Consejero: libros quemados no se entregaron antes porque "se los pueden comer los ratones"

Ese hecho, que trascendió cuando Florit lo comunicó mediante su cuenta de Twitter este martes (se refirió a “300.000 libros”), dejó en evidencia el funcionamiento del sistema logístico y trajo consigo algunas preguntas que lo cuestionan. 

¿Por qué a un mes del comienzo de clases aún había 150 escuelas de Montevideo y el total de escuelas de siete departamentos del interior del país sin sus respectivos libros?
Pablo da Silveira, coordinador de los equipos técnicos del precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou, fue uno de los que pidió explicaciones a las autoridades de Primaria. “Sería bueno que las autoridades explicaran por qué, casi terminado marzo, esos 300 mil textos no habían sido distribuidos”, escribió en Twitter.

Florit le respondió horas después en la red social lo mismo que ya le había dicho a El Observador. “El contrato de distribución establece marzo y, si quedan remanentes, abril.  Al 27 de marzo quedaban por distribuir 256 mil libros. Se habían entregado más de 400 mil. El plazo de aproximadamente 30 días hábiles es razonable para llegar a cada una de las 1.200 escuelas urbanas”, publicó.

Bomberos

Este viernes Da Silveira continuó con el asunto. “Dado que las clases empiezan cada año entre principios y mediados de marzo, la pregunta es por qué hacer los contratos de esa manera, que hace que muchos textos (en este caso, un tercio) recién lleguen en abril. ¡Primero los alumnos!”, señaló.

Florit explicó que las imprentas entregan los libros prontos en el correr de noviembre, diciembre y enero. Sin embargo, los libros se comienzan a distribuir entre marzo y abril.  Ante la consulta de por qué no se repartían en el verano, lo cual permitiría que todos los alumnos tengan los textos para el inicio del año lectivo, Florit respondió que las escuelas no abrían en los dos primeros meses del año.

“La distribución es en marzo por dos razones: una es que las escuelas están cerradas y otra es que si hay alguna rectificación de matrícula, alguna transformación de escuela, estamos a tiempo de comunicar”, respondió Florit a El Observador.

Consultado por si las escuelas no se podían abrir especialmente para que los libros fueran entregados, aseguró que eso generaría problemas logísticos importantes porque desde Primaria hacen “una coordinación de entrega no de cinco, seis, 10 o 20 locales” sino de “entregar toneladas de libros a 1.200 direcciones distintas”.    

Pablo Caggiani, otro consejero de Primaria, intentó ser más gráfico al describir la situación: “Si los distribuís antes corrés el riesgo de que se deterioren en el verano, pero formalmente se podría. Pero el tema es que en el verano se los pueden comer los ratones”.

Caggiani explicó que cada vez se distribuye más cerca de la fecha de comienzo de clases. Según él, el primer año que se distribuyeron los libros el procedimiento finalizó en junio. 
“Probablemente haya que mirar cómo llegar a un esquema donde se esté pronto la primera semana de clases. Pero con 2.200 escuelas y la infraestructura que tiene Uruguay todavía no hemos llegado a ese procedimiento”, sostuvo. 

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Para el consejero, el procedimiento de distribución tiene que ser mejorado y es algo que, según dice, han venido ajustando año a año. “Probablemente todavía tengamos para mejorar porque si no tuviéramos nada para mejorar, algo estaríamos haciendo mal”, concluyó.

Según estimaron las autoridades, los libros que se reeditarán llegarían a fines de mayo a las escuelas donde faltan (todas las de Rocha, Treinta y Tres, Río Negro, Paysandú, Artigas, Soriano, San José y la mitad de las de la capital). 

Mientras tanto, las inspecciones van a recomendar “usar algún remanente que en general queda de años anteriores en las propias bibliotecas de las escuelas” o “exhortar a los chiquilines que puedan aportar libros a la escuela porque si el año pasado lo usaron lo tienen”. En última instancia “confiar en el trabajo de los maestros mediante trabajos en el cuaderno y fotocopias”, contó Florit.

Correo

El director del Correo Uruguayo por el Partido Nacional, Fernando Saralegui, dijo que se enteró del conflicto la semana pasada porque, según dice, hay muchas cosas que no le llegan. Al enterarse del suceso solicitó que le enviaran el contrato del Correo con Costa Logística y con ANEP. 

“Yo estoy esperando eso, los pedí esta semana y estoy esperando los contratos. Sinceramente después desconozco porque no tenía información salvo del incendio y de eso que se había contratado, pero cuales fueron las condiciones del contrato del Correo con Costa Logística no tengo idea y le digo la verdad, no corresponde que no tenga idea porque eso tendría que haber pasado por el directorio. Soy de la minoría, de la oposición, a veces mucha información no me llega”, apuntó.

Entre el Correo y Costa Logística tendrán que evaluar quien asume el perjuicio de US$ 900.000 por las pérdidas ocasionadas.