Como en cada campaña electoral , la posibilidad de celebrar debates públicos entre los precandidatos y candidatos a la presidencia -dependiendo de la instancia- volvió a ponerse sobre la mesa. Tradicionalmente, los que miran las encuestas de intención de voto desde arriba eluden el escollo y los que asumen una posición desafiante insisten en tener un espacio de contrapunto. Sin embargo, en los últimos 25 años han sido contados los casos en los que precandidatos o candidatos decidieron debatir con seriedad. De hecho, el último antecedente que se suele recordar data de 1994 cuando Julio María Sanguinetti y Tabaré Vázquez -contendientes a la presidencia- compartieron el plató e intercambiaron conceptos.
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