José Decurnex en el Nacional del futuro: el club social, que ya es una realidad

Fútbol > ENTREVISTA AL PRESIDENTE

Decurnex: "Cuando llegamos al club no me dejaba dormir el desorden y la negligencia que existía respecto al Parque Central"

José Decurnex abordó todos los temas sin rodeos, incluso el tricampeonato; dijo que en 2018 el club estaba técnicamente quebrado, que en tres años invirtieron US$ 9.000.000 en el Parque y explicó por qué no será presidente; leé la entrevista completa
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15 de noviembre de 2021 a las 05:03

Llegó a la presidencia en un momento crítico en diciembre de 2018, con el bicampeonato de Peñarol y una crisis económica tan profunda como peligrosa para mantener el funcionamiento de Nacional. En tres años generó una transformación histórica en la institución. Rediseño el funcionamiento de la administración, sinceró los números del club, redujo el presupuesto a niveles nunca vistos, reactivó las obras en el Gran Parque Central, en Los Céspedes e inició el club social, conquistó dos títulos en el Uruguayo, valorizó a los juveniles y le dio su impronta con un costado humano a través de la Fundación Nacional. Decidió que no será candidato en diciembre, que deja el sillón presidencial y pasa a integrar el pelotón para que tire otro durante tres años. Dijo que piensa volver a la presidencia en algún momento. En una charla tan profunda como variada sobre todos los temas, José Decurnex analizó sus tres años de gestión y por qué se baja de la presidencia luego de la transformación que alcanzó para su club.

¿Qué balance hace de su gestión cuando está a un mes de finalizar sus tres años de mandato?

El balance es muy positivo. Siempre le dijimos al socio que nos comprometíamos con un proyecto que estaba basado en cuatro pilares. Nunca prometimos nada porque entiendo que es un grave error arrancar prometiendo cosas cuando uno ni siquiera conocía muy bien la interna del club y de lo que se estaba proyectando en ese momento. Pudimos avanzar en esos cuatro pilares, el aspecto administrativo-financiero, las obras, el compromiso con la sociedad y el deportivo, que definimos y que le comunicamos claramente al socio. Un pilar fue el ordenamiento desde un punto de vista administrativo-financiero. Nacional realmente estaba en un problema muy grande desde todo punto de vista (en diciembre 2018). Porque uno siempre hablaba del pasivo, de las deudas, pero había problemas de todo tipo. Desde procesos, de definir funciones que cada una de las personas que estuviera en Nacional entendiera exactamente lo que tenía que hacer. Eso redundaba en un montón de aristas administrativa-financiero que llevó a un Nacional que estaba en una situación…

¿Delicada?

Sí, muy delicada.

¿Qué tanto? Si no fuera un club de fútbol…

En 2018 técnicamente estaba quebrado y sobre todo habiendo perdido la credibilidad en el mercado, que es lo más complicado en estas situaciones. Uno depende de los funcionarios, de los jugadores en este caso porque es un club de fútbol, de los proveedores, de las empresas socias, para poder tener una empresa que va rodando en el día a día y Nacional estaba partido en ese sentido porque en aquel momento se debían seis meses de salarios a jugadores, se debían premios, salarios a funcionarios, no se había cumplido con los proveedores, se habían parado las obras del Parque Central. Era realmente complejo. Teníamos que recobrar la credibilidad y el orden administrativo-financiero, fundamental para saber dónde estábamos parados y a partir de allí empezar a construir.

Decurnex: "En el modelo que veo de Nacional no cambia nada (si ganan o no el tricampeonato), porque en este siglo Nacional es el más ganador en el fútbol uruguayo"

El segundo pilar, ¿las obras?

