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Mario Colla: “Son los peores 20 años de la historia del club con esta dirigencia y lo único nuevo somos nosotros”

Mario Colla aceptó ser candidato luego de que Bengoechea lo convenciera al mostrarle un proyecto deportivo escrito en el que será director deportivo; muy crítico con los últimos 20 años de Peñarol, busca mejorar en todos los aspectos
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24 de noviembre de 2020 a las 05:01

Mario Colla es una de las caras nuevas que se presentará con la lista 555 como candidato a la presidencia de Peñarol y va acompañado de Jorge "Chumbo" Da Silva y de distintas alianzas. Por más que quiso, no llegó a un acuerdo con otro candidato, Guillermo Varela, para ir juntos. Fue impulsado por el propio Pablo Bengoechea en su candidatura luego de que el excapitán aurinegro confeccionara un proyecto deportivo escrito por él mismo y por el que será el futuro director deportivo en caso de que Colla gane la elección y del que participará Gabriel Cedrés como gerente deportivo. 

Se mostró muy crítico con los dirigentes que han pasado durante los últimos 20 años por la institución, busca recuperar el ADN, contar con un plantel acotado de 25 jugadores, gastar bien el dinero que se gana en divisiones menores a las que quiere aportar el 10% de lo recaudado por cada juvenil que sea transferido y cuidar esa cantera para que no inviertan clubes del extranjero.

Peñarol es un club polarizado desde hace tiempo.

La polarización en la elección es como un manejo medio maquiavélico de las cosas. Los dirigentes son siempre los mismos, son 11 o 12 consejeros que se mueven para un lado u otro, se juntan, son los mismos que manejan el club hace 20 años, han estado en comisiones de fútbol, de contrataciones. Todos. Los que se llaman oficialismo y oposición, y después cuando van a votar se mezclan para hacer sus alianzas para ver cómo de alguna manera, obtener puestos en el consejo. Esto me llama a dudas porque el consejo y la presidencia, son honorarios. Somos hinchas de Peñarol y esto es honorario, ¿por qué hay tanta lucha? Ahí me viene a la mente un dicho de un presidente de Deportivo La Coruña que dijo: “Hay tres tipos de presidentes en el fútbol: los que tienen tierras alrededor del estadio o los complejos deportivos y se dedican a los negocios inmobiliarios, los ladrones y los tontos que amamos al club y estamos dispuestos a hacer mucho por él”. Hay que descubrir quién es quién en este juego, porque realmente es un juego perverso. Es como una rosca, una rosca que al club le está haciendo mucho mal. Porque son los peores 20 años de la historia del club con esta dirigencia y lo único nuevo somos nosotros.

“Si en lugar de estar pagándole a Xisco para que trote alrededor de la cancha, hubiésemos invertido esa plata en hacer las canchas sintéticas y un vestuario alrededor del Campeón del Siglo donde ya hay tierras que son de Peñarol, ya hubiéramos podido tener infraestructura deportiva mucho más acorde en la Ciudad Deportiva”

¿Tan así lo ve?

No vemos que la gente que rompió al club, que ha traído los peores resultados de la historia, pueda solucionar lo que rompieron. Ni haciéndose pasar por oposición, ni como oficialistas, ni cambiando de nombre. Barrera y Damiani son la misma cosa, no hay nada que descubrir. Por el otro lado, Ruglio vota junto con Queijo que todos estos años estuvo como contador del club y estuvo en la comisión de contrataciones. No hay transparencia ni siquiera en eso en eso, ni en los números ni en la forma de presentarse al socio. A mí me sería mucho más cómodo estar en la tribuna haciendo de hincha y no tener que hacer este trabajo. Pero me ha llamado un grupo importante de amigos que estuvo trabajando desde marzo con Pablo Bengoechea, de que él tenía un proyecto en la cabeza y que lo quería llevar adelante y no pude decir que no, porque precisaban alguien que tuviera tiempo, que tuviese una trayectoria probada a nivel de empresa. Esas características en mí, por suerte se dan después de muchos años de trabajo y me he puesto a disposición de este grupo para intentar ver si podemos llevar a Peñarol a recuperar su mística, lo que era, y su primer lugar en Uruguay por lejos como ha sabido ser. Que a su vez, es un lugar que lo impulsa a estar en buenos lugares internacionales y es un motor del fútbol uruguayo. Peñarol fue motor del fútbol uruguayo en los años de 1960, 1970, 1980 y 1990. Sin embargo, ese motor se está apagando en los últimos 20 años. Los hinchas mantenemos la llama viva porque amamos al club, pero los resultados deportivos indican que estamos desaparecidos.

