los gruñidos carrasposos de Tabaré Rivero y la cadencia de una cumbia que sonaba desde algún boliche. En otro pequeño escenario, bailarines de candombe daban paso a cuatro bailarines de breakdance. Por los escenarios unos cabezudos modernos de La Loca Compañía atravesaban el público mientras que en otro lado el Circo Tranzat hacía sus performances y La Melaza dejaba su candombe en el aire.

Esa era la mezcla que Aquel Abrazo buscaba, y lo logró. Entre show y show el espectador podía perderse entre las propuestas para luego volver a los escenarios. Todo el tiempo pasaban cosas. La noche siguió apuntando alto con shows de Cuatro Pesos de Propina, Croupier Funk y ReyToro, y la seguidilla de DJs que mantuvo la energía alta en la pista. El abrazo tuvo su debido final.