Nos encontramos con un Nacional que no había podido terminar una obra, y todo lo que iniciaba era un problema. Quedaba por la mitad, quedaba debiendo, y el ícono de ese desastre era el Gran Parque Central. Un remate que se había hecho en aquel momento hacía cuatro o cinco años, en el que hubo gente que puso muchísimo dinero para tener su palco y que no solo no lo tenía, sino que ni siquiera tenía una expectativa de tenerlo porque la obra estaba parada y las deudas eran enormes. Ese fue un logro muy importante porque toca todas las aristas, la del socio y la del palquista, al que de alguna manera le pedimos que confiara. Toca también la lista de la credibilidad en el mercado porque refinanciamos todos los contratos con los proveedores. Lo mismo con los bancos y lo mismo con el socio, porque de alguna manera le dimos vida a un Parque Central que realmente era un semicadáver. Si bien estaba muy lindo y a todos nos gusta el Parque, la verdad es que en ese momento mirabas la Delgado, la Abdón, la Atilio y te daba tristeza porque estaba todo sin terminar, todo a medias y con un desorden importante. Ese es uno de los grandes temas que se encararon desde el día 1. Se realizaron grandes obras, se cambió la red lumínica, accesos, baños… fueron casi US$ 9 millones los que invertimos en estos tres años en esa obra, y ese dinero salió del que pusieron algunos palquistas cuando extendiendo sus contratos, Nacional puso de su caja varios millones de dólares y la refinanciación con proveedores que también nos permitió comenzar a pagar, y eso se transformó en que muchos de esos proveedores volvieran al Parque a terminar la obra. Esto lo defino como un hito que reestableció la credibilidad con todos los actores en el mundo Nacional.

Otro de los temas importantes dentro del pilar de obras está el club social, que es un viejo sueño de mucha gente en Nacional. Conseguimos un grupo inversor que creyó en el proyecto, que creyó en Nacional y que le permite a Nacional tener un club social que está en marcha, que abrió hace seis meses y que tiene 2.500 socios.

También en obras, Los Céspedes avanzó muchísimo estos tres años. Hace muchos años que viene trabajando una comisión, visitaron distintas ciudades deportivas en Europa y de alguna manera tomamos los mejores modelos y diseñamos un plan maestro. Se realizó una inversión muy alta. Estamos hablando de casi US$ 1.000.000. Es muy lindo verlo porque se transformó en una ciudad deportiva de verdad.

José Decurnex llegó a la presidencia de Nacional en diciembre de 2018

Esta comisión nació en 2005 con Raquel Methol y Maronna, entre otros hinchas que se acercaron a colaborar. Ellos continúan y son los que empujan en silencio en un lugar de singular valor para el club.

Raquel y Paco (Maronna) son dos que estuvieron siempre y siguen estando, pero el gran acierto es que cuando la gente se queda y traspasa directivas, y tiene un plan común, un plan maestro, a la larga se ve el éxito. Ese es el mensaje de unidad que estamos transmitiendo ahora con Compromiso 1899, porque gente que es un activo muy importante en el club tiene que seguir porque conoce la institución, conoce la historia porque ya tiene un camino trazado y tiene credibilidad, que es muy importante para este tipo de obras.

Decurnex presidirá Nacional hasta diciembre

A lo largo de su gestión hizo mucho hincapié en el tercer pilar, la obra social, y se puso en primera fila para impulsar todo esto.

Había que crear una conciencia social dentro de Nacional. Esta directiva siempre pensó que por lo que significa en Uruguay, por la cantidad de gente que aglutina, el club tiene que tener un compromiso con la sociedad que vaya más allá del mundo fútbol. Para nosotros fue algo sin precedente haber inaugurado una UTU dentro de los Céspedes. Esto que ocurrió con Nacional encierra un mensaje muy fuerte para todo el mundo del deporte uruguayo. Ojalá muchas instituciones puedan hacerlo. Hoy tenemos 15 chiquilines que están terminando el primer año y el plan es hacer una inserción de Nacional en la zona, en donde también estamos dando charlas para familias, charlas de orientación, de valores. La idea es comenzar segundo el año que viene y tener 40 alumnos, y el objetivo final es alcanzar 100 alumnos en el tercer año estudiando dentro de la UTU. El impacto fue enorme.

