Los rituales son el secreto para la productividad y el trabajo eficiente. Tratar de establecer qué es lo que debe incluir su rutina mañanera puede ser complicado, pero es necesario un marco de referencia para implementarla. Muchos artistas, escritores y emprendedores confían en una serie de rituales. Puede analizar a alguno de ellos y aprender de sus rituales diarios.
Las rutinas se convierten en una manera de construir una estructura alrededor del día, otorgar algunas certezas, hitos para demarcar la jornada, y de esa manera evitar el fenómeno conocido como “agotamiento del ego”, causado cuando la toma constante de decisiones agota la reserva de fuerza de voluntad.
El agotamiento del ego y la fatiga de decisiones generan cansancio, facilidad de distracción, procrastinación y una sensación general de que no hace lo que quiere hacer.
Hay algunas claves generales para comenzar a armar su rutina y evitar sentirse agotado al final del día, o incluso antes.
Examine esa "pieza de dominó" que hace que todo caiga en su lugar. Cree su ritual con el objetivo de terminar algo importante. Por ejemplo, puede ser levantarse a las 6 de la mañana y meditar durante 20 minutos. Sea lo que sea, otorgue toda la importancia para completar esta tarea diariamente.
Una vez que eligió lo más importante, enfóquese en que eso sea lo primero que haga. Su ritual debe estar basado en adoptar este nuevo hábito.
Trate de divertirse con el nuevo hábito y siéntase libre de ser creativo y agregarle algo más con el paso del tiempo. Cree una lista de pendientes.
Ya sabe qué es lo más importante de su ritual. Ahora agregue dos cosas más a la lista.
Limpiar sus dientes con hilo dental puede ser un buen ejemplo. Es algo muy sencillo, pero el punto es comenzar con una rutina simple para asegurar el éxito.
Aunque algunos crean que un hábito toma 21 días en formarse, eso parece ser un mito, según la ciencia. El psicólogo Jeremy Dean dice que podría tomar hasta 66 días, y un estudio de Phillipa Lally concluyó que les tomó a los participantes entre 18 y 254 días dominar casi al 100% la capacidad para hacer las cosas de manera automática. Cada individuo es diferente.
Una vez que domine una rutina, marque nuevos hábitos para completar su ritual.
Los rituales no deberían estar grabados en una piedra. Acepte que puede ajustar o adaptar su plan mientras avanza como parte de un proceso dinámico. Haga una revisión semanal. Después de un tiempo, tal vez se de cuenta de que no le gusta hacer yoga o correr. Tal vez descubra lo bien que se siente después de tomar un licuado, por ejemplo. Si es dinámico es más seguro que el ritual evolucione.
El acto de tener una rutina se convertirá en una adicción y a veces puede sentirse como un ganador. Otras veces se sentirá un poco perdido después de haber olvidado un paso o varios. Manténgase fuerte. Tener un ritual es como fortalecer un músculo, tiene que hacer el ejercicio para revitalizar el hábito.
Fuente: Gestión - RIPE
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