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Bélgica: del aparente control al crecimiento explosivo de los casos de coronavirus
Apenas con 11.5 millones de habitantes, Bélgica es el décimo país del mundo en número de contagios. Este sábado, según el registro de la Universidad Johns Hopkins, sumaba 37.183 casos confirmados y 5.453 muertes.
Su relación de fallecimientos por millón de habitantes (419) supera al de España (409), una de las naciones más golpeadas por la epidemia de coronavirus.
Una de las autoridades sanitarias de este país europeo, el doctor Emmanuel André, indicó que la mitad de los decesos se produjeron en residencias de ancianos, donde viven más de 160 mil adultos mayores, atendidos por más de 100 mil empleados.
La estadística de bajas en Bélgica incluye, además, los "casos sospechosos" de aquellos fallecimientos que pudieron haberse debido a la infección por coronavirus, pero que carecieron de una prueba que lo constatara.
La alta tasa de mortalidad obligó al gobierno de la primera ministra belga, Sophie Wilmès, a prolongar las restricciones de movimiento en el país hasta el 3 de mayo. Los belgas están llamados a permanecer en casa, salvo quienes no pueden teletrabajar.
Las salidas para pasear, hacer deporte o comprar están autorizadas, respetando el distanciamiento social. A partir del lunes, las tiendas de bricolaje y viveros podrán abrir, como ya hacen supermercados y farmacias.
El diario El Mercurio de Chile examina el caso de este pequeño país europeo, donde se asientan las instituciones de la Unión Europea, para hacer ver cómo una situación que se consideró por semanas como "normal" se desató a finales de marzo y propulsó al país a escalar posiciones en ese ranking de más casos y más muertes.
El 6 de abril, apunta el diario chileno, tras 26 días de restricciones a la movilidad, las autoridades permitieron que las familias con niños menores de seis años o a cargo de personas de la tercera edad pudieran usar sus automóviles para salir a realizar actividades recreativas.
Para mediados de mes, después del alivio de las restricciones, el país llegó a su cifra más alta de contagios registrados en un día: 2.500 (15 de abril), según cálculos realizados por El Mercurio.
El drama en las residencias de ancianos, que tanto peso tienen en las estadísticas, advierte también de una política sanitaria que para evitar el colapso en los hospitales, orientó el tratamiento a los domicilios en los casos de adultos mayores.
La profesora Nele Van Den Noortgate, del Hospital Universitario de Gante, admitió que "en el caso de estos pacientes, el tratamiento hospitalario puede prolongar la vida, pero ofrece pocas posibilidades de recuperación".
Lo que supone, además, un debate ético como lo advierte, según El Mercurio, el sociológo Geoffrey Pleyers: "Es una tragedia humana, social y ética (…) a puerta cerrada detrás de las residencias de ancianos".