Finalmente, el tema deportivo. Fue nuestro cuarto pilar. Veníamos de dos campeonatos seguidos ganados por Peñarol y estábamos frente a un momento delicado porque nosotros íbamos a bajar el costo del plantel debido a que financieramente no podíamos hacernos cargo de lo que había. Se hizo una transformación profunda apostando mucho a las formativas del club porque allí está el verdadero activo de Nacional. Salimos campeones en un año histórico. Ganamos tres finales clásicas, la Supercopa y las finales del Uruguayo. El segundo año fue igual, a pesar de la pandemia, con nuevos problemas, también lo ganamos en aquella final con Rentistas en la que tuvimos 10 jugadores formados en Nacional en el equipo que estuvo en cancha. Es muy gratificante que todo lo que vas apostando, porque Nacional invierte US$ 2.000.000 en juveniles, redunda no solo en un éxito económico sino en un éxito deportivo. Ahora estamos peleando un tricampeonato (N. de R.: esta entrevista fue realizada el jueves 11 de noviembre, antes de la duodécima fecha del Clausura). Se ganaron dos de dos Uruguayos, se ganaron dos de tres Supercopas, se ganó un Intermedio, se llegó a cuartos de final de Copa Libertadores el año pasado, se vendió a Emiliano Martínez a Bragantino, a Santi Rodríguez al Grupo City. Esa apuesta al mundo de formativas fue real, la demostramos y pusimos a los chicos en la cancha. Esto es algo que ya no solo Nacional sino el fútbol uruguayo en general tiene que seguir haciendo porque es la única forma de tener ingresos genuinos.

Decurnex conquistó dos Uruguayos en dos disputados hasta el momento

De 2018 a 2021 generó un cambio histórico en el club, de todas formas, ¿la situación de Nacional sigue siendo delicada?

Lo definiría como un delicado equilibrio. Nacional vive en un delicado equilibrio, porque en la medida que no sigas con este tipo de políticas y visión general, rápidamente podés caer al lugar en el que estabas. El orden es clave, igual que mantener la metodología de presupuestos por área que nosotros establecimos de cumplimiento de presupuestos. El mundo fútbol tiene un componente de pasión que hace que muchas veces el directivo diga: ‘vamos a hacer otra cosa porque este año vamos a ganar y vamos a ir a la Libertadores’…

El mundo fútbol en Uruguay está muy complicado. En todo sentido. Está muy complicado desde el punto de vista económico-financiero. Para nosotros es deficitario jugar el Campeonato Uruguayo. Entonces si no clasificás a una copa internacional tenés un problema grave para la temporada siguiente. Tenemos un producto fútbol que no es muy atractivo. Considero que también está complicado políticamente, porque es un mundo muy enredado, con mucha historia, con muchos temas del pasado que no permiten al final que la gente saque los fantasmas de la mesa a la hora de discutir las cosas.

Lo dice por la rivalidad Nacional-Peñarol.

No solo Nacional-Peñarol. Hay actores que han estado mucho tiempo en el fútbol, que pasaron muchas situaciones y a la hora de tener discusiones profundas no permiten ver con claridad el futuro. Tenemos un producto fútbol que no es atractivo y tenemos que ser conscientes de eso, porque si vos no son consciente del problema no lo vamos a resolver.

¿Cómo hace para cambiar ese producto fútbol?

Lo primero que tenés que hacer es buscar alternativas que te permitan mejorar la infraestructura. Y no pasa por un tema de dinero sino por voluntad. Hay muchos fondos en el mundo y en Uruguay. Lo de Los Céspedes lo hicimos con la ley de mecenazgos, con aportes de Conmebol y Nacional puso un porcentaje menor de dinero. Hay incentivos dentro y fuera de Uruguay para hacer ciertas obras de infraestructura.

José Decurnex se dedicó 24 horas al día al club durante tres años

El fútbol uruguayo está dando grandes pasos con las Sociedades Anónimas Deportivas. ¿Lo ve bien?

