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Baja de inflación impulsa optimismo en Brasil

Políticos esperan que votantes se beneficien de alza económica antes de elecciones
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01 de abril de 2018 a las 05:00
Joe Leahy-Financial Times

En un mercado callejero en São Paulo, Maria Ferreira da Silva, una trabajadora doméstica, se queja del precio de las verduras en la ciudad más grande de Brasil.

"Antes las papas costaban 2 reales, pero ahora cuestan 3 reales o 4 reales por kilo, el doble del precio", dice ella.

Sin embargo, admite que los precios de algunos otros alimentos básicos brasileños, como el arroz y los frijoles, han bajado. De hecho, aunque los brasileños comunes y corrientes –quienes han sentido el impacto de la recesión, el desempleo y la inflación en el pasado– aún no lo han percibido, los economistas dicen que Brasil está pasando por uno de los momentos más favorables para los precios al consumidor.

En marzo, el índice de precios al consumidor, el IPCA-15, subió 0,1 por ciento en comparación con el mes anterior. Fue la tasa más baja para marzo en 18 años. La baja inflación ha impulsado al banco central a reducir las tasas de interés a mínimos históricos, lo que ha generado la esperanza entre los analistas de que la sufrida economía de Brasil tal vez esté entrando en un prolongado crecimiento sin sobrecalentamiento.

Esto sería un momento único para Brasil; la economía más grande de Latinoamérica tradicionalmente ha tenido problemas con la inflación, que a principios de la década de 1990 alcanzó tasas de cerca de 5.000 % anual.

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La reducción en los precios no podría haber llegado en mejor momento para los consumidores o para el gobierno del presidente de centro derecha de Brasil, Michel Temer, que enfrentará elecciones en octubre. Conforme el país pasó por su peor recesión en la historia en 2015 y 2016, el desempleo alcanzó un máximo de más del 13 %.

Pero después de que alcanzó un máximo de casi 11% a principios de 2016, el índice clave IPCA cayó a 2,84% interanual en febrero, por debajo de la banda objetivo del banco central de 4,5% más o menos 1,5 puntos porcentuales.

Esto le ha permitido al banco central recortar su tasa de interés SELIC 12 veces en menos de 18 meses. La semana pasada, recortó nuevamente la tasa SELIC en 25 puntos básicos a 6.5 % y señaló una nueva reducción en mayo. Los recortes están levantando el ánimo de los mercados de capital de São Paulo.

Los economistas están divididos sobre cuánto durará el entorno inflacionario benigno. Tony Volpon, economista de UBS en São Paulo, dijo que, si bien Brasil tenía sus propias idiosincrasias, las economías avanzadas experimentaron períodos prolongados de baja inflación y crecimiento después de la gran crisis financiera.
"Hemos visto que suceden cosas similares en otras economías que sufrieron grandes recesiones, así que tal vez haya una analogía aquí", dijo el Volpon.

Algunas reformas emprendidas por el gobierno de Temer –como los cambios para flexibilizar la legislación laboral y eliminar gradualmente las subvenciones para préstamos del principal banco de desarrollo de Brasil, BNDES– también podrían contribuir a reducir la presión inflacionaria en la economía, dijo.

Otros, sin embargo, pensaban que la situación era cíclica. Según Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, muchos aspectos de la economía brasileña estaban indexados a la inflación histórica, como el salario mínimo; por consiguiente, cuando la inflación era alta, la indexación ayudó a mantenerla alta. Pero cuando la inflación bajó, la indexación funcionó a la inversa y la mantuvo baja.
Dijo que los efectos de la recesión y el desempleo se habían combinado con fuertes cosechas para reducir los precios.

"No creo que hayamos matado al dragón de la inflación para siempre porque se debe, en parte, a factores cíclicos en lugar de estructurales", dijo Ramos.

Queda por ver si todo esto se traducirá en un crecimiento económico mucho más fuerte. La economía creció sólo 1% el año pasado. Los economistas encuestados por el banco central pronosticaron un crecimiento de menos de 3% este año.

Las clases políticas dirigentes del país esperan que los votantes comiencen a sentir algunos de estos efectos positivos antes de las elecciones. La recesión, el colapso de los servicios públicos y los escándalos de corrupción han impulsado a los "forasteros" políticos, como el candidato presidencial de extrema derecha Jair Bolsonaro, dicen los analistas.

Pero según los clientes en el mercado de verduras en São Paulo, los positivos datos macroeconómicos aún no ofrecen mucho alivio a las masas.

"Todo es más caro", dijo Valéria Spinola, quien trabaja en el sector de cuidado de ancianos. "Antes sólo necesitabas traer 100 reales al mercado; ahora necesitas 200 reales".

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