Del Maracaná al Monegal de Canelones

No parece cosa de cuerdos... Hace 15 días se paraba en el área del imponente estadio de Maracaná con el Bangu. A su frente el popular Flamengo. En las tribunas más de 40 mil personas. Por un instante Río de Janeiro es capaz de perder su calma habitual.

Ahora espera con ansiedad el debut en el Martínez Monegal de Canelones. A su frente estará Oriental de La Paz. En las tribunas no habrá más de 1.000 personas. Canelones no perderá su calma habitual.
Hace 15 días estaba concentrado en un lujoso hotel y se disponía a dejar su habitación para disfrutar de un desayuno continental antes del partido.

Ahora se levantará temprano, tomará unos mates y un buen yogur y arrancará para la cancha.
Ayer jugaba en una de las ligas más promocionadas de los últimos tiempos, que se da lujos como contratar a estrellas mundiales. Un fútbol donde el marketing explota.

Hoy aguarda el desafío de jugar en la Segunda División Profesional (antes la B), una de las divisiones con menos promoción en el fútbol uruguayo donde los equipos apelan a jugar con jóvenes de la cantera. Un fútbol de salarios bajos y escasos recursos. Con el atraso en el pago de sueldos como constante.

Por eso no llamó la atención que entre los dirigentes de Central Español se trasladaran la pregunta: "Bo, ¿quién se anima a llamar a algún amigo del Loco? Para mí que esto es un chiste que nos están haciendo".

Nadie creía que podía ser cierta la noticia de que Washington Sebastián Abreu estaba dispuesto a jugar en los palermitanos.

"Empezaron a buscar a mis amigos para preguntar porque pensaban que era todo broma. Hasta el Teño (Jorge Artigas, el técnico) me llamó para preguntarme si era verdad que yo quería jugar en Central", comentó Abreu a Referí para introducirnos en su última locura.

El Loco pasa de jugar en Maracaná a Canelones. Sin traumas, sin complejos. Lo tomó como un viaje al pasado, como contó en el mano a mano que tuvo con Referí.

¿Es consciente de adónde viene?
¿Vos fuiste a El Salvador?

No.
¿Entonces? Estoy preparado para todo. Cuando hay ilusión, ganas, deseos, eso queda en segundo plano. Cuando encontrás un club que dentro de su humildad te da cancha, está en buenas condiciones, hay ropa, agua caliente, las pelotas están sanas, hay material para recuperación de jugadores. Obviamente vivimos nuestra realidad, no podemos tirar manteca al techo, pero hay esfuerzo y ganas de crecer. Esto no escapa a lo que me tocó vivir cuando me inicié, cuando comencé en Minas, con carencias. Para mí es un viaje al pasado con la experiencia de tener una vida recorrida en el deporte.

Por lo que dice, ¿no le genera nada en particular desembarcar en la B?
En lo personal no me genera ningún trauma, al revés, pura y exclusivamente ilusión.

Me habló de El Salvador, ¿por qué pretendía compararlo?
Porque hay necesidades en los equipos, muchas canchas que no están en condiciones. Hay muchas carencias. El uruguayo que va allá se ve reflejado en cosas que le tocó vivir acá. No me sorprende volver porque soy uruguayo. Y al haber vivido una experiencia tan cercana, venir acá y ver que tenemos ese tipo de necesidades no me asusta. Vengo a un club humilde pero limpio y prolijo, como se dice en el barrio.

Acá tiene que asumir un rol.
¿De qué?

De líder, capitán, de jugador que reclame por lo que falte.
En un día se arrimó una marca que nos va a suministrar una mejor hidratación. Y está la sesión de mi imagen para todo eso.

Pero voy al rol, usted va a ser líder de vestuario.
Pero ese rol es lo que me ha caracterizado en todos los equipos. Por algo en los lugares adonde llego estoy en el grupo de los cuatro o cinco jugadores que tienen la responsabilidad de encaminar a un grupo. Es un compromiso agradable de saber que puedo ayudar.

¿No le genera nada pasar de un vestuario de confort a cambiarse en el Palermo?
Me inicié así. El que la vivió no se asusta.

