Barrios privados y jardín: con la expansión como norte

Hay diferencias entre este tipo de barrios en Montevideo y en Canelones. Mientras que en los años de 1990 las autoridades canarias decidieron aceptar la creación de barrios cerrados –donde para ingresar se requiere autorización del personal de seguridad–, la intendencia montevideana le dijo no a estos desarrollos. A pesar de esto, en Montevideo sí existen al menos cinco urbanizaciones de acuerdo a lo relevado por Café & Negocios –denominadas barrios jardín por sus propulsores– que, a pesar de contar con seguridad propia, no son privadas sino que sus calles son de libre acceso.

De acuerdo a la normativa actual, los barrios privados en Canelones se denominan “club de campo”, y hoy en el departamento existen seis desarrollos de este tipo, ubicados en la zona de Camino de los Horneros.

El plan Camino de los Horneros, a consideración en este momento, entre otros, terminará de ratificar la ordenanza de clubes de campo, explicó a Café & Negocios el director de planificación y gestión territorial de la Intendencia de Canelones, José Freitas.

“Hay una realidad que ya existe ahí, y ante ella tenemos que responder. No vamos a pensar ahora que Camino de los Horneros va a terminar siendo una ciudad integrada, con grandes espacios verdes y accesible para todo el mundo”, dijo Freitas.

Por su parte, la división Planificación Territorial de la Intendencia de Montevideo no respondió a las consultas realizadas para este informe.

El foco en la seguridad
Para el consultor inmobiliario Julio Villamide, una de las razones que ha impulsado la demanda de estos barrios en Montevideo y Canelones en los últimos tiempos ha sido el traslado de empresas a Zonamerica, al Parque de las Ciencias o a la instalación de otras sobre las rutas 101 o 102.

De todas formas, la seguridad aparece como el factor clave de la mudanza. “Los barrios que cuentan con ciertas medidas de seguridad resultan más atractivos que las casas unifamiliares tradicionales”, comentó Villamide, y agregó que la radicación de argentinos en Uruguay también está generando una demanda adicional.

Por su parte, el vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya y titular de la Inmobiliaria Blengio, Alfredo Blengio, comentó que uno de los atractivos de estos emprendimientos es el sistema de ventas en plazo que en general han adoptado.

“Te lo venden en cuotas, con entregas relativamente bajas, y con un plazo para construir. En algunos casos, durante ese período, que tenés que destinar capital para la construcción, no amortizás capital de tierra”, explicó.

El cruce de Avenida Italia
En la zona de camino Carrasco y Havre hoy se está levantando Parques, un barrio jardín impulsado por Grupo Ecco, que cuenta con la experiencia de haber desarrollado Jardines de Carrasco y San Nicolás, todos ubicados al norte del barrio.

Hoy, quien visita Parques es testigo de la construcción de unas 12 casas. Ya hay una familia viviendo, y en el corto plazo se empezarían otras cuatro o cinco viviendas más. Además, al fondo del terreno, se están erigiendo dos edificios de 45 unidades. El 70% del barrio ya tiene dueño.

“Los barrios jardín tienen calles incluidas en la trama urbana, pero con alguna sinuosidad especial que no los hace muy atractivos porque no son de paso”, dijo el responsable de Grupo Ecco, Nicolás Delafond, cuya firma fue pionera en estos barrios en Montevideo 18 años atrás con la aparición de Jardines de Carrasco.

“Cruzar Avenida Italia era complejo, nadie pensaba en eso, pero tuvimos una visión de que podía haber algún tipo de barrios de esos tipo jardín que tuviera algún mecanismo de seguridad que complementara los servicios nacionales”, comentó Delafond acerca del barrio que hoy tiene más de 140 casas y una población de entre 500 y 600 personas.

Luego de la consolidación de Jardines de Carrasco, la empresa llevó adelante otro barrio: San Nicolás. Actualmente hay 90 casas, y los desarrolladores tienen el proyecto de comenzar una nueva etapa del barrio en un año y medio, lo que le sumaría 70 lotes. Delafond considera que hay lugar para hacer más emprendimientos.

“No son countries, son barrios montevideanos. La diferencia es muy clarita: en un country tenés una barrera en la puerta y prohibís el acceso a quien tu quieras. Acá no tenemos barreras, no nos interesa tenerlas tampoco, y tenemos un sistema de seguridad que complementa lo que nos puede dar el gobierno”, expresó.

Los Olivos es otro de estos barrios montevideanos. En 2010 empezaron a construirse las primeras casas, y hoy son 30 las habitadas en el terreno ubicado sobre camino Gigantes, a unas cuadras de camino Carrasco. En la primera etapa del desarrollo se pusieron a la venta 70 lotes, 60 de los cuales ya fueron vendidos. Hay otras 30 casas levantándose, y sus responsables manifestaron que este año la comercialización se ha “movido bastante más”.

“Lo que más interesa es la seguridad, quieren saber cómo funciona”, dijo Martín Cardozo del Estudio Luis E. Lecueder. El estudio se encarga de la administración del proyecto.

En el caso de Los Olivos, la seguridad ofrecida se traduce en circuito cerrado de televisión (CCTV), guardia todo el día, y un cerco perimetral de seguridad. El barrio tiene dos entradas. “En los dos accesos tenemos una garita de seguridad con guardia 24 horas. El guardia no puede frenar a nadie que quiera entrar, pero por lo menos ve quién entra, quién sale, y con el CCTV puede ver hacia dónde (se dirige)”, señaló Cardozo.

La realidad canaria
En Canelones, desde hace 20 años, está creciendo La Tahona, un desarrollo compuesto de cuatro barrios: Lomas de La Tahona, Altos de La Tahona, Viñas de La Tahona y Chacras de La Tahona. En 150 hectáreas viven entre 360 y 400 familias.

Los precios varían de acuerdo al barrio del que se trate, y esta diferencia puede llegar hasta el 100% del monto. El metro cuadrado de un predio está entre los US$ 80 y los US$ 180.

Uno de los responsables de La Tahona, Nicolás Añón, coincidió con el resto de los consultados en que hoy la promesa de seguridad es el gran diferencial de estos productos. “La probabilidad de que te pase algo es muchísimo más baja”, dijo.

En relación a lo que distingue a un barrio cerrado de un “barrio jardín” montevideano, apuntó que estos “de cualquier manera tienen seguridad, y cuando alguien está pasando hay quienes se van a preocupar porque esa persona, por ejemplo, no robe”.

Añón dijo que están preparando el desarrollo de un quinto barrio. “Tenemos productos en el horno, prontos para salir. Los últimos años han sido muy buenos y la perspectiva que tenemos es que el crecimiento siga”, apuntó.