Bolsonaro juega a ser Trump, aunque no tiene su poderosa espalda

El plantón de Bolsonaro al canciller francés porque tenía que cortarse el pelo y el enfrentamiento con el presidente Emmanuel Macron, tras realizar comentarios desafortunados sobre la primera dama francesa, elevaron la temperatura entre los dos países. El presidente de Brasil también fue a la ofensiva contra el candidato argentino Alberto Fernández, quien tiene buena chance de ser el próximo presidente de ese país, y ya generó un choque en lo que parece ser el preludio de una relación congelada si es que Fernández gana en octubre.

De forma que Trump y Bolsonaro usan el mismo manual de diplomacia presidencial: uno que no contempla cuidados por sus interlocutores y que se puede volver particularmente agresivo. Trump había arremetido con la misma facilidad contra las autoridades de sus aliados británicos y alemanes o su enemigo norcoreano.

Sin embargo, Bolsonaro no es Trump, ni tiene su espalda: la de presidir la mayor potencia mundial desde el fin de la guerra fría. 

Visto desde el lente del realismo estructural -corriente teórica de las Relaciones Internacional-, Estados Unidos es la nación que concentra mayor "poder duro" en el mundo, medido en armas y tamaño de la economía. Según el Instituto Internacional de investigación de paz de Estocolmo (SIPRI por sus siglas en inglés), Washington encabeza la lista sobre los gastos militares a nivel mundial. El país norteamericano aumentó un 4,6% su gasto en 2018 y alcanzó en 2018 los US$ 649 mil millones (3,1% del PBI).

Por su parte, el gasto militar en América del Sur aumentó en un 3,1% el año pasado, principalmente por el aumento del gasto brasileño (en un 5,1%). Sin embargo, Brasil ni siquiera aparece en la lista de los 10 países alrededor del mundo con mayor gasto en armamento militar. En 2018 fue de US$ 27 mil millones (1,4% PBI). 

La economía estadounidense es, a su vez, mucho más grande que la brasilera: la multiplica por diez.

Cadena de negativas

El último comentario desafortunado que hizo el presidente brasileño fue en contra de la primera dama de Francia, Brigitte Macron.

El presidente francés lamentó los comentarios "extraordinariamente irrespetuosas" sobre su esposa, y dijo que espera que los brasileños tengan rápidamente un presidente que "se comporte a la altura".

Macron expresó en una rueda de prensa en la cumbre del G7 de Biarritz su indignación con su homólogo brasileño. "¿Qué les puedo decir? Es triste, es triste, pero es triste primero por él y los brasileños", acotó. "Como tengo una gran amistad y respeto por el pueblo brasileño, espero que tengan rápidamente un presidente que se comporte a la altura", añadió el mandatario francés.

El presidente francés se refería a un comentario ofensivo en Facebook sobre Brigitte, publicado por un seguidor de Bolsonaro, que fue avalado por este último. El meme se burlaba del físico de Brigitte y la comparaba con la primera dama brasileña, Michele Bolsonaro, el día de la investidura de su marido.

"¿Ahora entienden por qué Macron ataca a Bolsonaro?", se lee a un lado de las fotos de las dos parejas presidenciales. Bolsonaro respondió: "No humilles al hombre", en referencia a Macron.

Las relaciones entre ambos mandatarios están en decadencia desde que Francia amenazó con no validar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, puesto que –a criterio de Macron– Bolsonaro no ha cumplido con lo prometido en el G7 para combatir el cambio climático y eso redundó en el incremento de incendios en la Amazonia reportados este año.

"Teniendo en cuenta la actitud de Brasil de las últimas semanas, el presidente de la República constata que el presidente Bolsonaro le mintió en la cumbre (del G20) de Osaka", declaró la Presidencia francesa, que considera que "el presidente Bolsonaro decidió no respetar sus compromisos climáticos" o sobre "biodiversidad". "En esas condiciones, Francia se opone al acuerdo con el Mercosur", agregó.

La divulgación del fuerte aumento de los incendios en la Amazonia y de su posible relación con la deforestación promovida por hacendados se produce en momentos en que Brasil es blanco de críticas por las políticas medioambientales flexibles del presidente brasileño. 

De acuerdo con un informe del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), que desde hace 28 años estudia la región, la tasa de deforestación en la selva brasileña creció un 66 % en julio pasado, aunque ese porcentaje llega al 278 % según las proyecciones del INPE.

El aumento de tala de árboles en el pulmón verde del planeta ha llevado a Noruega y Alemania a suspender partidas destinadas al Fondo Amazonia, dedicado a la protección ambiental en Brasil y del que ambos países son los principales patrocinadores.

Tras las críticas recibidas, Bolsonaro insistió en defender la "soberanía" de Brasil sobre la Amazonia, mandó a la canciller Ángela Merkel a usar los fondos para "reforestar Alemania" y reprochó a Noruega por "matar ballenas" y "extraer petróleo del Polo Norte".

El mandatario insinuó que las ONG podrían haber provocado los incendios que afectan a la Amazonia y otras regiones de Brasil para "llamar la atención" contra su gobierno por haberles suspendido recursos.

Desde que llegó al poder, el pasado 1 de enero, el jefe de Estado brasileño ha propuesto un giro radical en política medioambiental, que pasa por la defensa de la explotación de la selva tropical, la legalización de la minería en las reservas indígenas y la reducción de la fiscalización en áreas protegidas.

Amenaza 

Otro movimiento del mandatario brasileño es la posible salida del Mercosur si el próximo octubre gana las elecciones en Argentina Alberto Fernández, en lugar del actual presidente Mauricio Macri, ante la creencia que la nueva administración argentina traerá la vuelta del proteccionismo a la región.

El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, dijo que si un eventual gobierno argentino del kirchnerismo gana y quiere cerrar su economía, Brasil abandonará el Mercosur y continuará negociando acuerdos comerciales por separado.

"¿Y si los Kirchner quieren cerrar la economía? Si quieren cerrar, nos vamos del Mercosur", sentenció el jerarca del gobierno de Jair Bolsonaro durante un evento en San Pablo, según publicó Veja.

Argentina es el tercer socio comercial más grande de Brasil, y la crisis económica en el país ha afectado las exportaciones brasileñas. "¿Desde cuándo Brasil necesita a Argentina para crecer?", preguntó el ministro, según publicó el medio brasileño, y dijo que aunque el mundo se acabe, Brasil saldrá “del agujero”.

Por su parte, Bolsonaro expresó que un eventual triunfo en las elecciones generales de octubre en Argentina de Fernández, que tiene como compañera de fórmula a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, podría provocar un éxodo de ciudadanos argentinos. Bolsonaro lo relacionó al “éxodo” que ocurre en Venezuela, a raíz de la crisis política y humanitaria que vive el país caribeño.