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Cifra total de homicidios descendió pero aumentó cantidad asesinados en rapiñas
En medio de una semana marcada por la decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de revisar al alza el nivel de riesgo de Uruguay como destino para los turistas estadounidenses, el Ministerio del Interior publicó los datos oficiales sobre los delitos cometidos en los primeros seis meses de 2019. Las cifras fueron presentadas en un video institucional en el que una voz en off destaca que las “acertadas políticas de seguridad" llevadas adelante por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, permitieron disminuir los homicidios en 22,6% y los hurtos en 4,9%, al tiempo que se valora la "significativa desaceleración en la tasa de crecimiento (de las rapiñas), con una baja real en los meses de mayo y julio".
Sin embargo, el video omite señalar que aún a pesar de esa desaceleración, las rapiñas volvieron a alcanzar un récord, al crecer 9,2% respecto al primer semestre de 2018. Los 15.819 asaltos registrados durante el primer semestre de 2019 representan un incremento de 49,3% respecto a 2015 (10.597 rapiñas), cuando el gobierno de Tabaré Vázquez asumió prometiendo que bajaría este delito en 30%.
Además, en el documento publicado más tarde por la cartera puede verse que, aunque se produjeron 50 homicidios menos que en el primer semestre año pasado, hubo más muertes como consecuencias rapiñas. Así, mientras que en el primer semestre de 2018 murieron 19 personas víctima de copamiento o rapiña (lo que significa el 9% de los 218 asesinatos perpetrados en ese período), en el 2019 esa cifra trepó hasta los 27 (16% de 171 homicidios).
La caída de los homicidios se explica por una reducción en el número de muertes producidas en altercados espontáneos (no domésticos), que descendieron de 30 en el primer semestre de 2018 a 17 en el mismo período de 2019, los asesinatos intrafamiliares que pasaron de 23 a 11 y los registrados como “motivo desconocido”, que pasaron de 43 a 13. Por otra parte, también registraron una caída los casos de conflictos entre criminales en el primer semestre de 2018, al pasar de 87 (40% de los 218 registrados) a los 80 de 2019 (47% de 171).
La reducción podría ser mayor aún en el caso de los ajustes de cuentas ya que según aclara el documento del Ministerio del Interior, en aproximadamente la mitad de los asesinatos registrados como con “motivo desconocido” (aquellos en los que no se identificó un autor) había indicios de que se trataba de crímenes en el marco del conflicto criminal.
En tanto, el 51% de los homicidios registrados en el primer semestre de 2019 no fueron aclarados, una cifra similar a la registrada en años anteriores y que a juicio de las autoridades está relacionada con la dificultad de esclarecer crimines en el marco del conflicto criminal, donde, en ocasiones, ni los familiares de la víctima están dispuestos a aportar información.
Rapiñas, un delito imparable
A principios de 2017 el Ministerio del Interior anunció por todo lo alto, y en contra todo pronóstico, que la cartera liderada por Eduardo Bonomi había logrado que las denuncias de rapiñas disminuyeran en el comparado de 2015 – 2016 un 3,7%. El Ministerio señaló que aquella baja había sido gracias al programa PADO mediante el cual se aumentó el patrullaje en las calles en aquellos puntos donde se denuncian más delitos.
Sin embargo, aquella disminución que se volvió a dar en 2017, cuando los atracos cayeron 4,7%, no pudo reeditarse en 2018, cuando la tendencia a la baja se revirtió y en el primer semestre de ese año se produjo un aumento del 55,8% en las rapiñas, la cartera culpó al nuevo Código del Proceso Penal y llamó a ese fenómeno efecto noviembre (porque en ese mes de 2017 se puso en marcha la reforma).
Solo en Casavalle, Colón y Unión hay más rapiñas que en todo el interior del país (sin incluir a Canelones) 1.494 contra 1.239.
Desde entonces, la cartera logró que se pusieran en marcha algunas modificaciones al Código con el objetivo de aumentar el porcentaje de personas que iban a la cárcel antes de ser condenadas (prisión preventiva), al tiempo que los fiscales mejoraron su eficacia para llevar a juicio a personas en conflicto con la ley. El resultado es que el número de personas privadas de libertad es en la actualidad igual al que existía antes de la reforma.
A pesar de eso, las rapiñas volvieron a subir, aunque la cartera asegura que logró desacelerar su crecimiento.
En Montevideo, donde se registra el 80% de todas las rapiñas del país, el número de denuncias de este delito pasó de 11.420 en el primer semestre de 2018, a 12.663 en igual período de 2019 (aumento del 10,9%). Por otra parte, en Canelones se produjo una disminución del 11,7% al pasar de 2.171 a 1.917, y en el resto del país creció casi 40% al pasar de 889 a 1.239.
Las tres víctimas más frecuentes de este tipo de delitos son transeúntes (51%), motociclistas (11%) y comercios (8,4%).
Vehículos robados
Aunque los hurtos cayeron en todo el país un 4,9% (de 73.093 a 69.533), el robo de automotores entre camionetas, motos, autos y camiones creció 6,6% (de 8.703 a 9.275) en la comparación entre el primer semestre de 2018 y el de 2019.
La mayor cantidad de vehículos hurtados son motos (5.357), seguidos de autos (2.910), camionetas (968) y camiones (40).
A esto se suma el incremento de las rapiñas contra automovilistas, que pasaron de 562 a 684 (un aumento del 21,7%), en la que en ocasiones los delincuentes buscan hacerse del vehículo para utilizarlo con el fin de cometer otras rapiñas.
Si se toma en cuenta el tipo de rapiña en función de las víctimas, la mayoría de los casos afecta a transeúntes (8.173), los motociclistas (1.830), Comercio (1.340)
