El juez Alejandro Asteggiante aceptó la solicitud de la fiscal Sabrina Flores de extender por un año el plazo para investigar al escribano Álvaro Fernández y su expareja Patricia Medina por su participación en la gestión de pasaportes irregulares para rusos, dijeron fuentes de la causa a El Observador. De esa maniobra también participaba el excustodio presidencial Alejandro Astesiano, quien fue condenado por acuerdo abreviado en febrero de este año.
La fiscal Flores solicitó la reserva de la audiencia en la que se determinó la extensión. Fundamentó que podía llegar a tener que argumentar sobre elementos reservados de la causa y otros sospechosos que aún no han sido llamados a Fiscalía.
Que Asteggiante haya aceptado el pedido de la prórroga significa que Flores podrá continuar la investigación por un año más. A fines de este mes se cumplía un año de que hubiera imputado a Fernández, por lo que la Fiscalía estaba mandatada a cerrar la investigación en su contra y definir si archivaba la causa o presentaba una demanda acusatoria para llevarlo a juicio oral.
Ahora, la fiscal cuenta con plazo para tomar esa decisión hasta fines de setiembre de 2024. Asimismo, Medina y Fernández seguirán con medidas limitativas, al menos, hasta marzo de 2024. Ellas son fijar domicilio y cierre de fronteras.
A Fernández y a Medina se los indaga por su presunto vínculo a la maniobra por la que rusos accedían a pasaportes uruguayos que no les correspondían a raíz de la obtención de partidas de nacimiento apócrifas.
A partir del 2013 el escribano Fernández y el ciudadano ruso Alexey Slivaev comenzaron a trabajar en forma conjunta para conseguirle documentos uruguayos a rusos, utilizando partidas de nacimiento rusas adulteradas.
Slivaev era quien ubicaba a los potenciales clientes y arreglaba los honorarios. Fernández, por su parte, era el encargado de ubicar uruguayos a quienes podrían arrogarle la paternidad de los naturales rusos.
En el allanamiento del estudio de Fernández encontraron documentos de rusos que tenían pasaportes adulterados que le daban un poder a Patricia Medina, en algunos a ella sola y en otros junto con Slivaev. Incluso, algunos poderes generales para el manejo de una unipersonal.
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