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Armada reconoció que no pidió permiso a Ambiente para hundir naves en el Río de la Plata
El comandante en Jefe de la Armada, Jorge Wilson, reconoció que no se solicitaron los permisos al Ministerio de Ambiente para hundir las tres naves en el Río de la Plata, que además causó el daño de una lancha costosa, tal como informó El Observador. "Es verdad. La Armada se apegó a procedimientos del 1995 y del 1999, en los cuáles el marco actual no estaba vigente. Se hizo omisión en avisarle al Ministerio de Ambiente", reconoció el militar tras comparecer junto al ministro de Defensa Nacional, Javier García, ante la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados.
"Es una falla que ya se habló con el ministro. Se va a trabajar para ver de actualizar nuestros procedimientos", afirmó. "La Armada no intentó ocultar, fallamos en algunos procedimientos, en algunas de las cadenas de comunicación pero no ocultamos", agregó haciendo referencia al daño que sufrió la lancha auxiliar del ROU 51 “Isla de Flores” y que se informó en primer momento que se accidentó en un ejercicio de remolque en el puerto de Montevideo, cuando en realidad había sufrido daños en el hundimiento de las naves.
Wilson aseguró que ya se instaló el equipamiento que se dañó y solamente falta colocar el radar.
Sin embargo, en aquel momento cuando se consultó desde la Armada se dijo a El Observador que la lancha se había dado vuelta “en la entrada al puerto cuando realizaba tareas de adiestramiento de personal” y nada se informó del hundimiento de los barcos.
"El primer responsable soy yo", aseguró Wilson tras la reunión. Tanto él como García estaban convocados para explayarse sobre un proyecto de ley que preveía el ingreso de soldados estadounidenses al territorio y aprovechó la instancia para referirse a la polémica maniobra de la Armada.
De todas formas, el ministro deberá ir el lunes a la Comisión de Defensa pero del Senado para profundizar sobre la situación.
Las tres naves fueron hundidas a varios kilómetros de la costa tras ser cañoneadas por los barreminas Temerario (ROU 31) y Audaz (ROU 34).
Mientras la operación hundimiento seguía su marcha, la lancha volcada fue remolcada -dada vuelta- hacia el puerto de Montevideo.
Una vez en el puerto, los marinos intentaron sacarla del agua, izándola con una grúa. Pero otra vez algo no se hizo bien, la embarcación primero se elevó, pero luego cayó y se golpeó contra el agua, agravando sus daños.
El episodio ocurrió en noviembre. Fuentes de la Armada dijeron que se ordenó guardar silencio a todos los que habían tenido participación en estos sucesos.
Deshacerse así de una embarcación requiere de permisos ambientales difíciles de obtener, había dicho a El Observador el subsecretario del Ministerio de Ambiente Gerardo Amarilla.
