Wanderers interpreta a la perfección un sentimiento que viene desde lo más profundo de su historia. El equipo respeta un estilo de juego. El técnico Alfredo Arias consolidó un equipo concebido bajo normas de juego. Sus jugadores se acostumbraron a ganar pero no a cualquier precio. Y eso tiene un valor en un deporte donde rige una ley donde lo único importante es la victoria.
Arias transmite valores y se respalda en una frase que lo marcó: “solo hay gloria cuando hay dignidad y ética”.
¿Qué quiere decir? El propio entrenador lo explica: “Yo lo que quiero decir es que nosotros por estar en el club que estamos tenemos una historia de actuar así siempre. Nosotros respetamos a los rivales, las normas, y sabemos cuando nos vemos perjudicados, pero no somos llorones, nunca anduvimos llorando por injusticias. El fútbol pide eso. No hay gloria sin dignidad. No es ganar de cualquier manera. Uno llega a la gloria si hay atrás un camino de dignidad, de respeto”.
El resto es conocido. Wanderers desarrolla en cancha la mejor propuesta futbolística. Es el equipo más goleador de la temporada. Impone desde el juego.
Pero hay un detalle que se presenta oculta y del que poco se habla. El carácter de un plantel que tiene un promedio de edad de 21,8 años y que apenas cuenta con 19 jugadores.
En el país de las etiquetas, donde se suele encasillar a los equipos con motes, el bohemio está brindando pruebas de personalidad todos los fines de semana. Los números lo respaldan: en las últimas tres temporadas es el equipo que levantó más resultados.
Desde la temporada 2011/2012 a la fecha los bohemios levantaron 11 resultados convirtiéndose, junto con Nacional, en el equipo que dio vuelta más partidos.
Hinchada sin peso
La estadística cobra mayor peso si se toma que Wanderers no tiene una parcialidad que pueda ejercer presión como ocurre con los grandes donde el alarido de 30 mil personas puede hacer dudar a un árbitro o un línea. El ejemplo más claro lo expresó Jorge Fossati el fin de semana cuando dijo que si el partido con Liverpool se jugaba con 30 mil personas en las tribunas daban vuelta el resultado. Claro que no siempre se gana dando vueltas partidos y si bien es una demostración de carácter, no deja de ser un tema preocupante y que se habla en el camarín de los bohemios.
“Es algo que nos preocupa y que hablamos con los compañeros que no está pasando seguido”, comentó Diego Riolfo en CX 26. Y agregó que: “Si bien es una virtud no nos tendría que pasar porque nos hacen goles en los primeros minutos. De todos modos nos quedamos con el lado positivo que el equipo es capaz de dar vuelta los partidos”.
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