Las puertas del Campeón del Siglo se abrieron a la hora 14:30, cinco horas antes del comienzo del partido entre Uruguay y Ecuador por la décima fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Catar 2022. Detrás de lo que mostraron las cámaras de televisión antes y durante el partido, Referí pudo percibir en vivo un montón de hechos que marcaron el encuentro y la atmósfera del estadio de Peñarol.
El hecho de que se abrieran las puertas con tanta antelación permitió que el público llegara fluidamente y sin aglomeraciones. Recién sobre la hora 18:00, la ruta comenzó a verse más congestionada, pero cuando empezó el partido, las 15 mil personas ya estaban adentro del recinto. La Asociación Uruguaya de Fútbol recaudó US$ 100 mil por la venta de boletos.
Nuevamente hubo show musical para amenizar al público y otra vez la animación de Gustaf y la música de DJ Vala (Valentina Nirenberg) entretuvieron a los presentes.
Se sabía que el presidente de Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, iba a presenciar el partido en el feudo aurinegro. Un buen contingente de periodistas hizo guardia en el Paseo de las Glorias (entrada principal a la tribuna Henderson) para intentar sacarle algunas palabras. Sin embargo, Domínguez entró por abajo al estadio.
Sobre la hora 18:50, el paraguayo apareció en el hall central de la Henderson, por detrás del mostrador donde un grupo de mujeres ataviadas en indumentaria AUF permitían el ingreso a esa zona.
Domínguez saludó a Andrea Lanfranco, neutral de la AUF, quien charlaba con el periodista Javier De León, Este, aprovechando la cercanía, le preguntó a Domínguez qué posibilidad tiene la idea que FIFA ventiló este jueves sobre realizar los mundiales cada dos años y generar una sola fecha FIFA anual para que los clubes cedan sus jugadores una vez al año, en octubre. Lacónico, el titular de Conmebol le sonrió y le dijo: "Imposible".
Tras saludar a Lanfranco, Domínguez se encontró y se saludó con Ignacio Alonso, presidente de la AUF que había llegado 10 minutos antes, el neutral Jorge Casales y el subsecretario de Deportes, Pablo Ferrari.
Con Alonso salió foto, luego de que este se fotografiara con los integrantes de la Mutual que dijeron presente: Maximiliano Russo, Sergio Pérez, Mitchell Duarte y Joaquín Boghossian.
Consultado por Referí sobre cuál será la sede que fijará Argentina a Uruguay el próximo 10 de octubre, por el duelo atrasado de la quinta etapa, Alonso respondió: "En Buenos Aires". Este jueves, la albiceceleste recibió a Bolivia en el Monumental de Núñez. El partido que fue suspendido en marzo iba a jugarse en Santiago del Estero.
Lo que aún no se sabe es dónde jugará Uruguay contra Argentina el 11 de noviembre como local por la 13ª fecha. El 7 de octubre, Uruguay recibirá a Colombia en el Gran Parque Central que está instalando una nueva red lumínica. En esa triple fecha visitará luego a Argentina y Brasil (14 de octubre en Manaos).
Diez minutos antes de que llegara Ignacio Alonso, llegó por la entrada principal el futbolista de Peñarol Facundo Torres.
El Cuervo se prestó al diálogo con los medios radiales que lo abordaron, pero dos integrantes de seguridad los tomaron prácticamente que de los hombros y lo metieron a la carrera en el Campeón del Siglo. Tranquilo muchachos, que tiene una lesión de tobillo.
Muy mejorada para el partido del domingo pasado contra Bolivia, la cancha sintió el trajín y ya no lució impecable. El área chica que da a la tribuna Cataldi fue la zona más castigada y más allá del color desparejo que mostraron algunas zonas (donde la jugabilidad no se vio afectada), el terreno presentó pequeñas zonas marrones en algunos sectores.
Después que los equipos hicieron el calentamiento, dos funcionarios de Peñarol ingresaron al mediocampo de la Cataldi y detalle por detalle los fueron ajustando con los pies al piso.
En el entretiempo volvieron para reanudar la faena y se sumó un tercer funcionario que trabajó en el sector del campo opuesto, sobre la Guelfi.
Nahitan Nández fue el primero en sentir lo ligera que estaba la cancha castigada por las lluvias y a los 15 minutos pidió cambio de botines.
Que los goleros son un mundo aparte en el fútbol no es ninguna novedad, Pero eso no hace que pasen desapercibidas las señales de unión que jugadores que compiten por un único puesto se profesan recíprocamente.
Dos veces en el calentamiento, Fernando Muslera fue abrazado por Sergio Rochet, Martín Campaña y el entrenador de goleros Celso Otero. La unión hace la fuerza, que le dicen.
Los tres jugadores más aplaudidos en la presentación del equipo uruguayo fueron locales: Nahitan Nández, Federico Valverde y Agustín Álvarez Martínez.
Como en el partido ante Bolivia, el Canario fue en nene mimado de los hinchas de Uruguay.
Con Fernando Muslera como capitán ante la ausencia de Diego Godin por lesión, José María Giménez fue quien asumió la voz de mando y liderazgo en el campo de juego.
Cuando los ecuatorianos plantearon un primer tiempo de fricción, marca y consumo arbitrario de los minutos, Josema se encargó en cada acción de protestarle a Anderson Daronco para reclamar tarjetas.
En el segundo tiempo tuvo un encontronazo con Byron Castillo y cuando los ecuatorianos reclamaron roja para Rodrigo Bentancur por un patadón contra la Henderson, el zaguero le puso paños fríos al asunto. Hay líder.
Diego Godín lesionado y Manuel Ugarte, por decisión técnica, fueron los jugadores que quedaron afuera del banco de suplentes.
Ugarte había debutado contra Bolivia llorando de la emoción. El jugador iba a sr homenajeado este viernes por el colegio donde estudió, Educación Santa Elena en su sede de Lagomar, pero finalmente ese homenaje se pospuso para octubre.
Uruguay jugó poco, Ecuador marcó mucho y las 15 mil almas uruguayas presentes en el estadio no se contagiaron.
A los 24 minutos entonaron un tibio "Soy celeste" y a los 44' rompieron los protocolos para cantar un "Cuadro cagón" cuando la visita hacía tiempo por enésima vez.
En el segundo tiempo no hubo cántico alguno.
El silencio lo rompió Matías Vecino con su golazo a los 85'. Pero la alegría duró apenas dos minutos. El VAR anuló el gol por un claro fuera de juego de Maximiliano Gómez en la asistencia.
¿Por qué duró tanto la alegría? Porque el segundo asistente, que dejó jugar como marca el protocolo del VAR, nunca levantó la bandera tras el gol. Se comía un offside de un metro: insólito.
Pero el fútbol da revancha. Desborde de Nández y gol de Gastón Pereiro. El Campeón del Siglo terminó de fiesta, de pie (como todo el banco de Uruguay recostado a la estática pidiendo la hora) ovacionando a los jugadores. No por el fútbol sino por la entrega, por no rendirse nunca, por seguir intentándolo cuanto más difícil parece. Y créame, esto se disfrutó más que un 4-2 a Bolivia.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá