Tu correo es oro para las empresas a las que les comprás. Es un dato que puede llegar a ser tan sensible como tu nombre, fecha de nacimiento y hasta el barrio en que vivís.
Tu correo es oro para las empresas a las que les comprás. Es un dato que puede llegar a ser tan sensible como tu nombre, fecha de nacimiento y hasta el barrio en que vivís.
En la novena edición de la newsletter, quiero contarte cómo el mail se ha transformado en un valioso capital para las empresas de comercio electrónico, y por qué tenés que pensar dos veces antes de regalarlo en cualquier lado.
Ya lo dijo el periodista Brian X Chen, del New York Times, en una nota publicada este año: hasta no hace mucho, la industria de la publicidad digital solía colocar rastreadores, conocidos como cookies, en las páginas web para seguir el comportamiento de los usuarios y mostrarles anuncios personalizados.
Ahora cambiaron las reglas: se exige que las páginas web informen a los visitantes sobre el uso de cookies, que los usuarios pueden aprobar o rechazar, para recopilar datos. Esto se hace para aumentar la transparencia y dar a los usuarios más control sobre su privacidad en línea. Por eso han surgido nuevas herramientas para orientar los anuncios y es por eso que el correo electrónico ha cobrado popularidad.
“El mail me lo diste vos, me diste permiso. Ahí no hay un tema de privacidad”, me cuenta Antonio Todino, director de conversión de Fenicio, una empresa uruguaya especializada en e-commerce con decenas de clientes en su cartera.
Es probable que hayas decidido comprar un producto en internet. Y también es probable que, luego de apretar el botón comprar y hayas visto el monto que debías pagar, te hayas arrepentido. Y decidís cancelar la compra. Pero la empresa a la que le ibas a comprar tu decisión final no le pasa desapercibido e intentará persuadirte por mail. Una y otra vez. Los expertos lo bautizan como el síndrome del “carrito abandonado”.
Se envía un promedio de tres mails. El partido que juegan las empresas es tener un buen texto en el “asunto” del mail. “Tu carrito te está esperando”, me indicaba uno de ellos cuando casi compro auriculares. “Juan Pablo, durante tu visita has agregado productos a tu carrito pero no has finalizado tu compra. ¡No dejes pasar esta oportunidad!”, decía en el cuerpo del mail.
Yo no me tenté. Pero según Todino, en general en el correr del día el usuario termina con la compra.
Todo lo tienen absolutamente automatizado. Sobre todo cuando no usás servicios hace tiempo.
Me pasó con la principal empresa de delivery en línea. “Queremos que vuelvas a disfrutar de PedidosYa Market, por eso te regalamos $200 para que pidas ahorrando”, me enviaron la semana pasada. Justo necesitaba comprar un bidón de agua, y aproveché y compré otras cosas que necesitaba. Según los expertos de e-commerce estos clientes son catalogados como “clientes dormidos”. Y la verdad que me despertaron…
“De una empresa tengo todas las visitas históricas, y sé quiénes no entraron en los últimos 60 días. Entonces digo: ‘Tengo que despertarlo’”, comentó Todino. Una forma es empatizar con el cliente y ponerle en el cuerpo del mail “te extrañamos”. Con eso “tengo que lograr que entre en el flujo y si no hacés eso, la gente se va a otro lado”.
También están quienes buscan fidelizar a través de una primera compra. Me pasó con una empresa de tecnología: tras adquirir un teclado y un mouse para mi compu, el funcionario me pidió mi correo “solo para enviarme la factura por mail” que “me serviría de garantía” por seis meses. Dos días después de la compra me llegó un mail consultándome qué tal me había parecido lo que adquirí y links a la tienda en cuestión.
Sucede con los supermercados. Todino reveló que una cadena en Uruguay sabe bien esto de fidelizar clientes con los mails. Y dio un ejemplo: si vos sos un cliente que solés comprar cerveza, es probable que los viernes te llegue un mail promoviendo que adquieras un producto de este tipo.
Las empresas manejan plantillas para crear esos correos. Se tratan de modelos predefinidos, que facilitan la repetición de tareas específicas de manera uniforme y eficiente.
El mail ayuda a la hiperpersonalización del producto y en una plantilla donde se muestra una “vitrina” de productos para ti puede aparecerte algo y a mí otra cosa.
En Uruguay, cada vez las empresas conocen más qué clientes miran algo en una tienda online y luego concretan la compra en la tienda física, según Todino. Con herramientas tecnológicas cada vez más poderosas, se hace mucho más fácil.