Daude: "no vemos un panorama negro" para la actividad económica

En ese sentido, afirmó que los indicadores de avance del nivel de actividad muestran "comportamientos dispares" y que algunos de ellos "plantean desafíos", pero "no se ve un panorama negro".

Daude señaló que la confianza de los consumidores muestra un deterioro en los últimos meses, reflejo de una mayor inflación, la depreciación del tipo de cambio y la situación del mercado de trabajo, lo que podría trasladarse a un crecimiento del consumo menor al que se ha venido observando hasta ahora.

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Por otro lado, señaló que el núcleo industrial crece, pero a tasas "muy bajas" y que la inversión muestra "alguna mejora incipiente". En relación a las exportaciones afirmó que la economía "viene absorbiendo relativamente bien" el shock fuerte que se tiene por menores colocaciones de soja.

"Lo que nos preocupa es el mercado laboral. El crecimiento no ha venido acompañado de mejoras", dijo.

Sobre la próxima temporada de verano y un posible descenso de turistas desde la vecina orilla, el jerarca afirmó que el tipo de cambio no es el único factor relevante a tener en cuenta.

"Me preocuparía más si la recesión en Argentina es muy profunda que los precios relativos. Tendría un impacto más importante", puntualizó el funcionario durante un panel de discusión sobre la coyuntura económica regional en el marco de las 33 Jornadas Anuales de Economía organizadas por el Banco Central (BCU).

Por otro lado, Daude subrayó que el alza transitoria en frutas y verduras, junto con el precio de la carne y del dólar contribuyeron en parte a empujar la inflación por fuera del rango meta en los últimos meses.

"No creemos que esto sea un problema que no sea manejable y que no nos permita rápidamente volver al rango meta", afirmó.En los 12 meses a junio la inflación se ubicó en 8,1%, la más alta en el último año y medio. El dato de julio se conocerá el próximo viernes.

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En su presentación Daude dijo que la Rendición de Cuentas "es consistente" para alcanzar la meta de déficit fiscal de 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020. "El desafío es seguir reduciendo el déficit para estabilizar la deuda", apuntó.

El rojo de las cuentas públicas se mantuvo en junio en 4% del PIB, debido a un deterioro de las finanzas de las empresas públicas y un aumento de los intereses de deuda que compensaron el menor gasto de ANCAP en acumulación de existencias de petróleo. Hay que remontarse a 2003, a la salida de la peor crisis financiera de la historia uruguaya, para encontrar dos registros mensuales consecutivos de 4%.