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Barcelona busca ser la capital de la movilidad urbana sostenible del sur europeo
La movilidad urbana sostenible no pasa solo por sacar los coches de la calle, sino que tiene en la tecnología una de sus mejores apuestas para convertir los desplazamientos urbanos en eficientes e inteligentes evitando innecesarios recorridos más largos en tiempo y espacio, previniendo los siniestros y reduciendo la contaminación.
Es la movilidad urbana inteligente o movilidad urbana del futuro de la que Barcelona se erige como banco de pruebas cediendo su espacio público para que las empresas y ‘start-ups’ que trabajan en proyectos innovadores en el sector puedan testear sus productos en un entorno real.
La iniciativa, aprobada hoy, es fruto de un acuerdo entre el ayuntamiento, EIT Urban Mobility, la Fira y la DGT, y tiene como finalidades el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y convertir Barcelona en la capital de la innovación en movilidad urbana del sur de Europa.
Dos proyectos en marcha
De entrada, hay dos proyectos en marcha que ya se están testando en el espacio público de Barcelona: uno que afecta a la Gran Vía, el espacio de circulación de la línea de ómnibus H12, y otro que abarca toda la ciudad y tiene a la Dirección General de Tráfico (DGT) como impulsora.
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En lo que se refiere al primero, los sensores instalados en las paradas de ómnibus, en los propios vehículos y en los semáforos tienen que permitir en un futuro mejorar la frecuencia de la línea permitiendo, entre otras cosas, modificar la frecuencia semafórica en tiempo real a partir de los datos suministrados por los sensores, la inteligencia artificial y el ‘big data’.
El segundo de los proyectos en funcionamiento, que lleva por título Autonomous Ready, comprometidos hasta ahora a 500 vehículos, la mayoría de reparto de mercaderías, recogiendo datos del tráfico a partir de dispositivos de visión artificial, unos sistemas que permiten prever el 80% de los siniestros causados por errores humanos y con el tiempo podrán alertar de los peligros a los conductores. “El reto es procesar toda esta información para luego obtener conclusiones’, a juicio de Pere Navarro, director de la DGT, ya que el futuro pasa por “el vehículo conectado.
Espacio en la Feria
Son dos de los ejemplos de la iniciativa presentada esta mañana, pero habrá más y el ámbito de actuación en el espacio público “dependerá de cada proyecto, se adaptará y definirá el espacio idóneo para poder obtener conclusiones útiles”, ha asegurado Laia Bonet, concejala de Movilidad. “Es sencillamente la ciudad como laboratorio urbano de innovación para testar en entorno real algo que es imprescindible si queremos seguir mejorando en términos de sostenibilidad, económico y social”.
Las pruebas en la calle son esenciales para las empresas y ‘start-ups’ que se dedican a la innovación en movilidad, pero también lo son el asesoramiento y el acceso a los sensores y bases de datos del ayuntamiento, así que el consistorio les abre la puerta a utilizar los datos acumulados sobre la red viaria de la ciudad y la Feria de Barcelona pone a disposición de la iniciativa un espacio permanente para trabajar y la opción de presentar los proyectos en los salones líderes del sector, como Smart City Expo World Congress y Tomorrow Mobility. Para poder optar a todo esto los proyectos tienen que responder a los principales retos de movilidad fijados por el ayuntamiento y contar con la aprobación del consistorio.
