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Colegios preparan ajustes y cambios en sus planes curriculares para cuando retomen cursos
La suspensión de clases en escuelas y liceos fue una de las medidas inmediatas tomadas por el gobierno tras decretar hace un mes la emergencia sanitaria ante la confirmación de los primeros cuatro casos de coronavirus covid-19 en Uruguay. Más allá de que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) prepara un regreso paulatino a las aulas -todavía sin fecha para la mayoría de alumnos, aunque sí está previsto para las escuelas rurales a partir del miércoles 22-, lo que los expertos y autoridades no dudan es que la situación alterará los procesos de aprendizaje y obligará a modificar los planes de instituciones y docentes.
“Los programas curriculares van a ser absolutamente alterados”, afirmó a El Observador el integrante del Comité Académico de Eduy21, Juan Pedro Mir con respecto al cambio en los planes pre-estipulados que tuvieron que hacer en muchas instituciones educativas desde la llegada del Covid-19 al territorio uruguayo.
Esa adaptación ya comenzó a ser realizada por distintos centros de enseñanza. En el caso de los Colegios Salesianos, su responsable, Francisco Varela, dijo a El Observador que “se van haciendo ajustes en los planes y programas, pero hay una finalidad formativa para cada año, no solo de contenidos sino de competencias que tiene que desarrollar un alumno”.
Si bien asegura que se cubrirán los contenidos necesarios del año, por estos días los centros salesianos realizan “una re-planificación constante”, por el uso de nuevas herramientas de aprendizaje. “Uno no puede replicar una clase que tenía planificada para que sea presencial y cambiarla a virtual. No funciona así, hay que cambiar recursos y métodos”, aseguró Varela.
La directora de secundaria del Colegio José Pedro Varela, Marie Noel Delger, señaló que esa institución atraviesa un proceso similar. “Yo diría que más que re-planificaciones, lo que se está haciendo en este momento es una lectura y evaluación de cómo están respondiendo, hasta este momento, los estudiantes con esta primera experiencia”, observó Delger al ser consultada sobre el desarrollo del primer mes de actividades remotas.
Por otro lado, la directora planteó una segunda dificultad: la incertidumbre. “Al no saber cuando volvemos, eso dificulta la planificación. No podemos tener ninguna certeza, ni siquiera aproximada”, explicó. Así, hasta que la situación se normalice, las autoridades del colegio buscarán jerarquizar los componentes de la planificación inicial, pero una vez que se vuelva a la modalidad presencial “tendrá que haber una re-planificación general”.
Además de los cambios en los contenidos curriculares, el gobierno también planifica modificaciones en la extensión de los cursos. Durante una entrevista con En Perspectiva de radio Mundo, el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da SIlveira, consideró "muy probable" que, una vez retomadas, las clases de escuelas y liceos se extiendan hasta fin de año y que incluso haya actividades curriculares durante el verano, como una medida compensatoria ante la suspensión de la educación presencial, dijo el jueves 9.
Otro de las complicaciones con las que deben lidiar las instituciones es el apoyo familiar. “Somos conscientes de que en cada casa y familia se viven situaciones muy distintas y, por lo tanto, no podemos pretender restringir los horarios a rajatabla porque entendemos que, a esa hora, deben haber tres personas que necesitan la misma computadora”, detalló Delger.
En esa línea también se expresó el consejero de Primaria, el maestro Héctor Florit. El jerarca afirmó que la detención de las clases presenciales repercutirá de forma positiva en desarrollar conocimientos a partir de los recursos digitales que se están utilizando, pero advirtió que habrá “un impacto por el diferencial en niños que cuentan con apoyo de sus padres, rutinas, orden, acceso a diversos recursos” y aquellos que viven en contextos desfavorables y vulnerables, que no tienen ni los recursos ni la contención para poder estudiar a distancia.
