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Colorados vuelven a "las bases", reabren clubes y ponen el foco en los inmigrantes
"El inmigrante tiene mentalidad de deudor al país que lo acoge.Agradece. El viejo hijo del país tiene mentalidad de acreedor. Siempre está reclamando". Así se expresó el pasado lunes el expresidente Julio María Sanguinetti, cuando el Partido Colorado presentó una de sus últimas apuestas: la Comisión de Asuntos Migratorios.
La elección de la jornada no fue casual. Ese día se conmemoraba en todo el mundo el Día Internacional del Refugiado. No resulta casualidad por la revindicación que hace desde filas partidarias: en un país "hijo de la inmigración" la formación de esta comisión por parte de un partido "cosmopolita y humanista" demuestra su voluntad de "continuar construyendo una república laica y de puertas abiertas".
Los colorados dicen que hablar de la migración es hablar de la misma historia del Uruguay. Un partido que, por lo menos durante la primera mitad del siglo XX, a través de las políticas implementadas por el Batllismo se ganó a buena parte de los inmigrantes, muchos de los que pasaron a revistar luego en filas partidarias.
El prosecretario de Derechos Humanos colorado, Matías Duque, explicó a El Observador que la comisión se moverá en tres ejes fundamentales. Por un lado el trabajo con organizaciones sociales, legisladores e integrantes del gobierno en procura de soluciones para estos "hijos de la migración forzada" que "han escapado de regímenes totalitarios" en América Latina. También erradicar la xenofobia y todo tipo de discriminación en Uruguay y hacer que la voz de estas personas, cuyos derechos humanos fueron violentados en su país de origen, sea escuchada. Si bien están abiertos a los casi 95 mil inmigrantes registrados en Uruguay según los últimos datos disponibles, los colorados se centrarán en migrantes venezolanos, cubanos y nicaragüenses.
Allí estaban representantes de Manos Veneguayas y de Cubanos Libres, así como el activista Lidier Hernández, que llegó a Montevideo gracias a uno de los "vuelos sanitarios" que el gobierno implementó en la pandemia, luego de que La Habana le prohibiera durante nueve meses su salida de la isla.
La presentación de la comisión fue saludada desde el exterior. Allí llegaron mensajes del secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro y de figuras emblemáticas de la resistencia contra los regímenes cubano y venezolano, como Rosa María Payá y María Corina Machado.
Durante la presentación de la comisión, Duque sostuvo que el partido debe tener sus puertas abiertas a una "participación real" de los inmigrantes en política. Los colorados pueden exhibir pruebas de esa integración. Allí estaba Desirée Pagliarini, una venezolana hija de uruguayos que se desempeña como suplente de Ope Pasquet en la Cámara de Diputados.
La legisladora es autora de un proyecto de ley que procura la "libertad de circulación" de los ciudadanos legales e incorporar en su documentación oficial su calidad de uruguayos. En el lanzamiento estuvo presente la subsecretaria de Exteriores, Carolina Ache, que se comprometió desde el gobierno a profundizar acciones que le permitan a Uruguay ser un país que reciba a la inmigración como un aporte social y seguir construyendo una nación libre, diversa y cosmopolita. "Eso somos y eso tenemos que seguir siendo", dijo.
Sanguinetti repasó la evolución histórica de la inmigración en el país. El expresidente llamó a eliminar la xenobia al criticar a los que afirman que los inmigrantes llegan a quitarles el trabajo a los uruguayos. "No, vienen a trabajar, a fundar familias y a compartir los valores de nuestra sociedad y civilización", afirmó.
El exmandatario dijo llevar con orgullo el apodo de "el genovés" con el que algunos los llaman, y dijo que muchos uruguayos siguen invocando su condición, aunque lejana , de inmigrantes. Sanguinetti consideró que Uruguay tiene una deuda histórica con los venezolanos, que recibieron a cientos de compatriotas que escapaban de la dictadura. Allí, aprovechó la situación para remarcar la importancia de los partidos políticos. "Chávez no fue el que liquidó a los partidos en Venezuela", señaló. "Fue la consecuencia del debilitamiento y la pérdida de rumbo de los partidos".
Si bien en filas partidarias mayoritariamente se opta por la discreción, se admite que la comisión servirá también para explorar perspectivas electorales entre los inmigrantes. "Claro que lo hay" , dijo a El Observador el diputado Felipe Schipani, al recordar que muchos de ellos recién llegados tramitaron la ciudadanía o, incluso, ya cuentan con credencial cívica. "Son votantes, y hay que trabajar allí", apuntó.
El retorno
Otra de las apuestas que los colorados comenzaron a implementar en estos días pasa por la recuperación de una de sus marcas distintivas. El martes volvió a funcionar, después de varias décadas, el primer "club zonal". Está ubicado sobre la calle Soriano, a la vuelta de la sede central partidaria. Es el primero de ocho, uno por cada circunscripción municipal, que se abrirán en el marco de la estrategia definida por el Comité Ejecutivo Departamental (CED) de Montevideo para que el partido vuelva a tener presencia a nivel territorial de forma permanente.
"No estamos inventando el agua tibia", dijo Schipani a El Observador. La idea es volver "a las bases", a los viejos "clubes seccionales" que supieron ser emblemas del Batllismo hasta mediados del siglo pasado.Luego de un período de auge en los tiempos de José Batlle y Ordóñez desaparecieron para dar paso a meros clubes políticos que abrían dos meses antes de las elecciones para cerrar inmediatamente después.
Su presencia, recordó, marcó "los momentos de mayor éxito" para la colectividad. Está pensado que a las nuevas sedes zonales puedan ir los vecinos a hacer cualquier planteo o recibir asistencia para realizar trámites. También para que concurran las autoridades partidarias a rendir cuentas, con dirigentes y concejales que sean "puntas de lanza" a nivel territorial.
"El objetivo es pasar a ser lo que siempre hemos sido: la vanguardia de los grandes temas y de las necesidades de la gente" dijo Schipani, que está convencido de que el camino de crecimiento de los colorados es "desde el pie y volviendo a los barrios".
Schipani explicó que estos comités funcionarán como asamblea. Eso ayudará a descentralizar el trabajo político, algo que lo que los colorados "estamos un poco rezagados". Si bien admite que habrá dificultades, sostuvo que es el camino que tiene el partido para crecer y "volver a representar a las grandes mayorías".
