Cuba abrirá el comercio minorista y mayorista a los inversores extranjeros

La medida la anunció la viceministra primera de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Ana Teresita González Fraga, y se trata de un punto de inflexión que en parte anula una política central de La Habana que data de la década de 1960 y que, apertura mediante, tiene como objetivo resolver la escasez de bienes básicos, como alimentos y medicinas, aunque no implica una apertura completa del comercio.

Así lo explicó la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, quien afirmó se trata de “una oportunidad para eliminar paulatinamente el desabastecimiento” ya que hasta ahora “los principales proyectos estaban encaminados a la producción de bienes y servicios y no al comercio”.

Las autoridades precisaron que los inversores extranjeros podrán poseer total o parcialmente los negocios mayoristas cubanos, pero aclararon que el Gobierno controlará que prevalezca "un mercado estatal", según Díaz Velázquez. El objetivo es "ampliar y diversificar la oferta a la población y contribuir a la recuperación de la industria nacional", agregó el ministro de Economía, Alejandro Gil.

Al explicar las posibilidades que se abren para los inversores extranjeros, los funcionarios especificaron que en el caso del comercio minorista solo se aprobaron empresas mixtas y asociaciones económicas internacionales; mientras que para el comercio mayorista, además de esas dos posibilidades, también está contemplada la actividad del capital totalmente extranjero “siempre y cuando sea factible y de beneficio para el país”.

Según lo anunciado, la iniciativa priorizará la venta de materias primas, insumos, equipamientos y otros bienes que puedan contribuir a impulsar el desarrollo de la producción local. También el suministro de bienes ya terminados, como alimentos, productos de higiene y equipos parala generación de electricidad con fuentes renovables de energía. “Se van a priorizar las propuestas de negocios de las compañías que se han mantenido en el país durante estos tiempos difíciles, informó el diario cubano Granma.

Díaz Velázquez precisó que “los convenios con capital extranjero en la actividad comercial tendrán facultades para abastecer a las formas de gestión no estatal, y será además una vía de financiar a la producción nacional y no depender tanto de las importaciones”.

La funcionaria, además, enfatizó que todos los negocios diseñados y que se evalúen tendrán como “premisa potencial la producción y los encadenamientos, para una oferta estable de bienes y servicios, en un primer momento en moneda libremente convertible y más delante en moneda nacional en la medidas que crezcan sus rendimientos”.

La noticia llega en un momento que algunos comercios han comenzado a racionar productos esenciales, como aceite de cocina, para garantizar que llegue a todos los hogares, y en un contexto en el que la pandemia, la reducción de las ayudas por parte de Venezuela y las estrictas sanciones y restricciones impuestas por Estados Unidos durante el mandato Donald Trump han contribuido a aumentar los problemas de la isla.

En mayo pasado, el Gobierno de Joe Biden acordó aliviar las sanciones de Trump, flexibilizando las restricciones a los viajes ya la cantidad de dinero que los cubanos residentes en Estados Unidos pueden enviar a sus familiares en Cuba. Una medida que el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, calificó como "un pequeño paso en la dirección correcta".