“Es un poco maquiavélica la forma de organizarse de Damiani desde el punto de vista del poder. Él se cree un poco dueño de Peñarol y eso es responsabilidad de los socios también. No es así”

¿En qué se diferencia usted de los demás candidatos?

Primero, que nunca estuve en el club en temas directivos. Es más: si buscan en los archivos, no van a encontrar una foto mía con un dirigente. Ni con Damiani, ni con Ruglio, ni con Barrera. Tengo un palco al lado del de Diego Aguirre. No es que soy un desconocido. Simplemente no me saco fotos con los dirigentes porque no me identifico con ellos. Sí tengo fotos con técnicos y jugadores del club. Pero no con dirigentes porque no me representan.

¿Y a quién votó en las elecciones pasadas?

Voté a Areco. Parecía que podía hacer algo diferente, su grupo venía intentando algo distinto desde muchos años. En este período cogobernaron. No fue lo peor del oficialismo desde el punto de vista del manejo, pero cometieron errores importantes. Me defraudaron en cuanto a los resultados. No dudo que todos son hinchas y que los dirigentes quieren que gane Peñarol, pero los métodos que vienen utilizando, están fallando porque los resultados así lo indican. La promesa de cambiar los técnicos no me satisface.

“A Peñarol, cuanto más dinero le entra, más gasta y peor le va. Esto es ridículo. Nunca vi una cosa igual”

¿Por qué?

Esto va de la mano de tener un proyecto deportivo. Entonces, que acá Pablo Bengoechea y Gabriel Cedrés hayan comenzado a hablar en marzo con sus amigos, que me hayan invitado en junio a participar, que el grupo siguiera creyendo, que tengamos el único plan escrito que hay de proyecto fútbol, escrito por Pablo y nuestro equipo, pensado para tres años de trabajo, es la única forma que veo de empezar a cambiar. No podemos arrancar con la idea de traer un técnico y si a los seis meses le va mal lo cambiamos. Sea Diego Aguirre o sea Klopp. Ya Peñarol ha traído técnicos de renombre que no duraron un año. Entonces lo primero es contar con el director deportivo (Bengoechea) y el gerente deportivo (Cedrés) bien respaldados, convencidos de lo que están haciendo. En estos días emitimos un comunicado porque había gente que decía que utilizábamos a glorias deportivas. Y es al revés, en todo caso me están usando a mí porque el proyecto es de Pablo Bengoechea, Gaby Cedrés y algunos amigos y entré al proyecto porque me llamaron. A mí no se me hubiese ocurrido nunca llamar a Pablo para que entrara en la campaña. Hay que aclararlo porque se ha ensuciado un poco la cancha. Esto es distinto. Es la primera vez que un ídolo del club se embarra y está dispuesto a impulsar a gente de bien, de trabajo, empresarios, socios con mucha pasión en el club, para que este grupo cambie esta realidad del club.

“Nosotros somos ridículos en Peñarol. No solo traemos jugadores libres que no lo quiere nadie, sino que cuando viene, no sé cómo hace y gana US$ 1 millón. Es una cosa de locos”

Si bien Pablo los eligió a ustedes, también le dio el visto bueno a Ruglio para el caso de que él gane las elecciones.