Lo veo bien, siempre y cuando la SAD este hecha para desarrollar al club y el fútbol. Creo que esa es la intención de las SAD que estamos viendo hoy en Uruguay. No creo en esas sociedades que vienen para hacer negocios con jugadores que terminan siendo un negocio privado desde una persona o de un grupo de personas, como ocurrió tiempo atrás. Eso es malo. Eso, lejos de mejorar, empeora el fútbol uruguayo. Sin embargo, cuando uno ve lo que está haciendo Grupo City con Montevideo City Torque entiendo que es un paso muy bueno para el fútbol uruguayo porque está generando la infraestructura, y eso hace que tenga una buena captación de chiquilines, que los chiquilines se desarrollen bien, que tengan ciertos valores y cultura. Eso es lo que debemos empezar a buscar entre todos.

¿Hubiera hecho algo diferente en estos tres años como presidente?

Siempre hay algo que se pudo hacer diferente. Pero cuando voy pasando raya, me siento muy contento de haber podido aportarle algo a Nacional desde un grupo de trabajo que hizo las cosas muy bien y que dejó un club completamente distinto al que tomamos hace tres años.

Entonces, ¿por qué se va?

Yo no me voy de Nacional. Yo voy a seguir en el club.

¿Por qué no quiere continuar en la presidencia?

La presidencia de un club como Nacional te lleva las 24 horas del día, y no estoy exagerando con esto que digo. Estoy en un momento de mi vida en que necesito dedicar tiempo a otras cosas. Cuando en diciembre de 2018 asumí en Nacional, me propuse dejar todo por el club durante tres años. Dejé todo, todo. Eso implicó abandonar mi vida privada y eso es muy complicado cuando lo proyectás en el tiempo. De todas formas, como vos decías, este grupo de trabajo plantó una semilla, y hoy en Nacional hay gente muy valiosa que puede seguir con este proyecto. De hecho, estamos en la lista Compromiso Nacional 1899, que cree en esto y que está dispuesta a seguir adelante. Este grupo de trabajo es un pelotón, y el secreto es hacer un buen pelotón. Es como el ciclismo. De pronto tira uno, luego otro, pero siempre con un objetivo común y ese objetivo tiene que estar claro que es Nacional por encima de todo. Yo me quiero quedar en Nacional, soy parte de este grupo, y voy a seguir, pero no como presidente por un tema de tiempo porque el mundo fútbol saca mucho tiempo.

El presidente continuará en la Comisión de Patrimonio y Obras, si los socios eligen para gobernar al club a la lista 1899

¿Se cansó del mundo fútbol?

Sí. Sin dudas es cansador. Surge un problema al lado del otro. Temas menores, medios o mayores y todos terminan rebotando en la mesa del presidente, porque son clubes que en la toma de decisiones diarias terminan siendo muy presidencialistas.

¿Dónde va a estar en los próximos tres años en el club?

Creo que Nacional tiene que seguir esta línea, no la debe cambiar y por eso tengo un compromiso de trabajo que si el socio toma la decisión de votar Compromiso 1899 voy a seguir como presidente de la Comisión de Patrimonio y Obras, y voy a trabajar mucho con todo el tema de la internacionalización del Nacional. Estamos muy cerca de hacer acuerdos con la MLS, ahora hicimos acuerdos con Suecia, viajamos a Japón, hubiéramos realizado una gira por Catar a mediados de 2020, hasta donde no pudimos ir por la pandemia aunque teníamos toda la pretemporada paga e íbamos a participar en un campeonato.

¿El fútbol es un negocio muy informal?

Tiene mucha informalidad y es un negocio. Nosotros lo hicimos formal. En esa informalidad muchas veces ocurre que no se cumple con la palabra, lo cual es un problema, y en esa informalidad muchas veces también te lleva a inflacionar presupuesto, salarios, pases. A mí siempre me decían: ‘Fulano está cerrado’, y yo respondía: ‘Hasta que no tenga una propuesta por escrito y firmada por el director deportivo o el presidente del otro club para mí no es una propuesta’. Y es verdad.