Pero no todos piensan igual.
Para mí es volver a añorar cosas que no voy a vivir. Es un viaje al pasado de lo que me tocó vivir con 17 años.

Armar el bolso, llevarse las vendas...
Vendas hay. Hay detalles que se generalizan, como las medias. Hay medias, tenemos agua caliente, el vestuario limpio, la ropa de juego en excelente condiciones. Dentro de nuestra humildad tenemos condiciones. Que hay otros detalles, porque vuelvo a otra realidad de la que me tocó vivir, pero para mí es como los inicios y me genera esa parte como amateur de ir a jugar al interior, voy a debutar en Canelones, ir a las canchas chicas con la gente cerca, que te van a gritar cosas.

Usted es una herramienta de marketing para una divisional golpeada.
Sí, es una divisional con mucho sacrificio, como olvidada, y espero que esto le sirva a toda la divisional. Visibilidad. Porque el estar acá ya provocó que en las redes sociales de España o México digan que Abreu va a jugar en la B. Abrir puertas, visualización, porque muchas veces nos van a televisar.

Su DT reveló que el primer día fue el que llegó primero y el que se fue último. ¿Quién lo recibió? ¿Cómo se presentó?
Me recibió un periodista (risas) porque no había llegado la banda. El técnico estaba en el vestuario y apareció. Fuimos a hacer una charla de orientación táctica. Luego empezaron a llegar los muchachos y compartimos el vestuario. Entrenamos y luego de la práctica nos quedamos otro rato tomando mate en el vestuario, contando anécdotas, esas tertulias lindas que en Uruguay los grupos las mantienen. Quedarse a conversar, explorar más del ser humano. Tengo la ansiedad de querer jugar. Una vez escuché a Enzo (Francescoli) que dijo: "Me quedé 20 días en casa, 25 días, 50 y no se me despertó ese bichito en la panza de querer ir a entrenar". Ese bichito lo tengo desesperado de querer que llegue el otro fin de semana para ir a jugar. No importa levantarse a las siete de la mañana. Un par de amargos, un buen yogur y que arranque a rodar el balón.

¿Nunca pestañeó el bichito?
Al revés, me pega cada cachetadas y me dice "Dale". Por eso esto. Podría tranquilamente dedicarme tres meses y medio a mi familia. Pero no está en mi esencia.

¿Va proyectando el retiro?
Hay dos aspectos. Uno es forzar, estar hecho pedazos y que no me dé. Pero viendo que voy a lugares competitivos, puedo rendir. Miren lo que tiene esto, hace 15 días estaba jugando contra Flamengo y en 10 días voy a estar jugando contra Oriental de La Paz.

En Minas no se sacaron la foto con Pep

El prolongado recorrido del Loco Abreu por las canchas del mundo le permitió lujos como ser compañero de equipo del reconocido entrenador catalán Pep Guardiola. Abreu y Guardiola compartieron plantel en Dorados de México.

Por aquellos tiempos el catalán ya empezaba a perfilar su carrera como entrenador. Alguna vez contó el minuano que Guardiola terminaba los entrenamientos, se iba para el vestuario y anotaba todo.

Lo cierto es que Abreu se sacó el gusto trayendo a Dorados a realizar una pretemporada a Uruguay.
Y el Loco no podía dejar pasar la oportunidad de invitar a Pep a comer cordero a la pizza y tomarse un vaso de vino cortado.

Ese mismo pasado al que hace referencia el Loco que vuelve a vivir con su llegada a Central Español es el que pretendió trasmitirle a Guardiola cuando lo llevó a su pueblo.

Abreu contó en el mano a mano con Referí: “En realidad lo que quise hacer fue darle el privilegio al pueblo (Minas) de poder tener por primera vez en la historia un partido internacional como Nacional y Dorados de Culiacán. Y que el aficionado de mi ciudad pudiera ver a Guardiola. Increíblemente en aquel momento muchos decían, ‘¡Ah está Guardiola!’. Hoy, con el paso del tiempo, y después de ver en qué se transformó el hombre como entrenador, me dicen: ‘Pah, Loco, tuvimos a Guardiola acá y no nos sacamos ni una foto’. Y yo les digo: ‘Lo bueno es que lo viste y lo vas a recordar’”.

