La corte suprema de Brasil suspendió este miércoles el traslado del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva desde la sala especial de Curitiba donde cumple una pena de casi 9 años de prisión a una cárcel común de Sao Paulo, ordenado horas antes por una jueza de primera instancia.
Por 10 votos a favor y uno en contra, el Supremo Tribunal Federal (STF) del país norteño atendió el pedido de la defensa del exmandatario y decidió, en una rápida sesión, mantener al líder histórico de la izquierda en la sala de la sede policial de Curitiba hasta que el máximo tribunal analice si el exjuez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, fue parcial al condenarlo por corrupción.
Una magistrada regional había ordenado por la mañana el traslado, atendiendo un pedido de la policía que alega diversos trastornos ocasionados por la custodia de Lula debido a la aglomeración de sus partidarios y adversarios en los alrededores de su lugar de reclusión y a las numerosas visitas de personalidades brasileñas y extranjeras que recibe.

Diego Battiste
La jueza Carolina Lebbos había afirmado en su decisión que la transferencia busca "reducir los costos humanos y financieros inherentes a la custodia, además de proporcionarle mejores condiciones de resocialización" a Lula, trasladándolo a "un establecimiento efectivamente volcado a la ejecución penal, cerca de su medio social y familiar".
Pero los abogados de Lula enviaron un pedido urgente para que el STF suspendiera la operación, alegando que si las autoridades no pueden custodiarlo donde se encuentra, deberían concederle la "libertad plena" y no "colocarlo en una situación de mayor vulnerabilidad jurídica y personal".
Lula se encuentra preso desde abril de 2018 en la sede de la Policía Federal de Curitiba, capital del estado de Paraná, tras ser condenado por corrupción pasiva y blanqueo de capitales en un caso vinculado a la Lava Jato.
Fuente: AFP