“No me hagás vivir el corazón en la boca”, decía mi mamá cuando tardaba en volver a casa sin avisarle antes. Así está todo el sistema político. Con una incertidumbre total. Con el corazón en la boca.
Porque, a dos semanas de las PASO, nadie puede asegurar, ni siquiera, un resultado aproximado. Pero a ese problema se le suma otro, todavía más serio: el de la abulia.
El mayor especialista en humor social de la Argentina, Guillermo Olivetto, lo describió, en una entrevista que le hice para la radio El Observador 107 9, con mucha claridad: Esa abulia explicaría, también, la falta de ganas de ir a votar.
En España, para que le gente no se quede en su casa, diseñaron este ingenioso video. Vale la pena prestarle atención. Una usuaria de X en nuestro país lo presentó así: “si no querés comer mierda frita, los próximos cuatro años en la Argentina, andá a votar”.
Compartimos la idea: si dejás de ir a votar, favorecés a los aparatos que no quieren cambiar nada. Por otra parte, dentro de los aparatos, las operaciones sucias y la violencia política están en su más alto nivel.
Ayer, Sergio Massa, no pudo visitar la Matanza. Máximo Kichner le anticipó que si se sumaba a la caravana junto a Fernando Espinoza y Axel Kicillof no solo lo iban a insultar. También le advirtió que lo podrían atacar físicamente. Algunos militantes del Movimiento Evita lo estaban esperando con ansiedad.
Son los que apoyan a Patricia Cubría, la esposa de Emilio Pérsico, el alto funcionario de Desarrollo Social que atiende de ambos lados del mostrador. El mismo que maneja el 55 por ciento de los planes Potenciar.
Cubría compite por la intendencia de La Matanza contra el actual titular, Fernando Espinoza, acusado de abuso por una ex asesora y muy cercano a Massa, a Cristina y a Kicillof. Cubría oficializó su candidatura con un video que muy pronto se hizo viral. Le pusieron como título “Llora Espinoza”. Usaron la música de uno de los más grandes hits de Cristina Castro, “Lloran las rosas”.
Los militantes del Movimiento Evita denunciaron en sus redes que la gente de Espinoza los atacó a tiros. Y sugirieron que no se iban a quedar de brazos cruzados.
Pero eso no fue todo.
Porque en las últimas horas Luis Delía llamó a Massa, directamente, “cagón” por no haber ido a La Matanza. Además, le enrostró su doble condición de ministro devaluador y ajustador y candidato a presidente de la derecha.
Como si esto fuera poco, en las últimas horas, el intendente de Tigre, Julio Zamora le pidió al presidente una custodia personal, después de acusar a Massa de haberlo amenazado El jueves, a Zamora se le había impedido ir a la reelección con la lista del candidato a presidente Massa.
Casi al mismo tiempo, se divulgó una encuesta de Opina Argentina en la que Zamora aparecía como el candidato mejor visto y el más votado de Tigre. Si Massa perdiera en Tigre, su pago chico, sería una catástrofe.
Igual que sería una catástrofe que Juan Grabois no le sumara ni un voto a Unión por la Patria. O al revés, que consiguiera demasiados votos provenientes del kirchnerismo duro. Es decir: una cantidad suficiente como para condicionar la campaña de Massa para la primera vuelta.
Todos los días, Massa le pide a Cristina que lo llame a Grabois y le ponga un bozal. Pero el enviado del Papa que dice vivir con apenas 200 mil pesos por mes, sigue repitiendo, a sus militantes, en privado, el exabrupto que pronunció hace un tiempo:
No es porque sea coherente y honesto. Es porque quiere sacarle al regalo que le hizo Cristina el máximo de provecho. Por lo demás, en la vida real, Grabois es tan hipócrita como los dirigentes a los que pretender enfrentar.
Porque a Massa se lo encontró en los pasillos de C5N y lo saludó con un beso, un abrazo y un apretón de manos. Es más: lo llamó “Señor Rival.”
Pero el problema de Massa es que no arranca.
Que Unión por la Patria todavía no llegaría al 30 por ciento de los votos en todo el país. Es decir: 3 puntos menos de los que obtuvo en las legislativas de octubre de 2021, cuando el Frente de Todos perdió contra Juntos por el Cambio por casi 9 punos de diferencia.
Y el otro problema es que Massa mide menos que Kicillof, así como el gobernador mide mucho menos que intendentes del conurbano como los de Moreno, José C Paz o Merlo, donde hoy, los dos candidatos participaron de un acto. Pero lo que se discute aquí, más que la fuerza de los aparatos, es hasta donde el desastre imperante afectará al peronismo en todo el país.
Massa no tiene nada que ofrecer.
Pero eso no es todo.
Porque hoy Natalia Muscatelli demostró, con datos del INDEC, que los productos básicos de la canasta de alimentos aumentaron, desde junio de 2022 hasta junio de 2023, mucho más que el dólar blue, y que otros precios de la economía.
La mayoría pronostica una inflación del 7 por ciento para julio y otra del 9 por ciento para el mes de agosto, por efecto de las medidas económicas que tuvo que implementar Massa para conseguir el anticipo de acuerdo con el FMI.
Pero ahora mismo, el crecimiento exponencial de los precios es un escándalo.
Cada vez que los empleados de la consultora de Antoni Gutiérrez Rubí revisan los datos duros de la economía se hacen la misma pregunta.
Porque la vice hace 15 días que no aparece.
La última vez que lo hizo se mostró junto al candidato en una foto que parecía un meme:
Arriba de un simulador de vuelo de Aerolíneas Argentinas, la línea de bandera que pierde un promedio de 600 millones de dólares por año, y a la que, en su momento, Massa dijo que había que potenciar, pero con los ñoquis de la Cámpora afuera.
En el Instituto Patria las opiniones están divididas. Unos dicen que Cristina no aparece para no quitarle centralidad a Massa. Otros aseguran que lo que no quiere Cristina es quedar pegada a lo que podría llegar a ser la derrota más fuerte de la historia del peronismo.
Pero Massa también podría preguntarse:
Porque Esta semana se conoció un falló de la justicia de Nueva York que significan dos cosas:
A Massa le queda una sola esperanza.
Que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bulrich se despedacen en el tramo final de la campaña. O que sigan cometiendo errores de principiante. Como el de Patricia al traer a la memoria la palabra blindaje, como una de las herramientas para salir del cepo.
Si Juntos por el Cambio no quiere perder unas elecciones que podría ganar con cierta comodidad, debería evitar esos errores no forzados.
Con un par de palabras más dichas los chicos grandes de La Cámpora hacen dulce de leche. Y hacen vivir a la oposición “con el corazón en la boca”.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá