Autoridades reunidas por la COP15

Mundo > Biodiversidad

Comenzó la COP15 destinada a preservar especies y ecosistemas en proceso de destrucción irreversible

La conferencia de Naciones Unidas se desarrolla en Montreal, Canadá, con el desafío de establecer en dos semanas un acuerdo histórico de carácter vinculante. La "última oportunidad" para salvar la biodiversidad, advierten los expertos
Tiempo de lectura: -'
08 de diciembre de 2022 a las 09:47

Los delegados de más de 190 países estarán reunidos hasta el 19 de diciembre para adoptar medidas y votar recursos financieros para con el objetivo de detener el ecocidio en curso, en un intento por salvaguardar las especies vivas y los recursos indispensables para la humanidad.

Un millón de especies están en peligro de extinción, un tercio de la tierra está gravemente degradado y los suelos fértiles desaparecen, mientras la contaminación y el cambio climático aceleran la devastación de los océanos.

"La humanidad se ha convertido en un arma de extinción masiva", denunció el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, durante la inauguración de la cumbre. Guterres atribuyó esto al "apetito sin fondo de un crecimiento económico desenfrenado y desigual" de la humanidad, según consigna la agencia AFP.

Se refirió a la COP15, una especie de hermana gemela de las COP climáticas, como la "oportunidad para detener esta orgía de destrucción". Sin embargo, las negociaciones se han estancado durante los últimos tres años.

Esta vez se trata de concretar un acuerdo de una veintena de objetivos, el principal de ellos apunta a proteger el 30% de las tierras y los mares. Otros prevén la restauración de los entornos naturales, la reducción de pesticidas, la lucha contra las especies invasoras o las condiciones para una pesca y una agricultura sostenibles.

En la recta final

Se estima que la degradación de los ecosistemas deberá fondearse con unos US$ 3.000 millones anuales hasta 2030, recordó Guterres.

Antes de su discurso, una docena de activistas de pueblos originarios se manifestó frente al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, denunciando la crisis ecológica en estas comunidades.

Sus territorios albergan el 80% de la biodiversidad restante en el mundo y el reconocimiento, incluso financiero de su rol en el acuerdo final es uno de los temas espinosos por resolver.

En un intento por tener acuerdos previos a la cumbre, hubo deliberaciones entre el 3 y el 5 de diciembre. Sin embargo, no lograron avances significativos, ya que solo hubo acuerdo sobre cinco objetivos de la veintena planteada. Esto causó inquietud entre expertos y oenegés.

"Esta cumbre es una oportunidad que el mundo no debe perder, probablemente la última para que los gobiernos cambien el rumbo y salven nuestro precioso sistema de soporte vital", dijo el martes la funcionaria de defensa de WWF, Bernadette Fischler Hooper.

"Estamos en la recta final, y es hora de que todos demos un paso adelante, esto se está volviendo crucial", dijo el martes la jefa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, visiblemente preocupada.

La cumbre es presidida por China pero se trasladó a Canadá por la política de Cero Covid establecida por Beijing. Un dato desalentador es que se lleva a cabo sin la presencia de los líderes mundiales, muchos de los cuales sí asistieron a la COP climática de Sharm-el-Sheikh, Egipto, en noviembre pasado.

En su lugar, serán los ministros de relacionados con el medioambiente los encargados, a partir del 15 de diciembre, de encauzar las negociaciones.

La mayor ambición del encuentro sigue siendo la de sellar un acuerdo histórico como el que surgió de la cumbre climática de París en 2015. Sin embargo, algunos temen que haya "estrategias posiblemente deliberadas para provocar un escenario similar al de Copenhague", donde la COP climática resultó en un rotundo fracaso en 2009, advierte la ONG Avaaz.

Con el fin de evitar un tropiezo, los países deben acordar metas medibles y monitoreadas, para no repetir el fracaso del marco anterior que se adoptó en 2010 en Aichi, Japón.

Será un punto decisivo la financiación de los países ricos a los países en desarrollo. Una coalición de estados del sur pidió como mínimo US$ 100.000 millones anuales para destinar a la biodiversidad y temas climáticos, y US$ 700.000 millones anuales hasta 2030.

Algunos países buscan crear un fondo dedicado a la biodiversidad, a lo que se oponen los países ricos, que prefieren mejorar los canales existentes, particularmente los bancos públicos de desarrollo.

Otro tema espinoso sobre el que no hay consenso es el de la biopiratería. Muchos países exigen que las naciones ricas aporten más ya que finalmente comparten, por vía de los impuestos, las ganancias de los productores de cosméticos y medicamentos derivados de recursos objeto de conservación en el hemisferio sur.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...