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Columna de opinión de Vicente Plata, Oficial al Cargo de la Representación de la FAO en Uruguay, en El Observador Agropecuario
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02 de marzo de 2018 a las 05:00
Por Vicente Plata, Oficial al Cargo de la Representación de la FAO en Uruguay
El lunes comienza en Jamaica la 35ª Conferencia Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en América Latina y el Caribe. Se da mientras que volvió a crecer el hambre, la obesidad ya es una epidemia, el cambio climático amenaza la agricultura, millones de habitantes rurales viven en pobreza extrema y las migraciones forzadas preocupan en todo el continente. Por primera vez en dos décadas, entre 2015 y 2016 el hambre aumentó en 2,4 millones de personas: 42,5 millones de personas padecen hambre.
Uruguay es parte de la solución, porque sin un impulso inmediato a gran escala, la región no podrá alcanzar la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible: Hambre Cero al año 2030 y ese fracaso sería el de todos nosotros.
Uruguay es uno de los países que lleva buenas noticias. Su rol en el encuentro no es menos importante, y tampoco se trata de bajar la guardia. Su experiencia a la hora de debatir soluciones puede resultar clave.
Hasta el jueves 8 de marzo, representantes de 33 países miembros de la FAO en la región van a trabajar en una agenda que frene el aumento del hambre y la malnutrición, haga posibles un futuro libre de pobreza rural y una agricultura sostenible, resiliente al cambio climático.
Como Oficial a Cargo de la FAO en Uruguay sé que este país trabaja activamente, junto a nosotros y otros actores, en la adaptación del sector agropecuario al cambio climático, en mejorar la conciencia agropecuaria para que la sociedad uruguaya enfrente unida los desafíos presentes y futuros, y en mejorar sus estadísticas en salud nutricional, para monitorear con mayor evidencia el preocupante aumento de la obesidad.
Nuestra región es central para satisfacer el aumento de la demanda global de alimentos. Es necesario –y conveniente– producir más, al tiempo de disminuir en paralelo las emisiones de gases de efecto invernadero y desarrollar prácticas sostenibles para adaptar los sistemas productivos a las nuevas condiciones climáticas, conservando y usando de forma más eficiente la energía, los suelos, el agua, los recursos marinos, los bosques y la biodiversidad.
Uruguay lo hace, sigue trabajando. Su participación de un proyecto global de la FAO y los avances que presenta, en ese marco, el naciente Plan Nacional de Adaptación al Cambio y la Variabilidad Climática para el sector agropecuario lo demuestran.
También tenemos un desafío en cuanto al acceso a la alimentación adecuada, sea por hábitos culturales o por motivos económicos. La obesidad es una epidemia también en Uruguay. Según el Banco Mundial y la OMS, en 2015 hubo 261 muertes por agresiones. Un cálculo de la FAO, realizado con una metodología de la literatura médica incluida en el American Journal of Public Health (Flegal et al. 2004), establece que 3.814 personas fallecieron por enfermedades vinculadas a la obesidad en 2015. "Si comparamos ambos números, son casi 15 veces más muertes por obesidad que por agresiones" en Uruguay, dice el director regional de la FAO, Julio Berdegué. Por eso, la conferencia impulsará alianzas con todos los actores del sistema alimentario, porque hace falta una alimentación sana, balanceada y nutritiva para todos.
Por otro lado, el Día Internacional de la Mujer dará una excelente oportunidad para recordar que las mujeres de la región sufren múltiples y variadas inequidades. En Uruguay aún no aprovechamos y valoramos en su justa medida el apoyo de quiénes son excelentes aliadas en la lucha contra el hambre, la obesidad y la pobreza.
Por último, este año la oficina de la FAO en Uruguay cumple 40 años. Junto a varias otras de la región, fue creada para estar más cerca, ahorrando costos y mejorando resultados e impactos. Este aniversario se celebrará también en Jamaica, con miras a profundizar la colaboración y acompañar a los países hacia el cumplimiento de los 17 Objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
El lunes comienza en Jamaica la 35ª Conferencia Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en América Latina y el Caribe. Se da mientras que volvió a crecer el hambre, la obesidad ya es una epidemia, el cambio climático amenaza la agricultura, millones de habitantes rurales viven en pobreza extrema y las migraciones forzadas preocupan en todo el continente. Por primera vez en dos décadas, entre 2015 y 2016 el hambre aumentó en 2,4 millones de personas: 42,5 millones de personas padecen hambre.
Uruguay es parte de la solución, porque sin un impulso inmediato a gran escala, la región no podrá alcanzar la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible: Hambre Cero al año 2030 y ese fracaso sería el de todos nosotros.
Uruguay es uno de los países que lleva buenas noticias. Su rol en el encuentro no es menos importante, y tampoco se trata de bajar la guardia. Su experiencia a la hora de debatir soluciones puede resultar clave.
Hasta el jueves 8 de marzo, representantes de 33 países miembros de la FAO en la región van a trabajar en una agenda que frene el aumento del hambre y la malnutrición, haga posibles un futuro libre de pobreza rural y una agricultura sostenible, resiliente al cambio climático.
Como Oficial a Cargo de la FAO en Uruguay sé que este país trabaja activamente, junto a nosotros y otros actores, en la adaptación del sector agropecuario al cambio climático, en mejorar la conciencia agropecuaria para que la sociedad uruguaya enfrente unida los desafíos presentes y futuros, y en mejorar sus estadísticas en salud nutricional, para monitorear con mayor evidencia el preocupante aumento de la obesidad.
Nuestra región es central para satisfacer el aumento de la demanda global de alimentos. Es necesario –y conveniente– producir más, al tiempo de disminuir en paralelo las emisiones de gases de efecto invernadero y desarrollar prácticas sostenibles para adaptar los sistemas productivos a las nuevas condiciones climáticas, conservando y usando de forma más eficiente la energía, los suelos, el agua, los recursos marinos, los bosques y la biodiversidad.
Uruguay lo hace, sigue trabajando. Su participación de un proyecto global de la FAO y los avances que presenta, en ese marco, el naciente Plan Nacional de Adaptación al Cambio y la Variabilidad Climática para el sector agropecuario lo demuestran.
También tenemos un desafío en cuanto al acceso a la alimentación adecuada, sea por hábitos culturales o por motivos económicos. La obesidad es una epidemia también en Uruguay. Según el Banco Mundial y la OMS, en 2015 hubo 261 muertes por agresiones. Un cálculo de la FAO, realizado con una metodología de la literatura médica incluida en el American Journal of Public Health (Flegal et al. 2004), establece que 3.814 personas fallecieron por enfermedades vinculadas a la obesidad en 2015. "Si comparamos ambos números, son casi 15 veces más muertes por obesidad que por agresiones" en Uruguay, dice el director regional de la FAO, Julio Berdegué. Por eso, la conferencia impulsará alianzas con todos los actores del sistema alimentario, porque hace falta una alimentación sana, balanceada y nutritiva para todos.
Por otro lado, el Día Internacional de la Mujer dará una excelente oportunidad para recordar que las mujeres de la región sufren múltiples y variadas inequidades. En Uruguay aún no aprovechamos y valoramos en su justa medida el apoyo de quiénes son excelentes aliadas en la lucha contra el hambre, la obesidad y la pobreza.
Por último, este año la oficina de la FAO en Uruguay cumple 40 años. Junto a varias otras de la región, fue creada para estar más cerca, ahorrando costos y mejorando resultados e impactos. Este aniversario se celebrará también en Jamaica, con miras a profundizar la colaboración y acompañar a los países hacia el cumplimiento de los 17 Objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
