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Con la marca del 2016 de reojo, el FA se aferra a más de 100 mil votos que "valen distinto"
"Todo indica que superamos ampliamente el número de participantes de la elección anterior". "Que tengamos más votos que en 2016 es una señal muy fuerte". "Más de 100 mil votos ¡Bravo!". "Duplicamos y más lo que fue la votación 2016 (en el comité)". "Largas filas en estas elecciones del Frente Amplio".
En una noche de elección partidaria que no brindaría resultados por la dinámica del escrutinio, la participación y su relación respecto a la marca fijada por el más reciente antecedente se erigieron en el dato más esperado al cierre de la jornada en la Huella de Seregni. Fue el coordinador del Frente Amplio, Ricardo Ehrlich, quien informó que para las 18:30 las urnas almacenaban un número "cercano a 100 mil" de pronunciamientos militantes.
La fuerza política decidió incluso extender por una hora el horario de votación por la "alta concurrencia" a sus comités de base, donde se jugaba la futura presidencia de la coalición de izquierda, la integración de sus plenarios y la Mesa Política. Para el cierre de esta edición, los dirigentes estimaban en el entorno de 110 mil sufragios, lo que implica exceder en un 20% la votación que invistió en 2016 a Javier Miranda.
Toda expectativa en las elecciones del Frente Amplio miraba de reojo a los comicios de cinco años atrás. Y es que esa cifra tenía el potencial de ser en los hechos el segundo gran respaldo popular a la fuerza política desde que perdiera el gobierno nacional, y se enfrentara incluso a un primer año de oposición que dejó gusto a poco en varios sectores.
Al final, los principales líderes celebraron el resultado y agradecieron a la militancia. El escrutinio para designar al nuevo presidente de la fuerza política deberá esperar hasta el 13 de diciembre, una vez que hayan votado los comités en Argentina y Madrid.
En la coalición de izquierda predominaba la mirada de que a mayor cantidad de votantes, más fortalecida la estructura de cara al referéndum de 2022. "Cuanto mejor parado salga el Frente Amplio de esta interna, va a tener mejores condiciones para ir a un referéndum al que ya todas las encuestas dan muy parejo", declaró Fernando Pereira a El Observador, una hora antes de que cerraran las urnas.
El expresidente del PIT-CNT es el favorito a tomar la posta de Miranda, dados los amplios y diversos apoyos que concitó su candidatura –que alinea al MPP, Partido Comunista y el ala más socialdemócrata–. Pereira afirmó que la paridad de las encuestas de cara al referéndum se da "todavía con la maquinaria no tensada del todo" de parte de la oposición. "Hoy por primera vez el Frente Amplio se tensó desde la recolección de firmas", declaró.
Consultado por El Observador, el candidato señaló que con la juntada de casi 800 mil rúbricas "el Frente Amplio recibió una bocanada de oxígeno y lo volvió a poner en agenda, parado sobre sus propios pies". Consideró además que un segundo gran hito fue el Congreso de octubre, en que "criticó lo que tenía para criticarse" y "valoró los enormes cambios que había hecho".
Otra lectura aportó la exsenadora Constanza Moreira, referente de Casa Grande, y alineada con la postulación de Gonzalo Civila. "La elección interna te registra el voto de tus activistas militantes, y el éxito lo medís en relación a sus electores", dijo Moreira a El Observador, que es además politóloga.
"Si tenías 1 millón de votos (en las elecciones nacionales de 2014) y 100 mil (en las internas de 2016), tenías un 10% que es tu base militante. Cuanto más base militante tenés en tu electorado, más fidelidad", expuso. Horas antes de cerrarse las urnas, la dirigente afirmó que incluso manteniendo la misma participación de entorno de 94 mil votos aportados en las internas de 2016, dado que en los últimos comicios nacionales de 2019 el Frente Amplio logró alrededor del 39% de los votos, "en términos absolutos" implicaría que "se amplió la base de militantes activos".
"Valen distinto los 90 mil votos de hoy que los 90 mil del 2016", sintetizó Moreira. Una de sus interpretaciones es que mantener la base militante del 2016 pese a haber votado peor en las nacionales de 2019, significa que "hay más gente dispuesta a comprometerse con el Frente Amplio por el cambio en la coyuntura".
Sin embargo, superar la votación de 2016 implica subir la vara de la participación más baja registrada en elecciones frenteamplistas. Los 110 mil votos estimados al cierre de la jornada distan de los registros de 2006 y 2012, cuando la fuerza política reunió 220 mil y más de 170 mil pronunciamientos, respectivamente.
Pese a que hubo expectativas más optimistas que situaban la meta en tener de 150 mil a 200 mil votos, varios dirigentes consultados destacaron que la superación se da incluso con un uso más austero de recursos, dado que los sectores están ahorrando para la campaña del referéndum.
Una de las observaciones es que mientras en 2016 hubo un "bombardeo" de publicidad en medios, este año solo pautaron en la última semana a nivel de fuerza política en general, con varios sectores que no hicieron campañas mediáticas propias.
El candidato Gonzalo Civila manifestó en conferencia de prensa que la participación del 5 de diciembre "es una señal muy fuerte" sumada a la recolección de las firmas y las elecciones en otros rubros –como las de los delegados docentes al Consejo Directivo Central y los representantes sociales al BPS– "que demostraron una mirada muy crítica hacia las políticas del gobierno".
Ivonne Passada, por su parte, concluyó: "Todo nos hace pensar que está volviendo la alegría para esta casa".