Es diferente la situación. Pablo no va a hacer lo que hizo Diego (Aguirre) de decir, “solo vengo con Damiani”. Si mañana a Diego lo invita un jeque árabe a dirigir en Catar, él va. No importa quién es el presidente. Ahora, ¿a Peñarol viene solo si Damiani es el presidente? O sea que si Damiani se muere mañana, Diego no dirige nunca más. Me parece una estupidez. Salvo que le esté pagando desde ya. Nosotros no solo no le estamos pagando a Bengoechea, sino que nos llamó él. Me llama la atención. Pablo está dispuesto a trabajar en Peñarol sea quien sea el presidente. Nos eligió a nosotros porque en este grupo participa activamente en el plan de gobierno, sobre todo, la parte deportiva. Eso es diferente a lo que le ofreció Ruglio que le dijo que lo va a contratar. Capaz que a Ruglio lo echan en tres meses o le dice te voy a pagar $ 5.000 por mes y Pablo no lo acepta. O sea, lo usó y listo. Lo nuestro es distinto, es un proyecto con Pablo Bengoechea. Él escribió el plan deportivo del grupo. Nosotros queremos recuperar el ADN del club, esa fibra y el último gran momento del club fue el quinquenio. Tenemos que relanzarnos desde ahí, con las personas que estuvieron ahí y hoy están vivas, sanas, preparadas. Después tuvimos pequeños chispazos y solo seis Campeonatos Uruguayos en los últimos 20 años y solo una participación digna en la Copa Libertadores. Pablo demostró ser ganador en varios países como técnico, no solo en Uruguay, sino con Alianza, dirigió a la selección de Perú, trabajó en México con Markarian. Como jugador es indiscutible, estuvo 11 años en el club con todas las satisfacciones posibles. Es claramente alguien que a Damiani no le gusta porque le roba cámara. En su momento, en la época, su padre abrazaba más a Pablo que a Juan Pedro. Lamentablemente fue así. Es una pena cómo el club lo ha desperdiciado todos estos años, pudiéndolo tener mucho más involucrado.

“El criterio es tener un plantel acotado, 25 jugadores, no 40. El otro criterio que nos transmitió son las rotaciones de plantel y los cambios de futbolistas por períodos de pases, no deberían ser más de tres o cuatro”

¿Cómo sería la elección del técnico?

Pablo y Gabriel van a proponer, ya tienen algunas ideas. Como presidente, uno tiene que estar de acuerdo mínimamente en la parte económica y en el presupuesto. Yo estoy convencido que ellos dos van a elegir mucho mejor que yo al técnico. Hay gente que tiene la falsa ilusión que cuando elige a un presidente en Peñarol está eligiendo a un sabelotodo que está iluminado que elige los técnicos, compra a los jugadores, como si estuviera jugando al Play Station. Y en un club profesional no es así. Por ejemplo, en River argentino, deciden mucho más sobre las cuestiones técnicas, Francescoli y Gallardo, que el presidente. Eso es un manejo profesional del club. Nosotros tenemos que ir hacia ese tipo de modelo que son modelos exitosos, y abandonar estos fracasos. El sistema boliche, no va más.

Eso implicará variantes.

Hay un cuerpo técnico que está trabajando en el club por ahora. Nosotros somos muy respetuosos. Yo vengo de un mundo empresarial en el que se respetan mucho los talentos y las personas que saben. No venimos del campo y de tratar con peones y maltratar a la gente, no venimos de la monarquía. No soy heredero de ninguna fortuna. Lo que creé, lo creé yo. Eso hace perfiles bastante diferentes a los que están hoy en Peñarol. Eso significa que en la empresa tenemos un gerente técnico, un gerente financiero y un gerente comercial que están capacitados y a esas personas se les da la derecha para elegir a todo su equipo de trabajo. Si no, yo no podría estar acá. Puedo estar acá porque mi empresa se maneja como se manejan las empresas modernas, no como un boliche. Desafortunadamente Peñarol ha sido manejado como un boliche durante mucho tiempo, donde el que se cree dueño pone plata, después la saca, fija los intereses que se le pagan. Ese estilo no corre más en el fútbol mundial. Eso puede pasar en una canchita de baby fútbol. Peñarol no puede hacer eso.

“Desafortunadamente Peñarol ha sido manejado como un boliche durante mucho tiempo, donde el que se cree dueño pone plata, después la saca, fija los intereses que se le pagan. Ese estilo no corre más en el fútbol mundial. Eso puede pasar en una canchita de baby fútbol”

¿Cuáles serían sus pilares?

Hay cosas que no vemos negociables y que desde el día uno se deberían aplicar. A nivel de la dirigencia, transparencia. Queremos que se firmen los balances auditados en tiempo y forma en los primeros tres meses de cerrado el balance. Pretendemos que cada uno de los integrantes del consejo directivo firme un código de ética que incluya la confidencialidad para evitar esto que pasa mucho en Peñarol de filtrar a la prensa las negociaciones que se tienen antes de que las cosas salgan y estropeando muchas veces las posibilidades del club de acercar un jugador o un técnico, en una forma atrevida, de falta de respeto total a los compañeros de trabajo, filtrar por Whatsapp a la prensa lo que se habla en el consejo directivo. Si podemos, vamos a propiciar que se firme una declaración jurada de bienes al entrar y al terminar el proceso y finalmente, que exista en la interna por mayoría, una persona designada para hacer una auditoría permanente de las acciones del consejo directivo, que simplemente dé un informe y lo publique en la página web, sobre las contrataciones una vez terminado el proceso. No antes porque eso de que se entere el jugador de lo que le van a pagar por un tuit o Whatsapp antes de que se lo diga un dirigente, es de niños. Lo he hablado. En Peñarol hay algunos comportamientos que son de niños chicos. Después se quieren presentar a las elecciones como adultos, pero los últimos tres años, los tres anteriores y los otros tres, han sido muy inmaduros.

“Hay gente que tiene la falsa ilusión que cuando elige a un presidente en Peñarol está eligiendo a un sabelotodo que está iluminado que elige los técnicos, compra a los jugadores, como si estuviera jugando al Play Station”

Bengoechea y su proyecto son fundamentales para usted.

No es que le pedimos permiso para usar su nombre, como dije, él nos llamó para encabezar este proyecto. Lo de pedirle permiso lo hizo Ruglio. Son dos cosas bien distintas. En lo social, al socio le faltan muchísimos derechos. A cambio de lo que se le cobra, se le da muy poca cosa. A los socios del interior se los trata como socios de clase B, cuando en realidad hacen grandes esfuerzos muchas veces para venir a ver al club. Falta una cuota social familiar que permita acceder a las instalaciones del estadio. Los socios del exterior están muy mal trabajados. Solo hay 350 socios cuando podría haber 10 mil con un trabajo más ordenado, quizás hablando con la empresa de televisación y haciendo un paquete de cuota social y poder ver los partidos por streaming. Poder lanzar con la empresa de televisión que tiene los derechos u otra, Peñarol TV, que no tenemos. Pero primero que nada hay que ocuparse de lo deportivo. Estamos en medio de un campeonato y debemos ganar el Clausura para meterse en las finales y hay que prepararse para levantar al equipo. Se vencen a fin de año –extensible a cuando termine el torneo en febrero– 18 contratos y esa será una buena oportunidad para que Pablo pueda reordenar el plantel. Su criterio es tener un plantel acotado, 25 jugadores, no 40. El otro criterio que nos transmitió son las rotaciones de plantel y los cambios de futbolistas por períodos de pases, no deberían ser más de tres o cuatro. Deben estar ligadas a cómo va evolucionando el plantel para que no nos pase lo que sucedió con Brian Rodríguez y Darwin Núñez. Uno sabe que a esos jugadores los van a vender, entonces deben tener un suplente trabajando en formativas o buscar una ficha nueva. Nosotros somos ridículos en Peñarol. No solo traemos jugadores libres que no lo quiere nadie, sino que cuando viene, no sé cómo hace y gana US$ 1 millón. Es una cosa de locos.

“Pablo es claramente alguien que a Damiani no le gusta porque le roba cámara. En su momento, en la época, su padre abrazaba más a Pablo que a Juan Pedro. Lamentablemente fue así”

¿Y la parte económica?

