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Clásico: sin público, 563 policías y varios anillos de seguridad
El clásico entre Peñarol y Nacional, que se jugará este miércoles en el horario de las 18:30 en el Estadio Campeón del Siglo, a puertas cerradas, contará con 563 efectivos de policía en el operativo de seguridad diagramado para el evento.
Así lo indicó el comisario Richard Cabral, quien estará al frente del dispositivo que llevará adelante el Ministerio del Interior.
El operativo tendrá similares características al que se implementó en el pasado clásico del 13 de diciembre, que también se jugó en el Campeón del Siglo y a puertas cerradas por las medidas sanitarias adoptadas a raíz del coronavirus.
En ese sentido, se instalarán anillos de seguridad en varias vías que llevan al escenario aurinegro. “Comenzaremos desde la zona metropolitana hacia adentro, reforzando, hasta llegar al estadio”, explicó Cabral en rueda de prensa. Los controles policiales comenzarán a la hora 15.
“Tenemos determinados puntos críticos que van desde el ingreso a la zona metropolitana hasta el Campeón del Siglo, no los decimos, obviamente, por razones de seguridad, pero existen puntos donde va a haber fuertes controles para evitar que se aproximen a la zona”, agregó Cabral.
Más controles
El clásico de este miércoles en principio se iba a jugar a la hora 17:00 pero tras el pedido de la Asociación Uruguaya de Futbol (AUF), para que se juegue de noche o más tarde, finalmente se acordó que se dispute a las 18:30.
El encuentro tendrá más controles que los del último, en diciembre y en el Campeón del Siglo, donde notoriamente hubo más público en la platea del permitido por el protocolo sanitario y con hinchas aurinegros que ingresaron, tras pedido del club a la AUF, para colocar banderas, pero que luego se quedaron en la tribuna y alentaron a su equipo durante el partido.
Para evitar que eso se repita, se restableció el protocolo y se prohibió el ingreso de banderas en todos los partidos del Clausura.
Además, se reajustó el número de personas que pueden ingresar a los estadios, reducido a solo 50 personas por club, contando a jugadores, técnicos y allegados.
“Todavía siguen las reuniones con la Asociación Uruguaya de Fútbol y los clubes, y se está trabajando para que no vuelvan a suceder esas cosas”, dijo Cabral.
