Con dos ensayos de votaciones, este miércoles, la Cámara de Diputados probó la implementación del sistema de registro para la votación electrónica en la Cámara de Representantes.
El funcionamiento del sistema responde a que, una vez que el presidente de la Cámara de Representantes anuncie la culminación de la votación, se proclamará la misma y aparecerá el resultado final de la votación en los monitores que se encuentran en la sala de sesiones.
"Hoy tuvimos el primer ensayo con las dificultades propias de la primera implementación del funcionamiento. Esto deriva en que no todos los legisladores conocen a fondo cómo funciona", explicó el actual presidente de la Cámara, Ope Pasquet, quien recalcó que llevó "meses" el proceso entre que se compró y se instaló el software.
Además, agregó que se está en trámite para la adquisición de nuevas pantallas o monitores para la implementación de este sistema con el objetivo de que se vea bien qué vota cada legislador.
También señaló que "hay voluntad de la mayoría de los diputados de instrumentar este sistema". "Tenemos los recursos técnicos para que se vote electrónicamente como se vota en parlamentos de todo el mundo. No hay ninguna razón para que el Parlamento uruguayo no asuma el voto electrónico si hay voluntad de hacerlo", aseguró.
"El eje central de este sistema, es que el ciudadano sabrá cómo votó su representante nacional cuando se traten los temas en el Parlamento. Primero va a saber si estaba en sala y después si votó a favor o en contra. Es lo que la transparencia garantiza", agregó.
A su vez, el proyecto de reglamentación de este voto electrónico se presentó en la comisión de Asuntos Internos de Diputados a la espera de ser aprobado.
No es la primera vez que se prueba un sistema de voto electrónico. En 2013, bajo la presidencia del colorado Germán Cardoso, fue adquirido un sistema en el que se llevaron a cabo diferentes pruebas sobre su funcionamiento, pero dieron resultados negativos.
Tal como informó en mayo El Observador, la adjudicación fue por un monto de US$ 330.774, más repuestos, otros dispositivos identificadores de votantes en total se gastó US$ 370.546.
El problema que registraba ese sistema es que cada vez que debía reiniciarse el sistema electrónico de votación debido a un cambio en la integración de la cámara o cualquier otra circunstancia la sala queda sin audio.
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