He descubierto un círculo vicioso que es increíble. A Peñarol, cuanto más dinero le entra, más gasta y peor le va. Esto es ridículo. Nunca vi una cosa igual. En los últimos tres años fue al que le entró más dinero por lejos y es el que tiene los últimos dos años los peores resultados deportivos. Esto habla de una pésima administración del dinero que ingresa. ¿De qué sirve vender a Pellistri en US$ 10.000.000, si de eso, usted va a agarrar US$ 9:, porque US$ 1: se lo va a quedar alguien por el camino, y de esos US$ 9:, va a salir a comprar fichas o contratar jugadores que ya están pasados de tiempo, en su etapa terminal de fútbol y se los quema todos. Se saca a jugadores clase A que van a la selección como Brian Rodríguez, Darwin Núñez y Diego Rossi, y al final del camino, con la plata que agarró de eso, se queda con 10 veteranos, cinco jugadores libres, a los cuales les paga toda esa plata. Es una cosa de locos. Por eso termina con un plantel de 40 contratos y con un presupuesto de US$ 1.500.000 por mes.

¿Cómo cambiaría eso?

Contratar dos o tres jugadores por período de pases, que puedan marcar la diferencia, y negociar mucho mejor. Peñarol negocia muy mal lo que gasta. Ahora vende mejor que en el pasado, pero gasta peor. Entonces es lo mismo.

“Nosotros queremos recuperar el ADN del club, esa fibra y el último gran momento del club fue el quinquenio. Tenemos que relanzarnos desde ahí, con las personas que estuvieron ahí y hoy están vivas, sanas, preparadas”

¿El que entre a Peñarol no tiene que poner dinero?

No. Eso es una falta de respeto total. Eso es de club de barrio. Hay alternativas bancarias, otras por fideicomisos. No se precisa hacer ese tipo de gestos como si uno fuera dueño del club. Vamos a suponer que se hizo con buenas intenciones, pero hemos visto que el club pagó a dirigentes, US$ 4 millones en 10 años, entonces las intenciones son dudosas, no nos representan. Ni la forma de trabajar, la forma de pelearse, la forma de unirse para volver a estar en cargos. Nos levantan serias sospechas de que algo no está bien en el manejo del club.

¿Cómo sería su política de juveniles?

Son la cantera de oro del club, el lugar en el que puede hacer la mayor diferencia, pero hay que tener cuidado porque ya se están instalando en Uruguay filiales de los clubes más importantes del mundo. Tenemos filiales de Manchester City, ahora se instaló Inter de Milán en baby fútbol, si Peñarol no se mueve rápido, puede ser que en cinco o 10 años no tenga más formativas, se las hayan comido clubes extranjeros instalando muy buenas infraestructuras, tratando bien a los chiquilines y se los queden. Ahí nos va a quedar un club de barrio, nos vamos a tener que olvidar. Eso ya está empezando a pasar. Varios contratistas han comprado clubes de fútbol formando Sociedades Anónimas Deportivas. Estamos entre una situación en donde esto puede ser una mina de oro del club que lo levante y lo multiplique, o la podemos perder porque esto lo está viendo todo el mundo: que Uruguay es un país formador y exportador de jugadores. ¿Cuál es la solución? Peñarol debe invertir en las formativas, mínimo un 10% del dinero que entra por la venta de juveniles, adicional a lo que invierte fijo que ronda los US$ 2 millones al año. Tiene que reinvertir.

“Somos hinchas de Peñarol y esto es honorario, ¿por qué hay tanta lucha? Ahí me viene a la mente un dicho de un presidente de Deportivo La Coruña que dijo: ‘Hay tres tipos de presidentes en el fútbol: los que tienen tierras alrededor del estadio o los complejos deportivos y se dedican a los negocios inmobiliarios, los ladrones y los tontos que amamos al club y estamos dispuestos a hacer mucho por él’. Hay que descubrir quién es quién en este juego, porque realmente es un juego perverso”

¿Piensa invertir en la infraestructura del club?