Abreu no ocultó su sentimiento para que su ciudad cuente con un equipo profesional.

“Minas se quedó en el tiempo, en dar ese paso para tener un equipo en el profesionalismo porque tenemos un estadio muy bueno, empresas que puedan respaldar, la intendencia se tendría que comprometer más. Entonces llevo espectáculos para ver si se comprometen más, como ahora que voy a hacer mi presentación (ya la hizo) con Central en el estadio Lavalleja de Minas porque interpreto que es la única manera que tengo de hacerles ver que la gente va y acompaña. Es necesario para el crecimiento del departamento”.

Pedirá la camiseta de todos los de la B

Sebastián Abreu tiene un museo en su casa donde guarda como tesoros una colección de más de 300 camisetas que fue intercambiando a lo largo de todos estos años en el fútbol.

Entre los trofeos más preciados se encuentra una camiseta de Boca de Diego Armando Maradona, cuyo intercambio fue memorable. El Loco jugaba en San Lorenzo y narró la historia.

“Termina el primer tiempo de un partido Boca-San Lorenzo, me voy y siento que me gritan: ‘¡Uruguayo!’. Giro y era Diego que se venía sacando la camiseta. ‘¿No me das la tuya?’, me dice. Me voy al vestuario y le digo al utilero: ‘Si me roban esta camiseta te mato’. Me pasé todo el segundo tiempo pensando en que no me la robaran”.

El Loco dijo que cambiará camisetas con todos los rivales del fútbol del ascenso porque no tienen camisetas de la mayoría de los equipos a los cuales se enfrentará.

Por eso se imponía la pregunta: ¿cuántas camisetas mandó hacer?

“Estamos negociando con la marca el tema de las camisetas. El único costo que va a tener el club realmente es con las camisetas, primero porque soy de coleccionar. Entonces me gusta cambiar con cada rival. Si los rivales tienen la posibilidad de cambiar, las cambio para el museo. Y después por los pedidos. Ya saben que el único costo será el de las camisetas, así que les dije a los dirigentes que hablen con la empresa para tener camiseta de repuesto”.

El Loco tiene claro que los defensas rivales no le van a pedir fotos ni lo cuidarán por su nombre y trayectoria.

Será más famoso el que lo revuelque por el piso o lo domine que aquel que se saque una foto o le cambie la camiseta.

Abreu fue claro al señalar que “a los defensas de la B no les voy a decir: ‘No me peguen, soy Abreu’. No, no. Las defensas van a tratar de marcar. El que me conoce sabe que mi forma de ser no es de andar de guapo, o aquello de tener tres huevos. Sí que tenés que ir fuerte, sí porque el fútbol es de contacto, pero mientras no exista la mala leche está todo bien”.

Se postergó el torneo

Hay cosas que no cambian. A pesar del impacto que significó el desembarco de Sebastián Abreu en Central Español, el fútbol del ascenso carga con el karma de viejos dramas. El inicio de la actividad se volvió a postergar por dificultades económicas. Los clubes recibieron el dinero de la televisión para hacer frente a sus obligaciones, pero el torneo no se iniciará este fin de semana y el comienzo se fijó para el 15 de abril. El debut de Abreu, suspendido en la primera fecha, se producirá en la segunda ante Oriental de La Paz.

Las frases

"Voy a empezar contra Oriental de La Paz. Y los invito a todos a disfrutar del fútbol champagne que vamos a tener en el Palermo”
"El primer partido de fútbol profesional que vine a ver a Montevideo con 10 años fue Central Español - Sud América. Williams Noble jugaba de 9 en Central. Y hoy estoy acá y capaz que un niño del interior va a venir y el 9 va a ser el Loco Abreu”
"Pensar que un gran amigo como Silas, cuando nos juntábamos, me contaba de su experiencia en Central y hoy me toca a mí estar acá”
"Ese bichito lo tengo desesperado de querer que llegue el otro fin de semana para ir a jugar”
Sebastián Abreu, delantero de Central Español

"El brazalete de capitán los compañeros ya saben. Por inercia va a jugar, a no ser que le pase algo”
Jorge Artigas, técnico de Central Español