Festejar el "día del carnicero", lo que sucede en Uruguay cada 14 de julio, "es un deber", afirmó Carlos María Uriarte, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, quien añadió que eso se debe a que "es parte de la identidad del país".
En el marco de la conmemoración de un nuevo Día Nacional del Carnicero, autoridades de la Unión de Vendedores de Carnes (UVC), gremial que nuclea a comerciantes definidos como "carniceros tradicionales", recibieron este martes al ministro Uriarte y al presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Fernando Mattos, en su sede de la calle Rodó, en Montevideo.
"Es un eslabón muy importante en la cadena productiva, que va desde el que produce hasta el consumidor, y que ha tenido un rol que ha cambiado a lo largo de la historia. De ser aquel que se consultaba para definir lo que se podía comer en casa, hasta industriales, importadores y distribuidores en todo el país", expresó el ministro sobre el valor del comerciante del sector.
Por su parte, según expresaron desde la UVC a El Observador, la intención para este 2020 es revitalizar y darle una nueva imagen a la carnicería tradicional.
El presidente de la institución, Alfonso Fontenla, señaló que desde la UVC se es consciente sobre que las carnicerías “necesitan de un aggiornamiento y una nueva forma de poder trabajar, de expender el producto con una calidad y exhibición diferentes”.
El comerciante explicó que el objetivo es ir hacia una presentación de los productos “mucho más cuidada”, como ocurre en el primer mundo.
“La idea es tratar de replicarlo acá para acaparar un mayor porcentaje de mercado. Presentar el producto de una forma mucho más refinada y cuidada, con énfasis en los cortes premium, que a la gente cada vez les apetece más. Para eso igual necesitamos de la anuencia del INAC, que permita una presentación de los cortes con acompañamientos (otros productos) que se venden junto con la carne y que en otros países desarrollados se dan”, explicó.
El Día Nacional del Carnicero se conmemora desde 1965, cuando tras una huelga de alto impacto los comerciantes de este sector lograron hasta un 12% en el margen de ganancia, lo que constituyó en aquel momento un logro considerado histórico.
Fontenla indicó que cuando se consumen determinados cortes de mayor calidad, los consumidores al ver las bondades y los rendimientos de los mismos “no vuelven atrás”.
“Capaz que se pagaba un poco menos, pero no rendía de la misma manera. Nosotros hemos captado esa actitud en el consumidor y el objetivo es darle ese producto de mayor calidad al menor precio posible”, agregó.
En relación a los problemas que tuvieron las carnicerías tradicionales durante el segundo semestre de 2019, cuando la fuerte suba del precio de la carne (superó el 40%) llevó a muchos a cerrar las cortinas, según habían manifestado o los carniceros asociados, ese fenómeno “por suerte se frenó bastante”, dijo Fontenla.
“Fue brutal, había un flujo exportador tremendo y a los frigoríficos nacionales no les interesaba vender en el mercado local. Se dependía para tener un corte de mejor valor de lo que se podía importar. Este año la tendencia se ha revertido totalmente, tenemos una oferta mucho mayor de carne y de cortes de exportación, con además baja de precios”, señaló.
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