Decurnex ordenó al club

¿Fue difícil luchar contra esto?

Sí. Muy difícil. Porque el mundo fútbol es: te llamo, te digo, te cuento y luego la mitad de las cosas no resultan. Así como te digo una cosa, te digo otra: también tenés el pase de Viña que fue una tarea muy buena con su representante, fue el pase más alto de la historia del club y se realizó a través de una ingeniería financiera. Nos complementamos muy bien para poner una posición firme del lado del jugador y del club para hacer una buena negociación.

¿Por qué no lo replican en otros países?

Porque hay mercados que no aceptan esa modalidad. El mercado inglés y el italiano es más celoso en cuanto a que te quedes con parte de la ficha.

¿Por qué el último año se frenó la venta de jugadores?

Por la pandemia. El mercado cambió. El mercado se frenó, y se frenó de golpe de una forma que, para mí, establece un cambio a futuro porque el mercado se está acostumbrando a tener transacciones de otra forma: con un préstamo con opción a compra. Los clubes ya no compran de entrada. Este nuevo escenario para los clubes como Nacional, que necesita vender US$ 5.000.000 por año, es más complejo porque necesitas armar la bicicleta. Tenés que empezar a armar esa cadena para que te vayan cayendo pases a futuro, pero antes tenés que aguantar uno o dos años sin ingresos. El fútbol es un negocio de flujo negativo, en el que siempre estás corriendo de atrás para poder pagar. Es muy complejo este cambio de mercado. Yo creo que llegó para quedarse, y hay que acostumbrarse, por eso es importante abrir otros mercados y otras ligas. Y si no hubiésemos realizado el cambio que ejecutamos en 2018, hoy sería inviable para Nacional.

Si en 2018 no hubiera dado el golpe de timón, ¿qué habría pasado con Nacional?

No lo sé, pero hubiera sido un caos importante porque no hubiera tenido la posibilidad de cancelar todo lo que se pagó. Hubiera sido imposible funcionar como empresa.

Decurnex en al presentación de Ligüera, el último técnico al que le encomendó el plantel principal

¿Dejó de dormir por Nacional?

Sí. Pasé muchísimas noches sin dormir, porque cuando vos te acostás y cerrás los ojos se te vienen todos los problemas y son cada vez más grandes, por distintos temas del club.

¿Lo que ocurrió con el plantel en la concentración, en diciembre 2020, no lo dejó dormir?

Esa diría que fue una de las situaciones más desilusión me generó. Que no me dejaran dormir hubo otras más complejas, como cuando llegamos al club y vimos la situación que había en el Parque Central y nos habíamos comprometido con los socios y palquistas que lo íbamos a resolver. Allí fue muy duro porque no veía por dónde podíamos salir. Me acuerdo la primera reunión con los palquistas, había unas 300 personas, le dije a los gerentes en el club que íbamos a hacer una reunión con todos y me dijeron que la primera reacción era que me iban a matar. Y por suerte lo hicimos, en febrero o marzo, porque como dije en aquel momento, ‘estamos donde estamos, pero lo que es importante es que todos entendamos dónde estamos, porque si no lo entendemos no podemos resolver el problema’. Me acuerdo que fue muy impactante porque les mostramos fotos de la realidad del Parque, del desorden que había, de la negligencia que existía y para ellos fue un choque enorme porque nunca pensaron que la situación era esa. A partir de ahí empezamos a reconstruir. Esos sí fueron meses muy duros.

¿Lo más importante en todo este tiempo fue sincerarse frente a todos?

Es una combinación de transparencia, comunicación honesta sin importar lo duro que sea. En Nacional hacía falta un sinceramiento de cuál era la realidad del club de verdad con socios, jugadores, funcionarios, hinchas. Creo mucho en comunicar a la gente las cosas como son. Te puede gustar lo que te diga, pero te lo digo como es. Después buscamos la solución en conjunto, pero si yo no te digo las cosas como son ahí me parece que ya cruzamos una línea que es muy complicada porque entonces perdés la credibilidad, y si sucede eso, de ahí para adelante no hay nada. A los tres días de asumir nos tocó comunicar que aumentábamos al doble la cuota. Eso fue muy sincero.