Cuando uno mira la infraestructura, Las Acacias no está buena, en el CAR hay mucho por hacer. Creo muchísimo en la Ciudad Deportiva que manejó esta última directiva. Si en lugar de estar pagándole a Xisco para que trote alrededor de la cancha, hubiésemos invertido esa plata en hacer las canchas sintéticas y un vestuario alrededor del Campeón del Siglo donde ya hay tierras que son de Peñarol, ya hubiéramos podido a tener infraestructura deportiva mucho más acorde. Hoy, clubes como Náutico, tienen una infraestructura deportiva de baby fútbol y de fútbol, muy superior a la que tiene Peñarol. Defensor mismo, mantiene una infraestructura de formativas que es igual o superior a la de Peñarol. Ahí hay mucho por hacer. Podríamos tener en formativas un Peñarol A y un Peñarol B, porque muchas veces cuando llegan, los muchachos no todos tienen lugar y hay algunos que tienen potencial. Para eso se precisa poner algunos pesos más en las formativas que valen la pena, en lugar de ponerlos en contratos, como se hizo, de gente que no rinde.

“Peñarol fue motor del fútbol uruguayo en los años de 1960, 1970, 1980 y 1990. Sin embargo, ese motor se está apagando en los últimos 20 años”

¿Y la marca Peñarol?

La marca está muy maltratada. Ningún niño puede tener una camiseta oficial de Peñarol. La marca oficial, prácticamente no produce productos para niños. Ahora llega Navidad, Reyes o un cumpleaños, tiene que comprar camisetas truchas. No hay oficiales o hay un solo talle. Eso es porque no se exigió correctamente la negociación con la marca que nos esponsorea, porque se priorizó cobrarle al contado y rápido el contrato y se malvendió en la directiva anterior. Todo está ligado a ser un gastador compulsivo. Peñarol tiene un problema de administración serio. Es un gastador compulsivo. Rentistas tiene un jugador que gana US$ 2 mil por mes y viene a Peñarol, pide US$ 40 mil y Peñarol se los paga. Eso es una mala costumbre, o es una joda. No sé. Pasan cosas realmente extrañas. Llaman la atención los valores de los contratos que paga Peñarol. El club no solo tiene una cantidad obsesiva, sino que paga cifras que no se corresponden al fútbol uruguayo, son más parecidas al fútbol europeo. Y el nivel del club, a veces parece que le cuesta ganarle a un club de la B.

“Es la primera vez que un ídolo del club (Bengoechea) se embarra y está dispuesto a impulsar a gente de bien, de trabajo, empresarios, socios con mucha pasión en el club, para que este grupo cambie esta realidad del club”

¿Le sorprendió que Damiani volviera a postularse?

No. Es un poco maquiavélica su forma de organizarse desde el punto de vista del poder. Él se cree un poco dueño de Peñarol y eso es responsabilidad de los socios también. No es así. Los socios son los dueños de Peñarol y es hora de que los socios marquen presencia y en las urnas, vayan a votar y dejen bien claro que esta directiva actual no es lo que quieren para Peñarol. Este es el momento para hacerlo. Después, sino, lamentablemente habrá que estar tres años con lo mismo. Si no hacen el cambio ahora, la quedamos. Son tres años perdidos, como perdimos estos últimos 20 años. Ojalá los socios nos acompañen, acompañen el proyecto de Pablo (Bengoechea) y a mucha gente más como Chumbo Da Silva y gente joven que se sumó a la lista como Alejandro González y Sebastián Silvera.

“Pablo no va a hacer lo que hizo Diego (Aguirre) de decir, 'solo vengo con Damiani'. Si mañana a Diego lo invita un jeque árabe a dirigir en Catar, él va. No importa quién es el presidente. Ahora, ¿a Peñarol viene solo si Damiani es el presidente? O sea que si Damiani se muere mañana, Diego no dirige nunca más. Me parece una estupidez. Salvo que le esté pagando desde ya”

¿Cabe alguna posibilidad de surja una alianza con otro candidato como Guillermo Varela?

Me reuní con él, le propuse todas las alternativas posibles porque me parecía una buena idea, pero no tuvimos la posibilidad de que se diera así porque él no tiene un proyecto deportivo como ya lo ha dicho. Me parece una persona de bien, pero no se dio.

 

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