Florit también señaló que hay contenidos sobre los que habrá un cierto rezago porque “la presencia es definitoria”, como la lectura y escritura en escolares de primer año requiere del maestro en el lugar.
“A nosotros nos pasó que el diagnóstico que normalmente hacemos durante el mes de marzo, en muchos casos no pudo hacerse”, dijo Ana Inés Luciani, directora general de Life’s School y docente en la Universidad Católica del Uruguay.
“En la universidad la situación es muy distinta”, aseguró y explicó que, en ese caso, el programa se puede llevar adelante “porque el aprendizaje es completamente autónomo y se manejan las herramientas informáticas”. Aún así, consideró que en las asignaturas más bien prácticas, la realidad es otra, y más compleja.
Marcela Mailhos, directora de Comunicación de la Universidad ORT, dijo a El Observador que desde que comenzaron las clases virtuales hace dos semanas, “se lleva a cabo el cronograma de acuerdo a lo estipulado y no han habido atrasos”. A su vez, si bien no tienen una idea aproximada de cuándo podrían volver a las clases presenciales, tienen previsto que las cursos online se mantengan -por lo menos- durante todo el mes de abril.
Una nueva forma de aprendizaje
A pesar de que la llegada del coronavirus covid-19 a Uruguay significó en varios ámbitos una problemática grave, el director ejecutivo de Eduy21, Renato Opertti, consideró que esta situación también puede ser “una ventana de oportunidad para transformar la educación”. Con esta idea en mente presentó la posibilidad, a corto plazo, de implementar una educación del tipo “híbrida”.
Una educación híbrida, según el experto, implica que los planes de estudio se ajusten y estructuren de modo que el alumno pueda seguir el curso de forma semi-presencial. A medida que la situación de emergencia mejore, una de las posibilidades es que los estudiantes se reincorporen a los centros educativos de forma paulatina. “Eso va a llevar a que se revise la manera en la que se está enseñando, porque no se trata de rebajar los contenidos, sino priorizar en función de las necesidades de los alumnos”, explicó.
“A largo plazo, si uno no saca algo de lo que estamos viviendo, sólo se resolvió el problema del momento”, opinó Opertti, y afirmó que, a raíz de la experiencia negativa que la llegada del virus implicó para el país, puede tomarse como positivo la proyección de “una nueva forma de aprendizaje”.
“Los períodos de adaptación llevan tiempo, pero lo que habrá que hacer es poner el foco en lo fundamental de la propuesta educativa”, dijo el referente de Eduy21 con respecto a la re-planificación que se ha tenido que hacer en varios centros educativos desde la implementación de las plataformas virtuales. “Uruguay está en condiciones de lograr una educación híbrida y veo en las autoridades educativas esa voluntad”, agregó.
La idea de esta nueva forma de aprendizaje sería presentar los conceptos de forma virtual y trabajarlos en mayor profundidad de manera presencial.
Para conseguirlo, Opertti aseguró que el rol de las familias y el Estado sería fundamental. “Se tendría que replantear la educación como política social. No pensar en el centro educativo como lugar físico, sino como algo más que eso”, dijo. En tanto, advirtió que esto implicaría una reestructuración de algunas rutinas, ya que los niños y jóvenes deberían tener que pasar gran parte de su tiempo dentro del hogar.
Juan Pedro Mir, por su parte, tiene una postura similar a la de Opertti. “Es una oportunidad para desarrollar otros modelos curriculares centrados en habilidades, competencias y capacidades que están muy vinculados a la sociedad actual”, opinó con respecto al cambio en los métodos de educación de los últimos meses.
Mir afirmó también que las instituciones que logren comprender que las planificaciones no pueden ser iguales para las distintas metodologías, “serán las que puedan responder mejor a estos cambios”. Pero concluyó que, aunque el Uruguay cuenta con las herramientas para sobrellevar la situación de forma satisfactoria, se está "en medio del mar y aprendiendo a nadar a la vez”.
