Del Uruguay de las chimeneas al drone de las pizzas, según Read

Esa fue una de las ideas que eligió el sindicalista de la bebida Richard Read para ilustrar los cambios que se están procesando en el mercado laboral, y que a su entender, tienen que empezar a tratarse en los ámbitos de negociación colectiva durante los meses donde no se discute por salario.

A su frente había casi un centenar de trabajadores que el jueves por la noche llegaron hasta la sede de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) en la calle Abayubá, para escuchar a Read y al economista Gabriel Oddone.

Con el mismo énfasis que al comienzo de su oratoria, el dirigente sindical reclamó que se empiece a hablar de productividad. "El nuevo gobierno tendrá que discutir este tipo de cosas porque sino las discute la vida le va a pasar por arriba", alertó.

"Hay que sentarse a discutir lo macro, donde el salario sea un punto importantísimo, pero en un contexto donde también quiero empleo. ¿Para qué quiero un excelente salario si después no tengo laburo? ¿Suena lindo? No, no suena lindo. ¿Aleja votos? Sí, claro que aleja votos. ¿Chiflidos? Algún chiflido también. Ahora, es la realidad", dijo Read.

En otro momento de la noche fue duro con parte del movimiento sindical que, según dijo, "sigue añorando el Uruguay de las chimeneas" y de "un frigorífico nacional", algo que "no ayuda a abrir las cabezas".

"En Uruguay lo que entró es el software hace 10 o 15 años y se están perdiendo servicios como los porteros de edificio que se están sustituyendo por cámaras. Y va a ser así también en el supermercadismo", prosiguió el histórico dirigente de de la FOEB.

Con la tasa de desempleo en niveles de 9,3 % en los doce meses cerrados a febrero, Read auguró que de mantenerse la situación actual, pronto estará en los dos dígitos.

"Una desocupación de 14%, 15%,16% eso también está en la mesa de negociación salarial. La desocupación no es 'a mí no me importa porque tengo laburo'. No gil, no es esa. La desocupación va en contra tuyo porque presiona a la baja la negociación del salario", dijo casi que gritando.

Cada una de sus palabras era seguida con extrema atención y en absoluto silencio por el público que había colmado las sillas de plástico blancas dispuestas en el salón.

"Estos temas no se abordan porque es como el médico que le tiene que decir al paciente: 'mira papá, que lindo pelo que tenes, que linda sonrisa, pero tenes cáncer'. Esto es igual. Es obligación del sindicato advertir que la tendencia es hacia otra cosa", apuntó el exdirigente del PIT-CNT.

Con espalda

En otra parte de su discurso Read explicó que entre 2005 y 2010 hubo un grupo de sindicatos "que tenían espalda" y que lograron despegarse con buenos acuerdos salariales en la última década.

Es el caso de la bebida que, por ejemplo, entre mediados de 2015 y 2018 habrá tenido un crecimiento de salario real de casi 16%, bastante por encima del resto de los sectores de actividad.Pero también apuntó a que hay trabajadores que ya saben que "nunca van a tener crecimiento salarial".

"Hay que cambiarle el contenido a los Consejos de Salarios. Generó trabajadores que van a seguir siendo de poco poder adquisitivo. Vamos a cerrar esta ronda con 500 mil que eran diezmilpesistas, quincemilpesistas, dieciochomilpesistas y dentro de cuatro meses serán los veintemilpesistas".

"Colesterol alto"

La charla también contó con una presentación del economista Gabriel Oddone, que fue el encargado de ilustrar el contexto en que se desarrollará la próxima ronda salarial.

Oddone destacó que la economía completó 15 años consecutivos de crecimiento, pero advirtió que en los últimos dos años esa expansión se da con asimetría de sectores, sin generación de empleo, sin inversión y con el consumo como motor.

"No se puede perder de vista que si bien la economía sigue creciendo manifiesta alguna patología. No está enferma, pero el análisis de sangre da que el colesterol está alto", dijo el experto a los trabajadores.

Siempre dinámicos

En la puerta de la nueva negociación salarial la FOEB propondrá a los fabricantes auto clasificarse en el sector dinámico. Esto supone beneficiarse de ajustes anuales de 8,5 % y 8% durante los dos primeros años de vigencia del nuevo convenio.

Contemplando que la inflación no tenga grandes sobresaltos (hoy está en 6,65%), al cabo del primer año el salario real de la bebida habrá crecido entre 1% y 1,8%, según proyecta el sindicato.

"Manteniendo el empleo, garantizando el salario real, mas el plus que genera la baja de la inflación este gremio tiene que tirar cuetes. La inmensa mayoría (de los grupos) no va a llegar a los dinámicos", proyectó Read.

Y de inmediato esbozó algunas pistas de la estrategia que debería guiar las conversaciones con los empleadores. "Nosotros tenemos dos situaciones, cerveza y refrescos donde negocian los grandes, pero tenemos bodegas donde vienen los chiquititos a negociar y te pelean a muerte centésimo por centésimo las horas de laburo, mientras las bodegas grandes la balconean", explicó.

"Ahí precisamos el apoyo del gobierno, porque no hay correlación de fuerzas y los que vienen a negociar están en la lona. Pero además, sigue habiendo un proteccionismo hacia el sector vitivinícola y hace 10 años que no le aplican el IMESI. Eso genera una competencia desleal con el resto de la bebida", cuestionó.

Tras casi dos horas de economía y negociación colectiva, como nadie tenía preguntas la charla terminó con un aplauso cerrado.

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