Por Paola Nande
El entrenamiento cruzado combina varias formas de ejercicios, los cuales pueden ser aeróbicos, como el ciclismo y la natación, así como tambien entrenamientos de fuerza y flexibilidad. Estos ejercicios diferentes pero complementarios, ayudan a mejorar el sistema cardiovascular y disminuyen el riego de lesión por estrés. Pero aunque son los más importantes, no son los únicos.
Los corredores que realizan entrenamientos cruzados tienen un montón de ventajas y beneficios.
• Mejora notablemente el rendimiento
• Aumenta la fuerza y flexibilidad
• Mejora la agilidad, la velocidad y el equilibrio
• Previene lesiones causadas por el impacto
• Aporta variedad de patrones motores
• Aporta variedad y reduce el aburrimiento
Al mismo tiempo el entrenamiento cruzado trabaja todas las fibras musculares en todos sus ángulos, consiguiendo un cuerpo más funcional y adaptable a las situaciones cotidianas. Otro de los puntos importantes de realizar otros ejercicios es la oportunidad de salir de la rutina del entrenamiento, encontrando nuevas motivaciones y metas a superar, un método muy eficaz para mantener la mentalidad positiva y así obtener el mayor rendimiento.
Disponer de un buen nivel de resistencia da la posibilidad de experimentar y descubrir nuevas disciplinas.
Teniendo una buena capacidad aeróbica puede servir tanto para correr como para nadar, pero ten en cuenta que cada disciplina deber ser entrenada a diario para disfrutarla y obtener sus beneficios.
La motivación es parte de del rendimiento, y el hecho de complementar el entrenamiento con otros deportes ayuda a mantener el foco y avanzar en el entrenamiento.
Salir de la rutina ayudará a desconectar de la monotonía y de disfrutar de nuevos progresos, lo que afectará de manera positiva la mentalidad manteniendo el humor y las ganas de seguir avanzando.
Otro gran aporte es la agilidad y la velocidad que proporciona este tipo de entrenamiento, un método muy eficaz para ser más veloz en carrera y que todo corredor quiere mejorar.
Cualquier momento es bueno para incluir una nueva disciplina a nuestras planificaciones. La posibilidad de entrenar de esta manera proporciona la posibilidad de cambiar el plan si surgen imprevistos. Si llueve y no puedes salir a correr o andar en bici, realiza una rutina de gimnasio o natación. Si alguna parte de tu cuerpo siente algún dolor o está cargado por haber realizado algún trabajo específico, realiza un ejercicio para trabajar otra parte de tu cuerpo.
El entrenador Emilio Rodríguez recomienda incluir al menos dos veces por semana una rutina diferente. “Dentro del entrenamiento cruzado se puede incluir la práctica de cualquier deporte, pero las más comunes para los corredores son la natación, el ciclismo y el trabajo de gimnasio. Este tipo de rutinas cruzadas refuerzan nuestros puntos débiles, retrasando e impidiendo algunas lesiones. Lo más recomendable es incluir cual quiera de estas disciplinas al menos dos veces por semana”.
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