Decurnex explicó que en tres años, Nacional invirtió US$ 9.000.000 en el Gran Parque Central

¿Le escribe la gente?

Por todos lado te escriben. Una de las cosas que sí me llevo es que el socio y que el hincha siempre se han comunicado con mucho respeto y la verdad que yo no doy mucho pie a otra cosa. Cuando me escriben algunas tonterías o algo fuera de lugar la ignoro y no la contesto, pero a toda persona que se comunica con respeto les respondo. A todos, porque en definitiva estamos representando al socio. Contesto todo, porque entiendo es cómo se deben hacer las cosas. Puntos de vista distintos todos tenemos y, como siempre digo, tomamos decisiones acertadas o equivocadas, pero siempre por el bien de Nacional.

¿Por qué se enfrentó con la AUF?

Habíamos votado un proyecto que tenía ciertas condicionantes que habíamos discutido con el Ejecutivo. Hubo cosas que no sucedieron, algunas de ellas a medias otras ni siquiera se tocaron y para nosotros era muy importante porque era parte de la reformulación del fútbol uruguayo, entonces ahí creo que se generó una ruptura en un momento o un cuestionamiento muy fuerte.

Pero quedó atado a los arbitrajes.

Tal vez explotó por eso, pero eso fue circunstancial. Veníamos de otras reuniones con temas de fondo.

En lo deportivo siguen en carrera tricampeonato, pero no depende de Nacional. ¿Qué sucede si no lo consiguen? (N. de R.: esta entrevista fue realizada el jueves 11)

Todos tenemos la ilusión de ese tricampeonato. Estamos ahí y lo estamos peleando hasta el final y lo vamos a pelear hasta el final. En mi visión de Nacional no cambia nada, obviamente quedará la frustración de no ganarlo si es que no lo conseguimos, pero en el modelo que veo de Nacional no cambia nada, porque en este siglo Nacional es el más ganador en el fútbol uruguayo. Es un tropezón si no lo ganás y si lo ganás lo festejaremos como loco, pero en mi visión no cambia el proyecto del club que tenemos.

¿Cómo cierran el balance 2020-2021?

Con superávit, se reduce el pasivo y procuraremos seguir trabajando en esta línea.

José Decurnex sobre la conducción del club: "El secreto es hacer un buen pelotón; en un momento tira uno, luego otro”

¿Es posible Nacional con su pasivo en cero?

No es un objetivo. Una empresa siempre debe manejar un nivel de pasivo, porque es bueno tener línea de crédito con los bancos. Hoy el pasivo está por encima de lo que debería flotar. Debemos trabajar en los próximos tres o seis años para abatir ese pasivo y tener tranquilidad de flujo de caja.

¿Hasta manejando qué valores Nacional podría tener un pasivo manejable?

Un pasivo de un club como Nacional debería estar en el entorno de US$ 10.000.000 y hasta US$ 15.000.000 (N. de R.: el pasivo supera US$ 25.000.000). Eso es razonable porque te permite tener líneas de crédito que podés manejar día a día y un flujo de caja positivo para estar desahogado.

¿Volvería a ser presidente?

Sí. Por supuesto. Hoy hay un grupo base de dirigentes con mucha capacidad y ganas de seguir trabajando. Soy uno de ellos. Si un día me toca volver a ser presidente lo haría con mucho gusto.

La foto que representa a Decurnex

Un momento para la historia: el primer minuto como presidente

“Esta es una foto muy especial. Es el día que ganamos la elección (el 8 de diciembre de 2018). Esa foto resume todo. Resume alegría, el orgullo de poder estar presidiendo el club que quiero. Era mi primer minuto de este período. Lo que te puedo decir es que mantengo esa alegría y ese orgullo del primer minuto porque me parece que estar en donde me tocó estar por el voto popular del socio es algo fantástico. Es increíble”

 

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