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Cinemateca se despide de sus viejas salas con doscientas películas
La institución inaugura hoy la 36º edición de su festival internacional, y estas son diez recomendaciones para los que se quedaron en Montevideo
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29 de marzo de 2018 a las 05:00
Setiembre es la fecha. Si todo sale de acuerdo a lo estipulado, el noveno mes del año marcará la mudanza de Cinemateca a una nueva ubicación. De Lorenzo Carnelli, 18 de julio y Pocitos, el organismo se trasladará al antiguo edificio del Mercado Central, donde se construye la nueva sede de la Cooperación Andina de Fomento. Pero antes de setiembre está marzo, y es en marzo cuando una nueva edición del Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay tendrá lugar en las instalaciones del organismo cultural.
El acontecimiento, que comienza este jueves con la proyección del documental de Agnès Varda Caras y Lugares, llega a su edición número 36 y tendrá siete grandes secciones: la competencia, que consta de seis subdivisiones; Panorama, en la que se exhiben películas del mundo; Focus, enfocado en el cine brasileño; exhibiciones especiales; una muestra de cine rosarino; una muestra de cine referido al cine; y Ensayo de orquesta, una sección dedicada a filmes referentes a la música.
"Está bueno hacer hincapié en que es el último festival en estas salas y que la gente venga por eso, porque es un tema importante. Tengo 50 años y para mi generación es un lugar importante, pero también queremos que se venga por el festival, porque las películas están buenísimas. Si fuera solo por despedir a las salas haríamos visitas guiadas y no traeríamos 200 películas", explicó María José Santacreu, directora de Cinemateca. "No solo están las salas viejas, están las películas nuevas", agregó.
La programación completa del festival, que cierra el 7 de abril con una proyección de la francesa La casa junto al mar, se puede consultar en su web.
La mudanza
Según dijo Santacreu, la mudanza responde a la búsqueda por enmendar la situación financiera de la institución, que debe afrontar con el dinero de la venta de entradas todos los gastos relativos a la compra de derechos de las películas, el mantenimiento de las salas y la conservación de un archivo de miles de películas. Actualmente, las tres salas que tiene Cinemateca son alquiladas.
"La intención es alivianar la situación inusual que tenemos, y que acarrea todos los problemas económicos que ya todos conocen", explicó. "El espíritu de este convenio (entre Cinemateca, la Intendencia de Montevideo y, en menor medida, el MEC) es tener salas en condiciones adecuadas. Si los recursos van a seguir siendo fruto de la exhibición y no una subvención estatal, por lo menos las condiciones para hacerlo serán mejores, de manera de intentar competir con el mercado y poder sostenerse. De todas formas, es complejo".
Santacreu comentó que estiman que en total las tres nuevas salas tendrán unas 404 butacas, aunque todavía resta saber cómo estarán distribuidas. También tendrán la posibilidad de volver a proyectar películas en 35mm, ya que los proyectores que hoy tiene la institución no están en buenas condiciones.
Luego de la mudanza, hay otro aspecto estético de la institución que ya no será jurisdicción de Cinemateca, sino de quienes ocupen el edificio de 18 de julio: el mural que el Colectivo Licuado pintó para el festival de 2017.
"Los nuevos inquilinos dispondrán qué hacer con el mural. Creemos que le dio algo interesante al centro de la ciudad y queremos que se mantenga, pero no estará en nuestras manos. Ojalá que quien llegue lo quiera conservar", dijo la directora.
Diez películas para ver en el Festival de Cine de Cinemateca
Algunas están en competencia, otras son exhibiciones especiales, pero todas forman parte del acontecimiento.
Caras y lugares (Visages, villages)
Agnès Varda se unió al fotógrafo JR y juntos recorrieron distintos pueblos de Francia para conocer a sus habitantes y fotografiar sus rostros. Luego reprodujeron esas instantáneas en gran formato y las exhibieron en sitios inimaginables. El resultado es una road movie documental que fue un éxito en distintos festivales del mundo (entre ellos Cannes) y que obtuvo una nominacion al Oscar.
Diario de mi mente (Journal de ma tete)
Desde Suiza llega un escalofriante relato sobre lo que pasa en la mente de un asesino antes de matar. Un joven de 18 va a asesinar a sangre fría a sus padres, pero antes de hacerlo manda un diario a su profesora de literatura en el que se confiesa y se explica. La directora suiza Ursula Meier llega al festival con una historia basada en hechos reales.
Érase una vez Brasilia (Era uma vez Brasilia)
La distopía futurista se hace presente con una extraña historia llegada desde Brasil, que presenta a un viajero intergaláctico que es enviado a 1959 para matar al presidente antes de la inauguración de Brasilia como capital. El problema es que llega en 2016, un año en el que el país está sumido en una crisis apocalíptica. Ácida reflexión del Brasil actual.
Charleston
Colaboración rumana y francesa, Charleston narra el encuentro entre un hombre y el amante de su mujer semanas después de que esta muriera en un accidente de tránsito. El joven amante llega en el cumpleaños número 42 del hombre y le pide que lo ayude a superar su pérdida. El director Andrei Cretulescu fusiona la tragedia con el humor absurdo en esta película.
Al desierto
Coproducción argentina y chilena que tiene como protagonista a una empleada de casino de la ciudad de Comodoro Rivadavia que queda inmersa en un engaño petrolero que la deja sola en medio del desierto. Allí, comienza una odisea a pie por la meseta patagónica que la lleva por paisajes increíbles y peripecias inimaginables. Está en la competencia iberoamericana.
La nostalgia del centauro
La primera incursión del director argentino Nicolás Torchinsky en el largometraje es una reflexión sobre el mundo de los gauchos a través de la historia de dos ancianos que vivien en el interior de la provincia de Tucumán. Con nostalgia y recuerdos de ambos personajes, el filme explora la situación de una forma de vida en peligro de extinción.
Robar a Rodin
En junio de 2005, dos guardias del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile descubrieron que se habían robado una obra del famoso artista plástico Auguste Rodin. Lo curioso es que el ladrón (un joven estudiante), planeó y ejecutó el hurto para utilizarlo en un trabajo escolar. Esa fue su excusa al devolverlo. Todos los involucrados reconstruyen el episodio en este documental articulado como un relato de detectives.
Las cinephilas
Esta producción argentina es una carta de amor a todas las aficionadas al cine. A través de las vidas de jubiladas de Argentina, Uruguay y España, las mujeres van experimentando cómo las ficciones a las que asisten se intercalan con episodios de sus vidas. La película fue premiada por el público en la última edición del Bafici, el festival de cine de Buenos Aires.
El taller de escritura (L’atelier)
Es el verano de 2016 en Francia y Antoine decide anotarse a un taller de escritura en el que la meta es escribir una novela negra con la ayuda de la escritora Olivia Dejazet. A Antoine no le interesan demasiado los puntos de vista que la docente quiere imponerle a sus alumnos, por lo que comienza una guerra personal y conceptual. La mujer, sin embargo, se muestra más que interesada en sus actitudes.
Locura al aire
Una de las producciones que la productora uruguaya Mutante Cine que se estrena este año. Locura al aire es un documental de Alicia Cano y Leticia Cuba sobre Vilardevoz, una radio que desde hace veinte años funciona en el hospital psiquiátrico Vilardebó. El filme sigue la participación de sus conductores –internos y pacientes– en el Primer Encuentro de Radios Locas de México. Su preestreno es en el marco del festival.
